domingo, 14 de mayo de 2023

Marcos Linares, vencedor del Circuito de Novilladas de Andalucía con tributo de sangre

 

Marcos Linares. Foto: Arjona / Pagés


La Real Maestranza de Sevilla acogía este domingo por primera vez la final del Circuito de Novilladas de Andalucía que organiza la Fundación Toro de Lidia. El novillero jienense Marcos Linares se alzó con el codiciado galardón, que no pudo recoger porque fue cogido por el primero de su lote. Por su parte, Ismael Martín dejó gratas sensaciones en el que además era su debut en Sevilla.

Marcos Linares dibujó verónicas con despaciosidad ganándole terreno a “Lobulillo”, que hizo segundo. Fue muy medido en el peto porque no atisbaba que tuviera mucha fuerza. En el último tercio molestó mucho el viento por lo que lo cambió de los terrenos. Imprimió suavidad conduciéndolo a media altura con la diestra. Al de Villamarta le faltó raza y transmisión, pero el novillero jienense se impuso al natural con una serie en la que hubo ligazón. Volvió al pitón derecho para plasmar muletazos con mucha torería. Una faena importante en la que dio una gran dimensión. Al entrar a matar, el novillo se quedó parado cogiéndolo muy feo e infiriéndole una cornada en el muslo derecho.

“Fundaplata” saltó al ruedo distraído y sueltecillo del capote Ismael Martín. Colocó con soltura y variedad los rehiletes. Cimentó la faena en la mano derecha por donde hubo pasajes destacables, aunque su oponente tenía mejores inicios que finales. El salmantino estuvo muy firme, pero su esfuerzo no llegó a tomar vuelo por lo deslucido que era el de Villamarta. En el epílogo por luquesinas estuvo a punto de ser corneado. Se tiró a por todas a matar dejando una estocada.

Se corrió turno y “Ríoblanco”, reseñado como sexto, salió en quinto lugar manseando en el capote de Ismael Martín. El mismo comportamiento mostró en el caballo, huyendo del castigo. El salmantino tomó los palos y protagonizó un tercio de banderillas arriesgado. Tuvo el bonito gesto de acercarse hasta la puerta de la enfermería para colocar la montera en señal de brindis a su compañero Marcos Linares. Genuflexo se lo llevó fuera de las rayas. En este prólogo de la faena, el novillo embistió con codicia, pero fue solo una ilusión. El salmantino estuvo muy de verdad, sin volver la cara a las complicaciones que le planteó. Extrajo muletazos de uno en uno muy de frente y sin perder nunca la colocación. Fue una meritoria faena de Ismael Martín que remató con un pinchazo previo a la estocada.

El Melli saludó de rodillas a “Biensolo”, que abrió la tarde, para continuar lanceándolo de pie. El de Villamarta tomó bien las telas por el pitón derecho, aunque por el izquierdo se frenaba. Con habilidad quitó por chicuelinas Marcos Linares. El Melli se mostró seguro apostando por las buenas cualidades de su oponente desde el inicio. Templado y genuflexo comenzó la faena el gaditano. Instrumentó una primera tanda en la que abundaron muletazos largos en los que fue metido el utrero. La música entonó al mismo tiempo que dejaba otra serie de similar trazo. Por el izquierdo le costaba más, pero dejó algunos naturales destacables. Abrochó la labor por circulares con un novillo venido a menos. No halló la fortuna con la espada.

Al cuarto, “Acusadillo” de nombre, lo recibió con una larga cambiada de rodillas. El animal no se entregó en el percal de El Melli. Lo llevó galleando al caballo con el capote en la espalda por donde pasó sin brillo. Con variedad quitó el gaditano para replicar por delantales Ismael Martín. Volvió a echar las rodillas en tierras para torear en redondo en un inicio con vibración. El novillo tenía la querencia muy acusada y, aunque el novillero estuvo voluntarioso, optó por abreviar. Con la espada no estuvo certero.

A El Melli le correspondió estoquear a “Ricongrande” por la cornada de Marcos Linares, al que saludó genuflexo. Tampoco se empleó en varas el cierra plaza. El gaditano estuvo muy entregado en una labor que tuvo que construir junto a tablas frente a un oponente que no quiso pelea.

 

Ficha del festejo:

Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimoséptima de abono. Final del Circuito de Novilladas de Andalucía. Media entrada. Novillos de Villamarta, bien presentados y de juego desigual. Primero, noble aunque sosito; segundo, desrazado; tercero, falto de fondo y clase; cuarto, quinto y sexto, mansos.

Germán Vidal “El Melli” (de marfil y oro), silencio, silencio y silencio.

Marcos Linares (de sangre de toro y oro), herido.

Ismael Martín (de azul rey y oro), vuelta al ruedo tras petición y ovación con saludos.

Incidencias: Marcos Linares se proclamó vencedor el Circuito de Novilladas de Andalucía “por unanimidad”.

Parte médico de Marcos Linares: “herida por asta de toro a nivel de triángulo de Scarpa en MID, con una trayectoria ascendente de 5-6 centímetros que penetra fascia mulos saltorio, contundiendo arteria femoral superficial, con hematoma advendicial y espasmos secundario. Lavado de herida y se coloca drenajes. Pronóstico: grave”.


domingo, 7 de mayo de 2023

Jerez de los Caballeros, Clase Práctica del sábado 6 de mayo

Tomás Bastos. Foto: Sandra Carbonero

La plaza de toros de Jerez de los Caballeros acogió este sábado una clase práctica con motivo de la Feria del Jamón y coincidiendo este 6 de mayo con el 22 aniversario de su reinauguración. 


Ficha del festejo:

Plaza de toros de Jerez de los Caballeros (Badajoz). Más de media entrada.

Novillos de Marcos Núñez, de buen juego. Destacaron el tercero, que fue premiado con la vuelta al ruedo, y el sexto, que fue indultado.

Mauro Macandro, ovación con saludos. 

Gonçalo Alves, dos orejas. 

Alejandro González, dos orejas. 

Manuel León, dos orejas. 

Julio Méndez, dos orejas. 

Tomás Bastos, dos orejas y rabo simbólicos. 


Tenéis la galería del festejos en la sección de Temporada 2022-2023 o en el siguiente enlace:

Y las curiosidades y el ambiente del festejo en Lo que el Toro no ve o en el siguiente enlace:

martes, 2 de mayo de 2023

Escribano y Miura, diez años después

 

Foto: Arjona / Pagés

Rememorando aquellos “lunes de resaca” que ponían fin a la Feria de Abril, este primero de mayo Miura era la encargada de decir adiós a este magnífico serial. Lo que iba a ser una terna se convirtió en un mano a mano improvisado debido a la lesión que sufrió El Fandi. Algo parecido ocurrió con la “miurada” de hace 10 años. El Juli sufrió una grave cogida en La Maestranza dos días antes y en su lugar entró Manuel Escribano, un torero que por aquel entonces no se prodigaba por las grandes ferias. Aquella tarde cambió su carrera. Aquel triunfo puso su nombre en órbita. Una década después y, tras el gran éxito que cosechó hace pocos días con la corrida de Victorino Martín, el torero de Gerena se reencontró con otro Miura de lío gordo.

Manuel Escribano se fue hasta la puerta de chiqueros a recibir a “Chorizero”. Tras ejecutar la ajustada larga cambiada, le instrumentó un puñado de verónicas ganándole terrenos con mucha emoción. El de Zahariche empujó también en el caballo. El sevillano puso en pie al público en un tercer par de banderillas de vértigo en el que expuso mucho. Tuvo que saltar al callejón, quedándose a milímetros de ser cogido. Se fue a los medios para brindar. Allí se quedó inmóvil para citarlo con un pase cambiado. El toro se frenó a la mitad del recorrido palpándose la angustia. Una vez se arrancó, le pegó hasta dos cambiados por la espalda. Volvió a darle distancias y el de Miura tomó las telas con emoción y humillación. En la segunda serie cayó el diestro frente a la cara de su oponente, levantándose con agilidad. Escribano firmó naturales de mano baja, ligazón y profundidad. Para cerrar, cogió la diestra en una serie en redondo en la que le exigió mucho. Una faena muy de verdad, que concluyó con una estocada caída. El público le pidió enardecimiento el doble trofeo. El palco se mantuvo firme en la concesión de uno por la colocación de la espada y se llevó una sonora bronca.

Los tendidos se pusieron en pie con el recibimiento de Manuel Escribano a “Amargoso”, que cerraba plaza. De nuevo se fue a portagayola. El burel salió distraído. El torero aguantó impávido de rodillas, esperándolo y citando. Una larga vibrante que encadenó con verónicas y una rebolera. Se empleó mucho en caballo este último de la feria. El de Gerena volvió a protagonizar un espectacular tercio de banderillas. El tercer par, sentado en el estribo por los adentros, causó furor. Desde el centro del platillo lo citó con la diestra. El astado se le vino veloz embistiendo a media altura con sosería. Escribano estuvo muy firme, dándole tiempo entre muletazo y muletazo. Acabó en las cercanías donde cinceló muletazos templados.

“Yegüerizo”, el toro de menor peso del encierro, saltó en segundo lugar. Lo saludó Manuel Escribano con varios lances en los que pasó sin humillar. Fácil a la vez que vibrante estuvo en banderillas. Con espectacularidad clavó el tercer par al violín y al quiebro por los adentros. Comenzó en los mismos terrenos por estatuarios que abrochó con una trincherilla. Lo sacó para los medios, donde molestaba el viento. Le planteó la diestra por done iba siempre rebrincado. Los naturales a media altura fueron meritorios con un animal que nunca descolgó. Una faena de mucho esfuerzo que acabó con una estocada y un descabello.

“Triguero”, que salió con el pitón derecho escobillado, dejó entrever la falta de fuerza en el capote azul de Antonio Ferrera. Con prontitud se arrancó al caballo, donde empujó. Magnifico fue el tercio de banderillas de manos Ángel Otero y Alberto Carrero con los rehiletes. El extremeño brindó de rodillas y mirando al cielo, tal vez  en un bonito homenaje a Montoliú en el aniversario de su muerte. Ferrera basó la faena por el pitón derecho, ya que por izquierdo embestía defendiéndose. En los primeros compases, los dos primeros muletazos los tomaba bien. El de Miura se vino abajo pronto y terminó con un macheteo por bajo. Dejó una gran estocada con la que cayó rodado el animal.

Ferrera le recetó lances de probatura a “Charrano”, un precioso cárdeno astifino de 616 kilos que humilló. Hizo una buena pelea en vara en los dos encuentros. Con los rehiletes, Joao Ferreira clavó un espectacular par de frente en el que arriesgó mucho. El extremeño se encontró con un cornúpeta que pegaba gañafones por el derecho, mientras que por el izquierdo no llegó a pasar ni una sola vez. Enterró la espada en el segundo encuentro con habilidad.

“Torrealta”, que hizo quinto, un toro muy cuajado que pesaba 625 kilos. Tomó el percal de Ferrera echando las manos por delante. El de Zahariche tuvo buena condición y nobleza, pero quería más que podía. El torero extremeño se mostró asentado con la colocación siempre correcta para intentar que empujara hacia adelante. Según avanzaba la faena, fue acortando el recorrido. Otra gran estocada firmó Antonio Ferrera.

 

Ficha del festejo:

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimoquinta de abono. Feria de Abril. Tres cuartos de entrada.

Toros de Miura, bien presentados y de juego desigual. Primero, noble aunque sin fondo; segundo, deslucido; tercero, noble; cuarto, con emoción y bravura; quinto, flojo; sexto, complicado.

Antonio Ferrera (de grana y oro con cabos negros), silencio, silencio y silencio.

Manuel Escribano (de verde billar y oro), silencio, oreja con petición y ovación con saludos.

Incidencias: Saludaron en banderillas Ángel Otero y Alberto Carrero en el primero y en el tercero, Joao Ferreira.

lunes, 1 de mayo de 2023

La rotundidad de Luque, el temple de El Juli y una oreja birlada

 

Foto: Arjona / Pagés

El debut en corrida de toros de la ganadería de La Quinta en Sevilla había generado gran expectación entre los aficionados que suelen dejarse ver durante las corridas de carácter torista. El encierro decepcionó en su conjunto, aunque hubo cualidades reseñables. Por encima de él, se encontraron dos guerreros que hicieron frente a batallas distintas. Daniel Luque se impuso al exigente quinto, mientras que El Juli consiguió torear al ralentí al primero.

A “Ibarreño”, que hizo quinto, se le notó en la mirada el encaste Santa Coloma nada más pisar el albero de La Maestranza. Pasó sin entrega por el percal de Daniel Luque, empleándose después en el peto. Poco a poco lo fue metiendo en la muleta hasta que el toro sacó un buen fondo que sólo había visto él desde el principio. Le dio sus tiempos entre muletazo y muletazo, siempre dejándole la muleta puesta en el hocico. Prosiguió al natural con una tanda más compacta y un cambio de mano muy despacio. La música alzó vuelo mientras el sevillano tomó la diestra, toreando más en corto y por bajo. Retomó el toreo al natural en una serie en la que hubo gran profundidad y despaciosidad, que puso a los tendidos en pie. Colocó una estocada y el toro cayó rodado. Luque paseó una oreja. Premio que se antoja tal vez poco y más teniendo en cuenta la línea que había tomado la feria.

“Turquesito”, de bonitas hechuras, se partió la pata tras la salida del caballo por lo que tuvo que ser devuelto. Antes, el diestro de Gerena había podido recetar verónicas de bella factura y el de La Quinta trasmitía buenas sensaciones. En su lugar saltó al ruedo, “Conejillo”, la antítesis de su hermano, ya que de salida se que se defendió en el capote de Daniel Luque. A la salida del peto, se pegó una voltereta muy fuerte. Magistralmente fue lidiado por Juan Contreras y banderilleado por Iván García y Jesús Arruga. El de Gerena lo cuidó para intentar que empujara hacia adelante. Se encontró con un oponente que embestía con la cara alta, sin entrega, aunque con fijeza. Pese a que lo que realizaba no calaba en los tendidos, parecía que toreaba de salón. De ahí que fuera una faena larga.

“Detenido”, un toro cinqueño, cuajado y serio, fue la carta de presentación del debut de La Quinta en Sevilla. El Juli lo saludó con cuatro buenas verónicas en la que el animal metió bien la cara por el pitón derecho. El cornúpeta empujó en el caballo en los dos encuentros. El torero madrileño inició el último tercio genuflexo para seguir en redondo fuera de las rayas de picar. Con inteligencia, lo cambió de terrenos para construir la faena en los medios. Allí tomó la diestra, conduciendo la embestida con suavidad. Al natural, le faltó más empuje, aunque hubo uno con mucha despaciosidad. Volvió a la diestra por donde subió más el diapasón. La última tuvo una mayor profundidad y rotundidad. Una faena a más en la que consiguió ralentizar la embestida en cada muletazo. Acabó con él con una estocada un pelín caída pero efectiva. Los tendidos pidieron con fuerza el trofeo, pero el presidente, que otros días estuvo generoso en su hacer, hoy no lo concedió. El público obligó a El Juli a dar una vuelta y el presidente se llevó una sonara bronca.

“Jabalí”, que hizo cuarto, se quedó cortito y frenándose en los lances de El Juli. Hasta tres puyazos recibió. Fue un toro muy complicado que le dio nulas opciones al madrileño. Lo intentó por ambos pitones, aguantando miradas y parones. A la hora de entrar a matar, el toro le esperaba con la cara arriba, por lo que pinchó en varias ocasiones antes de enterrar el acero.

Espero Pablo Aguado a “Almonteño” hasta meterlo en el capote, donde dejó un ramillete de verónicas. Fue otro animal que empujó en el peto. El sevillano quitó con belleza por delantales con el compás abierto. Más allá del tercio, se puso a torear con la diestra. Lo condujo con temple en muletazos de uno en uno. Según avanzaba la faena, el toro se vino a menos en lo que tal vez influyeron los terrenos elegidos por el sevillano.

A “Almaviva”, que cerró la tarde, Aguado le dibujó verónicas de bello trazo que remató con una media cumbre a cámara lenta. El sevillano quitó genuflexo a favor del toro. De la misma forma, comenzó la labor de muleta. Plasmó una buena primera serie, la de mayor trascendencia y empaque de la faena. Después dejó detalles de su buen torero, pero no llegó a terminar de tomar vuelo su obra. El epílogo en redondo y acompañando con la cintura fue notable.

 

Ficha del festejo:

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimocuarta de abono. Feria de Abril. Lleno.

Toros de La Quinta, el 2º como sobrero, bien presentados y de juego desigual. Primero, con un buen pitón derecho; segundo, sin fondo ni clase; tercero, noble; cuarto, complicado; quinto, exigente y con fondo; sexto, con movilidad.

Julián López “El Juli” (de verde esperanza y oro), vuelta al ruedo con petición y silencio.

Daniel Luque (de mandarina y plata), silencio y oreja.

Pablo Aguado (de nazareno y oro), silencio y silencio.

Incidencias: Saludaron Iván García y Jesús Arruga tras banderillear al segundo.