sábado, 24 de septiembre de 2022

Seria y comprometida alternativa de Calerito

 

Calerito. Foto: Arjona / Toromedia


Llegó el día de la alternativa soñada y tan esperada para Juan Pedro García “Calerito”. Un cartel de relumbrón que había agotado el papel, con aliciente de la presencia de Roca Rey y un torero muy del gusto de Sevilla, José María Manzanares. La tarde pintaba grande, pero fue el toricantano el que se la llevó de calle.

Calerito saludó a “Orador”, que abrió el festejo, con un bonito ramillete de verónicas para llevárselo hacia los medios. Quitó por el mismo palo, rematando con una media después de recibir un buen puyado el de Victoriano del Río. Tras la ceremonia de la alternativa, el brindis se lo dedicó a su padre. El inicio fue muy jaleado, toreando por bajo con un astado embistiendo con clase y ritmo. Con mucha serenidad, sin notar el peso del día, prosiguió el sevillano plasmando muletazos con hondura. Al natural lo llevó largo, pese a que le molestó el viento. Bajó la intensidad el astado y con buen criterio el toricantano se fue a por la espada. Recitó un buen espadazo y Calerito paseó su primera oreja como matador.

Al sexto, lo recibió con bonitos lances. Esta vez, su madre fue la destinataria del brindis. En el centro del platillo, comenzó con el cartucho de pescado para ligar la primera serie por la diestra. Comenzó sin exigirle, a media altura a un “Victoriano” que tenía motor. Poco a poco el toricantano se fue creciendo. Tomó la distancia y el ritmo correcto para ejecutar series más entregadas. Por el izquierdo, tuvo menos transmisión. Los aceros le privaron tal vez de cortar algún premio.

“Dulce”, que hizo segundo, salió abanto. Cuando se fijó en la capa de Manzanares, lo hizo con las manos por delante, casi rebañando, estando a punto de llevarse por delante al torero Por alto junto a tablas, inició el trasteo para llevárselo fuera del tercio. En esos terrenos, el viento le acompañó. Algo bruscote, tomó la zocata del alicantino, que fue atemperándolo. Por el pitón izquierdo, tuvo una embestida más bobalicona, por lo que tras probarlo volvió a la diestra. Entonces dibujó la serie más rotunda, que hizo estallar la música. El toro le exigió a Manzanares que respondió con mando. Acarició la oreja pero erró en la suerte suprema.

Plasmó varios lances de bello trazo, al cuarto Manzanares. Embebido en los vuelos de la muleta fue una primera tanda cargada de temple. Lo mejor y lo único de una labor que fue interrumpida al echar el freno de astado en la tercera tanda. Volvió a atacarse con los aceros.

Sueltecillo saltó “Frenoso”, impidiéndole el lucimiento a Roca Rey. Un animal que contrastó mucho su comportamiento en los primeros tercios frente a sus hermanos. Costoso, carente de emoción y con poco recorrido, el peruano se puso en las distancias cortas para intentar que fuera hacia adelante. Finalmente, con buen criterio, optó por abreviar.

El quinto, salió ya acusando la querencia. Quitó Calerito por ajustadas y reunidas chicuelinas. Roca Rey no quería irse de vacío, así que brindó al público. Con suavidad lo llevó hacia fuera. El “Victoriano” tuvo fijeza y temple en su embestida en los primeros compases. El peruano ejecutó una tercera tanda importante, haciendo rugir los tendidos. En la siguiente, el toro ya se sintió podido, rajándose. Se metió en los terrenos del animal para robarle algunos muletazos más.

 

Ficha del festejo:

Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Segunda de la Feria de San Miguel. Cartel de “no hay billetes”.


Toros de Victoriano del Río, bien presentados y de juego desigual. Destacando primero, segundo y sexto.

José María Manzanares (azul marino y oro): ovación con saludos tras dos avisos y silencio.

Roca Rey (caldera y oro): silencio y ovación con saludos.

José Pedro García “Calerito” (blanco y oro): oreja y ovación.


Incidencias: Saludaron tras parear la primero Antonio Manuel Punta y David Pacheco y Daniel Duarte en el segundo.

 

 

viernes, 23 de septiembre de 2022

Morante, otra faena histórica en San Miguel


Morante de la Puebla. Foto: Arjona / Toreomedia
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La Feria de San Miguel se abrió con una pletórica tarde de Morante. La labor a su primero fue interrumpida ante la falta de fuelle de su oponente. Frente al cuarto, realizó una de las faenas que ocuparán el cuadro de honor de las mejores que ha firmado en el coso del Baratillo. Ortega y Rufo solo puedieron ser testigos del acontecimiento porque ninguno de sus lotes les brindaron opciones de triunfo.
A penas media docena de verónicas a cámara lenta sirvieron para que Morante hiciera rugir a la Maestranza.  El quite, por el mismo palo, tuvo igual estética. Ortega quiso entrar en la pelea. Quitó con la gracia que le caracteriza con lances de bonita estampa, hasta que se sobrevino el enganche. Por bajo y con suavidad, comenzó el de La Puebla para sacarlo al tercio. "Empedernido" estaba cogido con pinzas y le faltaba celo. Dos tandas en las que imprimió sabor, fueron las que le duró. El de García Jiménez se vino abajo. Mató de pinchazo y media y saludó. 

Descoordinado saltó al ruedo "Desordenado", que hizo cuarto, ante el enfado del público. Las protestas continuaron durante el tercio de varas, en el que fue fuertemente castigado. Pararon durante el quite de Morante. Chicuelinas al paso y una media de cartel, tras la que casi fue arrollado. Los olés volvieron a aflorar en un inicio a dos manos pegado a tablas, en el que hubo sentimiento a la vez que peligro. Fuera de las rayas de picar, instrumentó una serie en redondo con rotundidad. El de toro acortó la embestida a la vez que Morante hacía lo propio en las distancias. Se metió entre los pitones toreando con un temple único. Una conjunción perfecta. Los naturales, con reunión, con la figura encajada. El final a pies juntos con la diestra, rebosando torería. La plaza estaba en éxtasis. Más allá de la belleza de la obra, la importancia radicó en la verdad con la que la ejecutó y cómo se la jugó por momentos. La espada, ya fue otra cosa. Al final, el palco lo premió con una cariñosa oreja, una faena que debió ser de dos de ley.

Ortega recibió al segundo por verónicas, aunque no terminaron de ser todo lo lucidas que se esperaba. "Despertador" rehusó de la suerte de vara. Rufo, que volvía después de su Puerta del Príncipe, dejó un quite por chicuelinas reunidas y una larga con despaciosidad. Al igual que su hermano anterior, las fuerzas y la raza no le acompañaban. El sevillano estuvo voluntarioso pero tuvo que abreviar.
El quinto, otro toro serio, qué armó el descontrol en banderillas. Definitivamente Ortega no tiene suerte con sus lotes en Sevilla. "Espléndido" no hizo gala a su nombre y aunque el diestro intentó justificarse, después del lío de Morante la tarde se puso cara y el público no quería medias tintas con un animal sin vida.

Tomás Rufo saludó con verónicas de mano baja, ganándole terreno hasta los medios al tercero, con un excelso remate. Tampoco quiso pelear en varas "Durazno". Pronto se puso a torear el toledano, con mando, haciendo sonar la banda en la primera tanda. La siguiente bajándole la mano y siempre con suavidad. En la tercera, el animal ya comenzó a sentirse podido y a rebajar la intensidad de su embestida. Por el izquierdo le costaba más y tenía menos clase. Terminó por rajarse y tuvo que irse a por la espada.
Blandeó en el capote de Rufo el sexto. El paseíllo de hoy era el último de un grandioso torero de plata, José Antonio Carretero. Tras el tercio de banderillas, la Maestranza le tributó una atronadora ovación, mientras que su torero, Tomás Rufo le brindó su actuación. El astado, con más movilidad que sus hermanos, le faltó chispa. Puso todo de su parte, toreando con firmeza, pero la faena no pudo alcanzar altos vuelos.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Primera de la Feria de San Miguel. Lleno.

Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez (6°) bien presentados, serios, faltos de raza en líneas generales.
Morante de la Puebla (verde manzana y oro): ovación con saludos y oreja tras aviso.
Juan Ortega (sangre de toro y oro): silencio y silencio.
Tomás Rufo (tabaco y oro): ovación con saludos y ovación. 

Saludaron Sergio Blasco y Fernando Sánchez tras parear al tercero.