jueves, 23 de diciembre de 2021
sábado, 9 de octubre de 2021
miércoles, 6 de octubre de 2021
Crónicas de la Feria de San Miguel de Sevilla
viernes, 1 de octubre de 2021
La inspiración divina de Morante
Morante de la Puebla. Foto: Toromedia |
La tarde histórica que se ha vivido en la
Maestranza será difícil de olvidar. Morante bordó el toreo en
mayúsculas. Firmó una faena que quedará grabada en los anales de la historia
del toreo de Sevilla. La pregunta que queda es: ¿qué hay que hacer para cortar
un rabo en esta plaza?
Morante de la Puebla recibió por verónicas encajadas al que abrió plaza. No estaba sobrado de fuerzas y ante las protestas del público fue devuelto. En su lugar salió Noctámbulo, también de Juan Pedro. No pisó el ruedo con buen pie. Se pegó una fuerte voltereta antes de entrar al caballo. Muy desclasado, saltando y dando cabezazos al final del muletazo pasaba por la muleta de José Antonio. Las ganas del torero podían con las malas formas del toro. Se esforzó y, pese a que fue imposible armar faena, dejó un par de muletazos con mucha personalidad. Todo muy efímero.
El lío
gordo llegó cuando Morante recibió a Jarcio. Fueron tres cambios
de rodillas a los que le siguieron verónicas a cámara lenta y una media de
libro. El público se puso en pie. Y la música sonó. Al caballo lo llevó
con un galleo hacia atrás con tijerillas. Luego meció al toro en dos verónicas
y una media de ensueño. Pero la inspiración no acabó ahí. No tuvo un toro de
triunfo. En realidad, era un medio toro al que exprimió. Genuflexo y a dos
manos lo sacó al centro del redondel. Las primeras dos series fueron inciertas.
José Antonio no se achantó. Los naturales emanaron con barroquismo.
Fueron profundos y templados. Toreando roto. Acabó exponiendo demasiado. Valentísimo,
metido entre los pitones hasta que lo volteó. La locura se apoderó de los tendidos.
Dio una última serie dolorido por la cogida antes de volcarse detrás de la
espada. Cayó el toro y los dos pañuelos asomaron por la presidencia. Una obra antológica
para el recuerdo que debería de haber sido culminada con la salida por la
Puerta del Príncipe. Pero en esta ocasión, la lógica numérica se impone al arte
y los sentimientos.
Juan
Ortega tiene la suerte de haber nacido con el don del temple y lo demuestra cada tarde. Guiñol no le permitió deslumbrar como en días
anteriores. En cambio, Roca Rey sí arrancó las palmas con su quite por
chicuelinas. Con mucha torería se llevó a los medios al astado para estructurar
la faena. Plasmó una primera serie con suavidad que remató con un pase de pecho
eterno. Continuó al natural con mucha sevillanía. Pero lo mejor llegó con la
diestra. Muletazos con gran despaciosidad que arrancaron los olés. Se vino abajo
pronto el animal, pero le permitió hacer a Juan una faena medida. Pinchó
antes de dejar una estacada en todo lo alto.
Después
del lío de Morante no era fácil salir a torear el quinto. Ortega
tomó el capote y volvió a dejar unas verónicas templadísimas. Vistoso llegó
desfondado al último tercio. Ente pase y pase tenía que perderle unos pasitos para
volver a colocarse para batallar contra la embestida cansina y sin ritmo y lo
andarín que se volvió. Se mostró correcto, pero con un oponente así no puedes
llegar a los tendidos.
Con
pases cambiados de rodillas comenzó la faena de muleta del tercero Roca Rey
para calentar a los tendidos. Continuó en las distancias cortas, como es normal
en él. Lo condujo intentando alargar la embestida poco lucida del Juan
Pedro. La gente se impactó y se fue a por la espada.
Y después de Morante y Ortega, Andrés puso de manifiesto sus intenciones. No tiene la torería de ellos, pero dejó su personalidad y su impronta con el capote. Tutelado, al igual que sus hermanos, tampoco sirvió. Y menos, si cabe, para las exigencias del toreo del diestro peruano.
La
Maestranza se vaciaba poco a poco mientras que por el Arenal los aficionados iban
toreando al compás de la sinfonía de toreo de Morante.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Duodécima de abono. Feria de
San Miguel. Lleno de “No hay Billetes” con el aforo permitido.
Toros
de Juan Pedro Domecq, el 1° como sobrero, y de Parladé (5°) bien
presentados y de juego desigual.
Morante
de la Puebla (fucsia y azabache): silencio y dos orejas.
Juan
Ortega (grosella y azabache): ovación con saludos y ovación con
saludos.
Roca
Rey
(catafalco y oro): ovación con saludos y silencio.
Saludó
Juan José Domínguez tras banderillear al tercero.
jueves, 30 de septiembre de 2021
Tres orejas, tres toreros diferentes
El Juli. Foto: Toromedia |
La
corrida de Hermanos García Jiménez sorprendió gratamente. Resultó ser la
más completo hasta el momento. Cierto es que hubo toros de todo tipo.
Armónicos, algunos bravos, un par manso y el último peligroso. Se enfrentaron a
ella una de las ternas más rematadas. El Juli, Manzanares y Paco
Ureña cortaron cada uno una oreja con tres faenas totalmente distintas y
con tres toros con cualidades diferentes.
El
Juli
recibió al primero con un ramillete de verónicas llevándoselo al centro del
platillo. Quitó por chicuelinas a pies juntos. Ateo III metió la cara
con clase y humillación en las telas. Con doblones muy toreros se lo llevó
fuera de las rayas de picar. Desde los medios lo citó y se vino pronto a la
muleta. Muy largos fueron los muletazos que emanaron por el pitón derecho. Por
el izquierdo tendía a meterse por dentro, pero Julián lo condujo intentando
alargar su embestida. Culminó con una serie con la diestra con muletazos de
mucha profundidad. Fue una faena seria y asentada con un toro de calidad, pero
exigente. Se tiró a por todas a matar y dejó una estocada traserita que le
valió la oreja.
Colocó
Julián a Estéreo en el caballo con unas verónicas y una media con
mucha suavidad. La falta de fuerza fue su hándicap y el tercio de banderillas
no le sentó nada bien. El Juli se fue a los medios con el astado. Era
muy noble, aunque estaba escaso de fondo. Lo llevó templado en la muleta, pero
al bajarle la mano clavaba los pitones en el suelo constantemente y perdía las
manos. Algo que deslució la labor seria del diestro madrileño.
Desentendido
saltó al ruedo Esaborio. Manseó en el caballo e incluso huyó del segundo
puyazo. Manzanares lo vio claro e inició la faena al natural con
muletazos de mano baja. Por el pitón derecho, lo llevó metido en la muleta, tapándole
la salida para que no se fuese y lo toreó con series en redondo. Exprimió cada
arrancada del de Olga Jiménez. Aunque fue mansito tuvo emoción. Jose
Mari erró en varias ocasiones con la espada (raro en él) y perdió la oreja.
Industrial,
aunque tenía buena condición, iba muy justo de fuerzas. El público lo protestó
fuertemente en varas y banderillas, pero el presidente aguantó la presión y no
lo devolvió. Galopó en la muleta de Manzanares. El torero alicantino estuvo
inteligente dándole tiempo y distancia con series muy medidas. Fue construyendo
poco a poco una faena en la que lo mejor llegó por el pitón derecho. Hubo
varias tandas largas y con despaciosidad. Sentenció con una estocada recibiendo
fulminante y obtuvo un apéndice.
Hasta
a los medios por verónicas se llevó Paco Ureña a Derribado. Con
delantales muy suaves quitó. El murciano comenzó inmóvil con estatuarios muy
reunidos. Estuvo correcto y firme dejando ver detalles de su pureza, pero el de
García Jiménez se vino abajo en la tercera serie. Algo que repercutió en
la transmisión de su labor pese a su buen hacer.
Cerró la tarde Almendrito. Un colorado, chorreado, de bonitas hechuras pero que hizo cositas de manso en varas. Ureña se fue a los medios para plantarle cara. Sabía que tenía una papeleta difícil que resolver. Embestía sin ninguna clase y buscado constantemente al murciano. Pasó momentos de mucho apuro. Se impuso a él con una serie rotunda que hizo sonar la música con la faena avanzada. Demostró un valor inquebrantable. Continuó en la cara del animal hasta meterlo en el canasto. Entró a matar recibiendo dejando la espada un poco baja. Afloraron los pañuelos y paseó el último apéndice de la tarde.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Undécima de abono. Feria de San
Miguel. Casi lleno del aforo permitido.
Toros
de García Jiménez y Olga Jiménez (2°) bien presentados, destacó
el primero, tercero y sexto más complicados.
Julián
López "El Juli" (azul azafata y oro): oreja y silencio.
José
María Manzanares (sangre toro y oro): ovación con saludos y
oreja.
miércoles, 29 de septiembre de 2021
El capote y la autoridad de Daniel Luque iluminan una tarde gris
Daniel Luque. Foto: Toromedia |
Fuente Ymbro fue la ganadería triunfadora en la última Feria de Abril. Había mucha expectación por ver qué toros traía Ricardo Gallardo en esta ocasión a la Maestranza. La terna también era muy esperada. Tanto Antonio Ferrera, como Miguel Ángel Perera y Daniel Luque cumplían su última tarde en el ciclo. Estos dos últimos, lo hacían con el sabor especial que dejaron en sus anteriores comparecencias. Al final, es el toro el que decide el sino de una de corrida y, en esta ocasión, Fuente Ymbro provocó desazón y malestar en los tendidos.
La
función comenzó con Ojinegro. Un toro de 630 kg y de hechuras
imponentes. Metió la cara con clase y humillación en el capote de Antonio
Ferrera. Brindó al respetable y se lo llevó con una serie con la diestra
hacía los medios. En esos terrenos el de Fuente Ymbro no embistió igual
y decidió cerrarlo. Lo intentó el extremeño por todos los medios, pero el toro
no le volvió a regalar nada más. Cada vez más corto y más protestón finalizó el
diestro sin lucimiento.
Con el cuarto, Ferrera no tuvo ninguna opción por ningún pitón. Lo intentó, pero el astado era reservón, no tenía recorrido, pero sí cierto peligro. El público se impacientó y Antonio se fue a por la espada.
Por
verónicas ganándole terrenos hacia los medios saludó Perera al primero
de su lote. Hortelano se arrancó desde lejos y con alegría en sus dos
encuentros con el caballo. Distinto fue en la muleta en la que acusó la falta
de fondo. En el inicio cayó desplomado y cuando Miguel Ángel intentaba
que humillara, perdía las manos. Tomó la muleta andando y sin ninguna emoción.
El diestro no pasó de voluntarioso.
Vinazo puso
en apuros a la cuadrilla de Perera en el tercio de banderillas en la que
destacó un sobresaliente Curro Javier. No tuvo una papeleta fácil Miguel
Ángel. Lo toreó siempre fuera de la raya de picar para intentar que no se
rajara. Fue otro Fuente Ymbro falto de casta y fondo con una embestida
irregular. El extremeño estuvo muy firme, pero fue imposible el lucimiento.
Con un
ramillete de verónicas gustándose y con las zapatillas enterradas en el albero
recibió Daniel Luque a Levítico. El lío con el capote continuó
con el galleo para colocarlo en el caballo y el quite, otra vez, por verónicas.
Por abajo y exigiéndole comenzó el de Gerena su labor. El animal tenía clase y
humillación y pronto caló en los tendidos. Al natural iba al hilo de la muleta
y salía desentendido, pero Luque se impuso a él con torería y mando.
Pinchó y tras la estocada tardó en caer y se enfrió un poco el ambiente y
Guardés cerró
la tarde entre el desasosiego de los aficionados. Tampoco fue un buen toro,
pero Daniel volvió a estar muy por encima de él. Se encontró con un
oponente desclasado y que no rompió hacia adelante.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Décima de abono. Feria de San
Miguel. Más de media entrada del aforo permitido.
Toros
de Fuente Ymbro con exceso de kilos y deslucidos.
Antonio
Ferrera (verde y oro): silencio y silencio.
Miguel
Ángel Perera (grosella y oro): palmas y silencio.
Daniel
Luque (azul y oro): ovación con saludos tras aviso y silencio.
Javier
Ambel saludó tras banderillas en el segundo y Curro Javier
en el quinto.
martes, 28 de septiembre de 2021
Luchar contra lo imposible
Calerito. Foto: Toromedia |
Calerito, Manuel Diosleguarde y Jorge Martínez fue la terna designada
como triunfadora de la temporada para actuar hoy en la Maestranza. Tres jóvenes
novilleros que tienen tres conceptos diferentes del toreo pero en común guardan
la ilusión y las ganas por llegar lejos. El hándicap con el que se toparon es
una novillada imposible de Rocío de la
Cámara.
Abrió
plaza Alba, un novillo sardo de
grandes hechuras. Ya en el capote se observó que Calerito no lo iba a tener nada fácil. Tomó la muleta de forma
irregular, saltando, donde cabezazos y echando la cara arriba al final del
muletazo. Por el izquierdo, en cambio no tenía recorrido. El novillero estuvo
firme e intentando justificarse ante un animal carente de casta y sin
transmisión.
A
portagayola se fue Calerito en el
cuarto calentando a los tendidos con un recibo emocionante. Se dolió en varas Atónito y huyó corriendo hasta la puerta
de chiqueros. En los preámbulos de la faena de muleta, Juan Pedro fue cogido feamente. Se repuso pronto del susto y
consiguió que la música sonara por primera (y última) vez en la tarde. Extrajo
los muletazos más lucidos con la embestida más rítmica que hubo a media altura.
Al natural plasmó naturales con despaciosidad rematados con una trincherilla
gustándose. La espada, pese a la petición, fue quien le robó la oreja.
Con
un ramillete de verónicas saludó Diosleguarde
al segundo de la tarde. Hasta en dos ocasiones volteó en el quite a Jorge Martínez. Manuel se templó en las dos primeras series en las que su oponente
embistió bien. Luego fue otra historia. Brasileño
empezó a querer huir a tablas pero, en su buen hacer, el salmantino le tapó
siempre la salida. Con la izquierda embestía andando y echando la cara arriba.
Lo mejor fue su entrega y el oficio que mostró al saber estructurar una faena
intentando solventar las dificultades que le planteó el de Rocío de la Cámara.
Diosleguarde lo
puso todo con el quinto. Es un novillero inteligente y con grandes cualidades.
A media altura lo condujo con la diestra las pocas medias embestidas que le
regaló en dos series. Al natural se quedaba corto y pasaba caminando. El astado
se vino a menos y poco pudo hacer pese a su superioridad.
Al
igual que sus hermanos anteriores, Patatero
dejó entrever su falta de bravura desde que salió. Jorge Martínez, además tuvo que hacer frente a más complicaciones.
Estuvo muy valiente aguantando miradas y parones. Tenía una embestida irregular
y se le coló en varias ocasiones por dentro hasta que levantó al novillero por
el pecho. Se vivieron momentos de mucha angustia. Al final acabó rajándose
El
sexto fue a la postre el peor de todos. En banderillas, hirió al banderillero Juan Rojas. Jorge le plantó cara a una auténtica alimaña que lo único que
quería era cogerlo. Tuvo que irse a por la espada sin poder hacer nada.
Ficha del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novena de abono. Feria de San
Miguel.
Novillos
de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra (3° y 4°) bien
presentados pero faltos de casta.
Calerito
(berenjena y oro): palmas y vuelta tras petición.
Manuel Diosleguarde
(verde hoja y oro): ovación con saludos y silencio.
Jorge Martínez
(azul marino y oro): ovación y silencio.
Juan Rojas fue cogido
al banderillear al sexto. El parte médico señala un “varetazo corrido en la
región inguinal derecha”.
Jorge Martínez fue atendido
en la enfermería de “una contusión en la cara interna del muslo derecho y
varetazo corrido en la cara anterior del muslo izquierdo”.
jueves, 23 de septiembre de 2021
La verdad y el temple de Emilio de Justo
Emilio de Justo. Foto: Toromedia |
Con
una sonora ovación recibió la Maestranza a dos toreros que fueron a jugársela
todo con un encierro de Victorino Martin.
Una ganadería extremeña para un duelo entre dos toreros de la misma tierra.
Pero
la tarde tuvo nombre propio: Emilio de
Justo. La dimensión que demostró y el buen toreo que realizó lo encumbró
rozando la Puerta del Príncipe.
Su
compromiso empezaba con claroscuros. Bochorno
saltó al ruedo con muchos pies, estrellándose contra el burladero y rompiéndose
el pitón por lo que tuvo que ser devuelto. En su lugar salió Verdadero, al que recibió con un
ramillete de verónicas templadas. Por abajo y con mucha despaciosidad inició el
extremeño su faena bajo el diluvio. Por este motivo, Emilio resbaló y, pese a hacerse él solo el quite, lo cogió de manera
muy fea pero sin consecuencias. El Victorino
pasaba sin humillar y quedándose corto. El extremeño cimentó una faena a base
de firmeza y temple. Con la diestra lo llevó con suavidad y con mucha personalidad.
Por el otro pitón, lo intentó con el toro se había venido ya a manos. El público
estuvo muy entregado con él y con su meritoria y seria labor.
El
toreo caro de Emilio de Justo
relució con Portezolano. Fue un toro encastado,
con clase y humillación y lo cuajó de principio a fin por ambos lados. El
cacereño lo empujó hacia adelante dejándole las telas en la cara e
imprimiéndole temple. Los muletazos brotaron con emoción y hondura. Al natural interpretó
el toreo puro que le caracteriza en su máxima expresión. La Maestranza se puso
en pie cautivada por Emilio. Una
estocada como epílogo de su obra y cortó las dos orejas.
Con
la Puerta del Príncipe entreabierta, fue a por todas en el que cerraba plaza. Lo
saludó por verónicas llevándoselo a los medios. Remató con una media antológica.
Por chicuelinas replicó al quite de Ferrera.
De forma irregular tomó la muleta por el pitón derecho. Por el izquierdo, lo consintió
e hizo que rompiera hacia adelante hasta conseguir una excelsa tanda
templadísima. El toro fue recortando el recorrido en las siguientes y acusó la
falta de fondo. La espada resbaló y no entró a la primera. Le pidieron la oreja
pero no fue no suficiente para pasear la oreja que lo alzara por la puerta de
los sueños.
Antonio Ferrera
llegó a Sevilla en una semana épica. El domingo se encerró con seis toros en
Nîmes y el lunes actuó en otro mano a mano en Logroño.
Cuidaron
mucho en los primeros compases de la lidia a Mosquero, que atisbaba la falta de fuerzas. Lo condujo a media
altura con suavidad llevándolo muy tapado para sujetarlo en la muleta. Por el
pitón izquierdo aguantó miradas y paradas exponiendo mucho. El toro pasaba
quedándose corto y echando la cara arriba al final del muletazo. Culminó con un
estoconazo.
Pobrecito tampoco
le dio muchas opciones a Ferrera. Estuvo
voluntarioso y tiró de oficio para batallar con un mansito y sin entrega.
Garañuelo fue
el que le permitió realizar lo más destacado de su paseíllo en Sevilla. Tenía
movilidad y humillación pero había que hacerle las cosas bien. Se fue a los
medios para citarlo en las distancias justas. Aprovechó las inercias del astado
y lo toreó a media altura por el pitón derecho. Por el izquierdo, se sintió más
y estuvo más templado. Dejó media estocada pero el palco no le otorgó la oreja.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Quinta de abono. Feria de San
Miguel. Más de media entrada del aforo permitido.
Toros
de Victorino Martín, el segundo como
sobrero, bien presentado pero de desigual de juego. Destacaron cuarto y quinto.
Antonio Ferrera (grana
y oro): ovación con saludos, silencio y vuelta tras petición.
Emilio de Justo
(nazareno y oro): ovación con saludos, dos orejas y ovación saludos tras
petición.
Saludaron
tras banderillear el primero Joao
Ferreira y Fernando Sánchez; en
el cuarto Morenito de Arlés; y en el
sexto, Pérez Valcácer y Abraham Neiro.
miércoles, 22 de septiembre de 2021
Luque impone su mando
Daniel Luque. Foto: Toromedia |
Era
muy esperada la corrida de Santiago
Domecq. La última Feria de Abril se proclamó como la ganadería más
destacada. De Aperador, aquel gran
toro que lo tocó en suerte aquella tarde a Miguel
Ángel Perera y que cosechó muchos galardones, poco tuvieron que ver sus
hermanos lidiados hoy.
Abrió
plaza un bonito y serio ejemplar. Diego
Urdiales lo trató con mucha suavidad en los primeros compases, mimándolo
para tratar que rompiera. Poco calado tuvo en los tendidos su labor por la
falta de emoción del toro. Aún así, logró dibujar algunos muletazos de bello
trazo con la diestra.
Con
un ramillete de verónicas con sabor y temple y una media eterna saludó Urdiales al cuarto. Pocas opciones tuvo
el riojano con un toro de grandes hechuras que flojeaba y embestía sin ninguna
clase.
Daniel Luque recibió
al segundo por verónicas llevándoselo hasta el centro del platillo. Con inteligencia
lo cuidó y le imprimió temple con el capote enseñándole a embestir. Quitó por verónicas
gustándose y remató con una larga cordobesa muy estética. Luque demostró dominio y poso pero Sementero tuvo poco motor. Sentenció con una estocada en todo lo
alto.
Al
diestro de Gerena le tocó en suerte Malhumor,
el único negro del encierro, al que le instrumentó un quite por verónicas
templadísimas. Se observó el buen momento que atraviesa Luque. Toreó con mucha entrega logrando someter al astado por el
pitón derecho. Aunque tenía genio, el poco fondo del animal salió a relucir
cuando se sintió podido. Con inteligencia, le dio las distancias precisas, pulseándolo
y a media altura lo condujo con suavidad. Al natural sacó el valor y tragó
mucho. El toro perdió las manos al entrar a matar y solo dejó media estocada. La
plaza se volcó con él pidiéndole la oreja pero el palco denegó la petición y
dio una vuelta al ruedo.
Con humillación
y ritmo metió la cara Gracioso en el
capote de Rafa Serna. Fue un toro
con opciones que requería mando y el sevillano no fue capaz de dárselo. El
encastado animal embistió con entrega por el pitón derecho y Serna, no obstante, imprimió pasajes en
los que toreó con hondura y sevillanía gustando a los presentes Por el
izquierdo, era más irregular y bajó más el diapasón. El fallo con los aceros le
privó, tal vez, de pasear un trofeo.
Imaginario,
con sus 620kg, cerró la tarde. Se pegó una fuerte voltereta en el saludo. Rafael salió a por todas y brindó al respetable
un toro descastado. Se esforzó pero carecía fondo y acabó muy parada, e
incluso, llegó a echarse. Finalizó con un estocadón.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Sevilla. Cuarta de abono. Feria de San Miguel. Casi
media entrada del aforo permitido.
Toros
de Santiago Domecq con muchos kilos
y descastados en general, destacó el tercero.
Diego Urdiales (azul
pavo y oro): ovación con saludos y silencio.
Daniel Luque (blanco
e hilo blanco): ovación y vuelta tras petición y aviso.
Rafael Serna (rioja
y oro): ovación y ovación.
Saludaron
tras banderillear al segundo Juan
Contreras y Alberto Zayas; en el
tercero, Juan Manuel Raya y Antonio Ronquillo; y en el quinto José Chacón y Alberto Zayas.
martes, 21 de septiembre de 2021
Manuel Perera conquista Sevilla
Manuel Perera. Foto: Toromedia |
Manuel Perera pasó
por la Maestranza arrollando en su trepidante temporada. Se presentó en
Sevilla, al igual que lo hicieron sus compañeros de cartel Manolo Vázquez y Jaime
González-Écija. Era un día especial no solo para los novilleros. La
ganadería de El Parralejo lucía
divisa negra en recuerdo de su propietario José
Moya. Una novillada de la que seguro estaría orgulloso.
Abrió
plaza un novillo con el que no pudo lucirse con el capote Manolo Vázquez, aunque dejó detalles de su buen concepto. Brindó el
novillo de su debut al cielo en homenaje a su abuelo. Se lo llevó fuera del
terció para instrumentar una serie de mando y serenidad. El sevillano peleó
contra el viento para torear con temple por el pitón derecho. Por el izquierdo
lo ligó con naturales con mucho gusto. Su personalidad la plasmó en cada
muletazo pero aún tiene mucho que aprender y que mejorar.
La
efervescencia de su corte sevillana relució en el capote de Manolo Vázquez en el cuarto. Nada que
envidarle tampoco a González-Écija y
el quite por verónicas gustándose que ejecutó. Fue otro novillo que se dejó y
lo aprovechó. Con la muleta se mostró con mucha disposición, también espoleado
de ver que su compañero de cartel acababa de pasear una oreja. La faena rebosó
sabor y torería. Dibujó un ramillete de naturales templados, llevándolo cosido
en la muleta, que cautivó a los tendidos. Con los aceros se atascó y perdió la
oreja. La dinastía Vázquez ha
comenzado a escribir un nuevo capítulo de su historia que seguro tendrá muchas páginas.
A
los medios se llevó González-Écija
al segundo, al que le faltó clase pero tuvo recorrido. Poco a poco fue
construyendo una faena a base de firmeza con la mano derecha. Pelirrojo tomó la muleta con genio lo
que hizo que su faena llegara a los tendidos. Exprimió ese pitón llegando a
torear ligado y con profundidad. Al natural lo intentó pero la embestida era
más irregular.
Con transmisión
y humillación llegó al último tercio el quinto de la tarde. González-Écija entendió muy bien al novillo. Estuvo con mucha
cabeza, haciéndole bien las cosas y dándole tiempo y distancias. Jaime dejó tandas de gran calado por
el buen pitón derecho del animal. Pinchó y perdió la oreja.
Por verónicas
saludó Manuel Perera al tercero. El
oficio del extremeño frente a sus compañeros
estuvo patente frente a un novillo paradito. Aguantó miradas y se expuso mucho
hasta que llegó la voltereta. Demostró tener un valor seco pero al mismo tiempo
plasmó varios naturales con mucha despaciosidad. El público se entregó con él
pero la música incomprensiblemente no sonó hasta que el novillero se fue a por
la espada. Se entretuvo Perera en
entrar a matar por ese nuevo error de la Banda de Tejera. Sentenció a su
oponente con media estocada efectiva y paseó la primera oreja.
A
portagayola se fue Perera para
recibir al sexto. Saltó al ruedo distraído, sin avistar al extremeño, que
aguantó de rodillas hasta que el novillo se percató de él. Después de la larga
cambiada prosiguió de pie por verónicas. De rodillas también inició la faena de
muleta. El de El Parralejo fue a por
él prendiéndolo por la pierna. Se repuso y volvió a echarse al suelo para
instrumentar una serie emocionante. Con esa misma seguridad, cogió la muleta
con la diestra para cuajar varias series redondas a otro buen novillo. La faena
bajó de intensidad cuando el animal enterró los pitones en el albero. El novillo
ya no fue el mismo. Manuel enterró
los aceros y cortó otra oreja.
Ficha del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Sevilla. Tercera de Abono. Feria de San Miguel. Más de
media entrada del aforo permitido.
Novillos de El Parralejo bien presentados y de buen
juego.
Manolo
Vázquez (celeste y oro): ovación saludos tras aviso y ovación con
saludos.
Jaime
González-Écija (malva y oro): ovación con saludos tras aviso
y ovación.
Manuel
Perera (celeste y oro): oreja y oreja.
Saludaron tras banderillear
al primero Felipe Proenza y Felipe Peña y al tercero Álvaro Núñez y Antonio Vázquez.
sábado, 18 de septiembre de 2021
La inspiración de Morante, el valor de Roca Rey y la entrega de Aguado
Roca Rey. Foto: Toromedia |
La
Maestranza abría sus puertas casi dos años después de su último festejo. Su
belleza, su resplandor y su magia han permanecido intactos. La vuelta de los
toros a Sevilla tenía que ser con un cartel de relumbrón. Se repetía la terna
de aquella tarde que encumbró a Aguado y surgió la rivalidad con Roca Rey. Todo
ello en la temporada estelar de Morante.
Enojado de Victoriano del Rio fue el encargado de prender
la llama esta Feria de San Miguel tan especial. Pero el astado no quiso ser
cómplice del júbilo que se vivía. Tenía las fuerzas justas y le faltó raza, por
lo que ante la imposibilidad de hacer algo, Morante salió directamente con la espada para pasaportarlo.
Con
incertidumbre llegó Enamorado al último
tercio. José Antonio se lo llevó a
los medios y sin previo aviso esculpió una obra de inspiración barroca. El
sevillano intentó ligar los muletazos, aunque el animal salía desentendido de
cada uno de ellos aunque llegó a someterlo por abajo por momentos. El de Victoriano de Río acusó la mansedumbre
y huyó a tablas. No lo tuvo nada fácil Morante,
pero con valentía prosiguió su faena en la querencia. Al natural, pese a la
poca clase del animal, logró plasmas muletazos con mucha torería. Erró con los
aceros y perdió la oreja.
Distante quiso
cambiar el sino de la tarde. Fue un toro con grandes cualidades (el único) que
se adivinaron desde el recibo de capa. De esos con los que se pone la plaza del
revés y te dejan la Puerta del Príncipe entreabierta. Roca Rey lo condujo con suavidad por el pitón derecho. Una serie final
con muletazos muy largos puso al público en pie. Por el izquierdo, no terminó
de aprovechar todo lo que le ofrecía el animal. Mató de un pinchazo y una
estocada y paseó la primera oreja de la Feria.
La
rivalidad entre Roca Rey y Aguado llegó a su culmen en los quites
del quinto. El sevillano por chicuelinas y una media que duró una eternidad; el
peruano por gaoneras. Muy decidido, echó rodillas en tierra mostrando las ganas
por cumplir su sueño de salir a hombros en Sevilla. Se topó con un mansito con
el que demostró un valor seco ante un público predispuesto al triunfo. Andrés instrumentó su faena en las cercanías,
exponiendo mucho. Pinchó y dio una vuelta al ruedo.
Aguado salió a torear
aquejado de una lesión en la rodilla, que se le agravó en el tercio de
banderillas del primero. Tuvo que pasar por la enfermería para ser infiltrado.
La transmisión no acompañó a “Cojito”. Fue el hándicap con el que se encontró ante
un animal descastado. El sevillano estuvo firme, haciendo las cosas bien. Hubo
muletazos templados pero no fueron suficientes para que la faena tomara altos
vuelos.
Con
el sexto tampoco pudo lucirse Pablo.
No fue nada fácil el de Toros de Cortés.
Hizo un esfuerzo y con serenidad y firmeza intentó construir una faena con un
astado que tomaba la muleta de forma irregular sin éxito. Cuando intentaba
descabellar, se dolió de la lesión y Morante
estuvo a punto de hacerlo por él porque no podía caminar.
Ficha
del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Primera de abono. Feria de San
Miguel. Cartel de “No hay Billetes” (60% del aforo).
Toros
de Victoriano del Río y Toros de Cortés (6º) bien presentados, descastados,
mejor el 2º.
Morante
de la Puebla (chocolate y oro): silencio y ovación con saludos tras aviso.
Roca
Rey (blanco y oro): oreja y vuelta tras petición.
Pablo Aguado (catafalco y oro): silencio y silencio tras aviso.
Saludaron
Juan José Domínguez, Viruta y Juan Carlos Tirado saludaron en el segundo y en
el quinto e Iván García y Pascual Mellinas en el tercero.
domingo, 27 de junio de 2021
Feria de San Juan de Badajoz, 26 de junio de 2021
Antonio Ferrera. Foto: Sandra Carbonero |
viernes, 25 de junio de 2021
Feria de San Juan de Badajoz, jueves 24 de junio de 2021
Foto: Sandra Carbonero |
La Feria de San Juan de Badajoz comenzó con éxito. Antonio Ferrera y Juanito salieron a hombros y "Derrota" de Zalduendo fue premiado con la vuelta al ruedo. La crónica completa la encontrarás en "Artículos y Crónicas II". La galería completa de la corrida en la sección "Temporada 2021" y las curiosidades del festejo en "Lo que el Toro no ve".
Sandra Carbonero
miércoles, 10 de marzo de 2021
Presentado el cartel de la Temporada 2021 en Sevilla
Cartel anunciador. Foto: Sandra Carbonero |
Este miércoles 10 de marzo se ha presentado en el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería el cartel que ilustrará la Temporada 2021. El autor de la obra es el pintor Jualian Charles Schabel. El artista no pudo acudir a la presentación pero envió un vídeo en el que manifestó su afición por la tauromaquia y por Sevilla.
Acto de presentación. Foto: Sandra Carbonero |
Al acto asistieron Santiago León, Teniente Hermano Mayor de la Maestranza, Miguel Briones, el secretario general de Interior y Espectáculos de la Junta de Andalucía, Ramón Valencia, en representación de la Empresa Pagés y José Cobo, experto en arte.
Sandra Carbonero