¿Cuántos rabos se han cortado en La Maestranza?
A
las puertas del inicio de la Feria de San Miguel, se cumplen cinco meses de la
tarde histórica del 26 de abril en la que Morante
de la Puebla le cortara el rabo a “Ligerito” de Garcigrande. Tuvieron que pasar 52 años para que un matador de
toros volviera a lograr este hecho excepcional. No obstante, siete meses antes
un joven prodigio de la Tauromaquia, Marco
Pérez, paseó los máximos trofeos de un eral de Jandilla en el festival del 12 de octubre.
Aunque
en las últimas décadas no han sido prolíferos los rabos, incluso las nuevas
generaciones no habían conocido ni vivido en Sevilla un suceso de esta índole,
en el siglo pasado son numerosos los que se obtuvieron entre corridas de toros
y rejones, novilladas y festivales.
El 1
de mayo de 1919 Juan Belmonte paseó
el primer rabo de un toro de Concha y
Sierra. Aquella tarde compartió cartel con Rafael El Gallo, Gaona y Manolo
Belmonte. Como curiosidad, ese mismo día en la Monumental José Gómez “Gallito” obtuvo el mismo
premio. Para volver a ver cortar un rabo en el coso del Baratillo tuvieron que
pasar cinco años. El día de San Miguel de 1924, Manuel Jiménez “Chicuelo” cortó el siguiente. Los astados fueron de
Pérez de la Concha y se anunció con Antonio Posadas y El Litri.
El
año 1925 tuvo un nombre propio: Juan
Belmonte. El Pasmo de Triana cortó hasta tres rabos en tres corridas
diferentes. El primero llegó el 11 de junio, festividad del Corpus, de un toro
de Félix Suárez. Esta efeméride se
recordaría también como el día en el que tomó la alternativa Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”,
actuando como padrino Pepe El Algabeño.
El segundo cayó a sus manos el 29 de septiembre. El cartel lo completaron Chicuelo y Pepe Belmonte con reses de Peñalver. Este último torero también
estuvo presente en la tercera fecha señalada. El 1 de noviembre Belmonte volvió a triunfar frente a un
toro de Urquijo. El tercer actuante
fue Antonio Márquez.
En
1926 se repitieron circunstancias similares. Juan Belmonte paseó un rabo el 28 de septiembre en un cartel
compuesto por Chicuelo y Valencia II con ganado de Moreno de Santamaría; y otro el 24 de
octubre a un animal de Urquijo,
haciendo el paseíllo junto con el rejoneador Simao de Veiga y Antonio
Márquez y Marcial Lalanda.
La
racha triunfal de Belmonte continúa
en 1927. En la Corrida de la Prensa celebrada el 29 de septiembre el sevillano
obtuvo cuatro orejas, dos rabos y una pata de los toros de Pérez de la Concha. Chicuelo
y Niño de la Palma fueron los
testigos de los hechos.
En
abril del 28, Pepe El Algabeño se
convirtió en el triunfador. El día 8 cortó un rabo a un astado de Curro Molina en el día de la
alternativa de Mariano Rodríguez y dos
más el 21. El último de esa temporada fue para Chicuelo el 28 de octubre en un mano a mano con Curro Puya con ganado de Moreno de Santamaría.
El
20 de abril de 1930 Andrés Mérida
celebra una alternativa histórica al obtener dos orejas y rabo. Su padrino fue Chicuelo y su testigo, Cagancho. El 22 de abril del año
siguiente, Manolo Bienvenida
consiguió los máximos trofeos de un toro de Conde de la Corte. Lo acompañaron aquella tarde Marcial Lalanda y Cagancho.
El
primer novillero en entrar en este palmarés fue Diego de los Reyes el 21 de abril de 1932. Se acarteló Juanito Jiménez y Laínez, que también logró un apéndice de las reses de Esteban González. A finales de esa
misma temporada, Fermín Espinosa
“Armillita” se proclamó como el primer mexicano en engrosar esta lista. A
ella se sumó el 19 de abril de 1934 Rafael
El Gallo en un festejo en el que se lidió la ganadería de Torre Abad y participaron también Cagancho, Domingo Ortega y Diego de los Reyes. Concluye el año
sumando uno más Juan Belmonte el 28
de octubre ante toros de Clairac.
En
1936, aunque estaba a punto de estallar la Guerra Civil, Sevilla vivió uno de
sus años más glorioso en cuanto a triunfos a pesar del reducido número de
festejos que se celebraron. Se inauguró la temporada el Domingo de Resurrección
12 abril con una novillada que fue apoteósica, ya que tanto Pedro Ramírez “Torerito de Triana” como
Pascual Márquez cortaron un rabo
cada uno.
Tras
ese gran éxito, el 21 de abril repitieron con una extraordinaria novillada de Juan Belmonte en la que pasearon los
máximos trofeos e incluso Márquez sumó
una pata. Además, tanto Diego de los
Reyes como Rafael Gallito
desorejaron a sus oponentes. Un día antes, fue Manolo Bienvenida el que cortó el rabo ante un toro de Joaquín Murube.
Capítulo
aparte merece el festival celebrado el 18 de octubre de ese mismo año, que fue
en homenaje al Ejército Español. Se cortaron un total de cuatro rabos por parte
de Manolo Bienvenida, Domingo Ortega,
Pascual Márquez y Juan Belmonte
(sería el último de su carrera en Sevilla). Aquel día dejó estampas para el
recuerdo como la muleta de Bienvenida con
la inscripción de ¡Viva España!
Ya
metidos en el conflicto bélico, en la temporada del 37 se resintió más el
número de festejos. El 14 de febrero se programó un festival en el que de nuevo
Domingo Ortega se llevó los máximos
trofeos. El 24 de abril Pascual Márquez
se encerró con seis novillos de Murube para
despedirse con éxito de su etapa novilleril. Paseó los dos apéndices de su
primero y el rabo del quinto. El último que se otorgó ese año cayó en manos de Manolo Bienvenida el 6 de mayo. En el
año siguiente, el único que concedió fue para el novillero Torerito de Triana el 15 de mayo frente a un animal de Carmen de Federico.
Con
un país que intenta levantarse después de la guerra, vuelven a celebrarse más
espectáculos taurinos. En 1939 fueron cinco los rabos que se otorgaron. El
primero fue para Pepe Bienvenida el
9 de abril, Domingo de Resurrección, con toros de Albaserrada. El 23 de ese mismo mes y con novillos de Escudero Calvo, Luis Mata lo recibe y a cambio cae herido. En la novillada del
Corpus, Albaserrada de nuevo le da
el mismo triunfo a Rafael Vega de los
Reyes “Gitanillo de Triana”. Un mes más tarde, en la Corrida de la Prensa
las miradas estaban puestas en un joven cordobés que tomaba la alternativa como
era Manuel Rodríguez “Manolete”.
Pero en esta ocasión Chicuelo
acaparó todas las crónicas al conseguir los máximos trofeos. Siete días
después, el 9 de julio, conquistó Sevilla un novillero del barrio de San
Bernardo. Pepe Luis Vázquez, se
llevó hasta dos patas de aquel novillo de Braganza.
La
rivalidad entre Manolete y Pepe Luis Vázquez en 1941 fue notable.
Aunque días antes se hablaba de las dos orejas de Pepe Luis en Sevilla, el 20 de abril Manolete consigue los máximos trofeos. “Don Fabricio” en su crónica narró que “las campanas de Córdoba, plañideras porque había muerto Guerrita,
trocaron ayer el afligió son en alegre repique de gloria, porque Manolete, legítimo
sucesor de aquel coloso, superó hasta la sublimidad el memorable arte de su
ascendente. No alcanza nuestro recuerdo nada semejante: de tanta justeza y
elegancia, de tal calidad como la faena del cordobés al séptimo de Villamarta.
Manolete, con la magia de su toreo señor, amuló a Josué y detuvo el tiempo en
el reloj de la Maestranza, cuyas pasmadas manecillas quisieron guardar la hora
inicial del acontecimiento”. El otro festejo triunfal tuvo lugar el 29 de
junio en el que el novillero Manolo
Martín Vázquez le cortó los dos rabos a su lote de Benítez Cubero.
En
1942 asomó hasta en tres ocasiones el tercer pañuelo por el palco. El primero
llegó el 4 de junio durante la Corrida de la Prensa. Se lidiaron toros de Núñez para El Andaluz, Antonio Bienvenida y, el triunfador, Manuel Jiménez “Chicuelo”. “Don
Fabricio” en El Correo de Andalucía señaló que "Chicuelo, ayer, dio una lección a la juventud que desprecia a lo
viejo. Cuando se tiene la solera tan rancia y tan sabrosa que Manolo posee,
cuando se entrega tan de lleno como ayer la entregó Chicuelo para que la
saborease, a los jóvenes sólo les toca aprender… para ver si se les pega algo
de ese aroma tan único". El segundo, de un animal de Juan Pedro Domecq, fue a parar a manos
de Domingo Ortega el 12 de octubre
en la Corrida de la Cruz Roja. Y el último se otorgó el 15 de noviembre a Rafael Gallito en un festival en
homenaje a la Macarena.
En
1945 Armillita corta el segundo rabo
de su trayectoria en la Maestranza. Fue el 3 de junio en la Corrida de la Prensa
a un toro de Manolo González Contreras
y compartió cartel con Domingo Ortega
y Pepe Luis Vázquez. Los otros dos
se concedieron en el festival que se programó para el 28 de octubre. Los
triunfadores fueron Carlos Arruza y Álvaro Domecq, primer rejoneador en
conseguirlo.
En
la segunda mitad de esta década comienzan a escasear este trofeo. Tan solo en
tres festivales se produce este hecho: el 22 de diciembre de 1946 en el que se
celebró a beneficio del Ateneo y el rabo recayó en Antonio Bienvenida; otro para Manolo
González el 28 de noviembre de 1948 en el organizado en homenaje al barrio
de Triana; y el último lo logró Juan de
Dios Pareja Obregón el 9 de diciembre de 1949 que fue en honor a la Patrona
de la Aviación.
En
1950 en el festival realizado por la misma festividad, Manolo González paseó uno y otro Luis Miguel Dominguín con la peculiaridad de que ese día toreó a
caballo. En el año posterior, el novillero Antonio
Cobo cosecha el mismo triunfo el 21 d octubre con ganado de Hidalgo Martín.
La
temporada de 1952 se compuso por un gran número de festejos pero los máximos
trofeos se otorgaron en festivales o corridas benéficas. El primero de ellos se
concede el 12 de febrero en el celebrado para la Hermandad del Rocío de Triana.
Fue para un novillero de nombre Salvador
Távora, que posteriormente se convertiría en dramaturgo. El mes siguiente
lo alcanzó Domingo Ortega en el
festejo del Montepío de la Policía. En octubre destacan tres fechas. El 1 de
octubre tiene lugar un festival homenaje a Rafael
El Gallo por su 50 aniversario de alternativa. Domingo Ortega, César Girón y Domingo
dos Santos pasearon un rabo cada uno. Para esta ocasión, estuvieron en el
palco Juan Belmonte y Machaquito. El día 12 se dispuso una
brillante corrida a favor de la Cruz Roja. Se lidiaron toros de Manolo González y Salvador Guardiola en la que Dominguín
sumó tres orejas, Ordóñez dos y
el rabo fue para Rafael Ortega. La
semana siguiente tuvo lugar el del Ateneo consiguiendo el mismo premio Manolo González.
En
el 53 solo se recoge uno y fue para Domingo
Ortega, de nuevo en un festival, el 15 de febrero. El 54 tuvo como
protagonista a César Girón. No fue
solamente el primer torero venezolano en logar un rabo en el coso del
Baratillo, sino que esta proeza la repitió en dos corridas seguidas: una el 27
de abril a un toro de Cobaleda y la
otra, el 29 con uno de Guardiola.
Dos años después, fue Rafael Ortega
ante un Miura y del que destacaron
las crónicas de la época la gran estocada que le recetó calificándola en muchos
casos incluso como la de la Feria.
En
la década de los 60 se registran tres más. El día de la Inmaculada de 1960 lo
hace Miguel Mateo “Miguelín” en el
festival a beneficio de la Vejez del Torero. El 20 de abril de 1964 llegó la
revolución a Sevilla con Manuel Benítez
“El Cordobés”. “Don Fabricio II”
narró en su crónica para ABC que “El Cordobés ha sido ayer el protagonista de
un suceso tauromáquico, que habrá que llenar toda una página áurea en la
particular historial del soso hispalense. Su valor sereno y consciente y su
personalidad única, arrolladora, han brillado con riquísimos colores en la
tarde más completa de cuantas hemos visto al arrebatador torero, en una
actuación difícilmente superable, de una enjundia como para convencer a los más
furibundos detractores del espada, quien ah toreado de verdad sin detrimento de
la parte espectacular de su repertorio”. En esa corrida de Núñez también obtuvo un apéndice Diego Puerta. El diestro sevillano fue
el siguiente en sumarse en este palmarés en la Feria del 68 con ganado de Marqués de Domecq. Junto a él cortó una
oreja Antonio Ordóñez y remató el
cartel Curro Romero.
En
1971 Francisco Ruiz Miguel se
convirtió en el último matador del siglo XX que logró esta hazaña. Fue un 25 de
abril y se anunciaron un toro de Bohórquez,
al que desorejó el propio Fermín
Bohórquez, y seis de Miura para Andrés Hernando y Florencio Casado “El Hencho”.
Cabe
destacar que Ruiz Miguel entró en
este cartel sustituyendo a Limeño.
Un día antes, Ángel Peralta había
sido premiado con cuatro orejas y un rabo. Los astados de Urquijo permitieron el triunfo de Rafael Peralta que obtuvo dos orejas y Álvaro Domecq y José Samuel
Lupi, una.
El último rabo hasta la fecha data del 26 de mayo de 1999 en la matinal de rejones y fue para Pablo Hermoso de Mendoza. Antonio Lorca para El País apuntó al respecto que “la labor de Pablo Hermoso de Mendoza había sido completísima, y combinó el valor, la ortodoxia, la espectacularidad, la emoción, la variedad, el sentimiento, la seguridad y el dominio más absoluto. Todo un compendio de arte y valor capaces de provocar la máxima emoción”.
Fuentes:
El
libro de oro de la Maestranza de ABC, 1996.
https://plazadetorosdelamaestranza.com/
https://www.portaltaurino.net/
“Rabos
cortados en Sevilla en el siglo XX”, Sevillatoro, Carlos Crivell, 7-5-2010
https://sevillatoro.es/rabos-cortados-en-sevilla-en-el-siglo-xx/
“Pablo
Hermoso de Mendoza corta un rabo”, El País, Antonio Lorca, 25-4-1999
https://elpais.com/diario/1999/04/26/cultura/925077613_850215.html
Daniel Ruiz, un ganadero erudito y con personalidad, leyenda del campo bravo albaceteño (semblanza)
En el albor de este sábado los teléfonos no paraban de sonar. Ha
muerto Daniel Ruiz Yagüe. La noticia
corría entre la incredulidad y la tristeza. En la tarde de ayer, muchos
aficionados y profesionales compartieron anécdotas y sonrisas con él en la que
sería su última tarde de toros.
Se fue feliz de la plaza de Castellón. “Mamarracho”, lidiado en
sexto lugar por Manzanares y al que
le cortó una oreja, le hizo quitarse la espinita que le había dejado “Lorito”,
que provenía de una gran reata, pero no le había dado opciones de triunfo a El Juli. Un torero muy ligado a su casa
y con el que tanto él como su familia guardaba una gran amistad.
El diestro madrileño llegó al escalafón superior, hace ahora 25
años, con el toro “Endiosado” de su propio hierro. Un astado que quedaría
registrado en los anales de la Tauromaquia. Tras él, fueron muchos otros de su
propiedad los que han marcado la trayectoria de El Juli como “Cortesano” o “Fanfarria”, indultados en Albacete en
2015 y en Valladolid en 2017, respectivamente.
Daniel Ruiz era un erudito y apasionado por el toro bravo. En 1976 tomó la
decisión de adquirir su ganadería. Llevaba sangre de Santa Coloma de Coquilla, que
la aumenta con un lote de vacas de Eusebia
Galache. Diez años después, elimina todo ello al comprar 70 hembras y un
semental de Jandilla.
Su trabajo infatigable convirtieron a su divisa amarilla y verde
en una de las más importantes del panorama de la cabaña brava actual. Perseguía
la bravura y la clase en sus toros, siempre armónicos, bajos de agujas y con
cuello largo. Unas hechuras perfectas para embestir.
Del “Cortijo del Campo” de Almansa salieron reses de gran
trascendencia, que incluso lo encumbraron como ganadero en su plaza de
Albacete. Al citado anteriormente, se le suman los también indultados en ella “Pescadero”,
por Miguel Perera en 2013 o “Asistente”,
por El Cid en la Corrida de Asprona
un año después. Memorable además fue la faena de Enrique Ponce a “Juguetón” en Ciudad Real en 2017, perteneciente a
otra estirpe de nombres célebres en su ganadería.
Una larga lista de grande éxitos como criador de toros, pero su mayor legado es el amor por la Tauromaquia que transmitió a su familia, especialmente a su hijo Daniel y su amistad incondicional a todos aquellos que lo conocían. Durante la madrugada su corazón se paró, dejando un gran vacío en el mundo taurino.
Publicado en Toreteate el 18 de marzo de 2023
Los Corrales del Gas: el mítico punto de encuentro entre toros y aficionados
Cuando
el calendario marca el inicio de julio y comienzan a desenfundarse los
pañuelicos rojos a la espera del chupinazo del día 6, el ambiente
presanferminero se concentra en los Corrales del Gas. En el tercer peldaño de
la escalera de San Fermín nos adentramos a conocer este mítico lugar que guarda
una larga historia y datos desconocidos.
Origen
e historia
Durante
el siglo XIX, donde hoy se localizan los Corrales, se ubicaba una fábrica de
gas que abastecía el alumbrado público del barrio de la Rochapea. En 1899 y,
tras dejar de funcionar, se utilizó como el lugar donde hospedar a los toros de
procedencia andaluza y castellana. En el caso de los navarros, lo hacían en los
corrales del Sario, acondicionados desde 1893.
Esta
división se realizaba porque los astados llegaban de dos formas diferentes a
Pamplona. Por una parte, los de la zona eran conducidos por los vaqueros y los
cabestros por caminos hasta los citados corrales del Sario, mientras que los
que venían de fuera de Navarra, lo hacían en tren (forma habitual de
transportar a los toros en esos años) hasta la Estación del Norte para ser
embarcados en carros hasta los del Gas.
Los
Corrales del Gas estaban formados por cercados de madera hasta 1918, cuando se
construyen unos fijos con paredes permanentes. Los últimos resquicios de la
fábrica de gas son derribados en 1943.
La
atracción de los aficionados por el desembarque de los toros y el poder verlos
en su plenitud en "El Gas", hace que se convierta en todo un espectáculo ya en
los años 30. Durante la década de los 60, se limita el número de personas que
tienen acceso debido a la masificación y trascendencia que habían tomado.
En
diciembre de 2003 se construyen los actuales Corrales del Gas, que son
inaugurados durante los Sanfermines de 2004.
El
escaparate de los Corrales del Gas
Manteniendo
la tradición iniciada un siglo atrás, los Corrales del Gas continúan siendo el lugar
donde reposan los toros hasta que son trasladaos a los de Santo Domingo para el
encierro. Tienen una capacidad para albergar hasta siete corridas.
Los
aficionados visitan este mítico sitio para poder ver a pocos metros, aunque a
través de unos ventanales de cristal, a los verdaderos protagonistas de San
Fermín. Una auténtica exhibición de las cualidades de las reses que cautiva
tanto niños como mayores, ya que examinan en vivo desde sus trapíos hasta sus
voluminosas cornamentas antes de que recorran las calles de Pamplona.
En
cada uno de los corrales hay un cartel donde se indica la información de cada ganadería,
así como del orden en el que se lidiarán en la Feria. Este año pasarán por
ellos las divisas de La Palmosilla,
Jandilla, Victoriano del Río, Miura, Cebada Gago, José Escolar, Núñez del
Cuvillo y Fuente Ymbro. Se da la
circunstancia de que es el mismo elenco ganadero que la pasada temporada, como
ya anunció la Casa de la Misericordia. Solo falta conocer los diestros que se
enfrentarán a ellos.
Las
visitas se producen desde el inicio de julio en horario de mañana y tarde
adquiriendo una entrada cuyo coste es de 3,5 euros. Los menores de 12 años
tienen acceso gratuito ,siempre bajo la compañía de un adulto.
El
Encierrillo
Una
de las tradiciones menos conocidas para el público en general durante las
fiestas de San Fermín es el denominado Encierrillo. Cada día, en torno a las
diez de la noche, se produce su celebración. Los seis toros que van a correr y
a lidiarse el día posterior, recorren los 440 metros que separan los Corrales
del Gas de los de Santo Domingo.
El Encierrillo es la antesala al Encierro, pero contrasta con él
en todos los aspectos, ya que se lleva a cabo en silencio, sin la festividad y
el color de la mañana. No participan corredores, las reses van acompañadas por
los cabestros y los pastores, que han sido distribuidos por el mayoral en el
recorrido.
Previamente, un grupo de policías se encarga de despejar el
recorrido. Una vez cumplida la misión, se escucha un toque de cornetín desde el
corral de Santa Domingo. Tras él, se produce un segundo en el puente de
Rochapea. Es la señal de que el Encierrillo puede comenzar.
Son pocos los afortunados que lo presencian. Para ello se necesita
adquirir un pase cuyo número es muy limitado en el Área de Cultura del
Ayuntamiento.
Publicado en Toreteate el 3 de marzo de 2023
El vivero de novilleros analizado por Toreteate
La Fiesta está más viva que nunca. El escalafón de
novilleros está en plena efervescencia con una cantera que goza de grandes
cualidades y de un futuro ilusionante. Todos ellos se encuentra en diferentes
momentos en su trayectoria. Mientras unos están listos ya para dar el paso y
enfrentarse al toro, otros debutarán con caballos y llegarán para revolucionar
la temporada. Por otra parte, la nómina de los más punteros sumado con otro
puñado de novilleros que aún están al principio de esta etapa, pero a los que
hay que seguir de cerca, harán que los aficionados disfruten y se emocionen a
lo largo de este año. Toreteate pasa revista a todo este prometedor elenco.
CERCANOS
A LA ALTERNATIVA
Álvaro Alarcón
El
novillero de Torrijos ha asumido una apuesta fuerte. Tomará la alternativa en
Las Ventas en el inicio de la Feria de San Isidro de manos de El Juli y Roca Rey con toros de La
Quinta. Antes, tiene marcada en el calendario la fecha del 13 de marzo, ya
que actuará en Fallas con una novillada de Fuente Ymbro. El mismo hierro que
tantas alegrías le ha dado en su incipiente trayectoria. Con un encierro de la
divisa de Ricardo Gallardo abrió la Puerta Grande de Madrid el 23 de mayo
al cortar tres orejas. Este hito hacía quince años que no se producía por parte
de un novillero.
Teniendo
como referente al José Tomás, Alarcón
refleja en cada la pureza de su toreo y su entrega. Sus éxitos la temporada
pasada quedaron refrendados en plazas como Valencia o Pamplona y saliendo en
volandas en El Puerto de Santa María, Mont de Marsan o San Sebastián de los
Reyes.
Yon Lamothe
La futura promesa del toreo francés se doctorará el 19 de julio en
la plaza de toros de Mont de Marsan. Su nombre pasará a la historia como la del
primer matador al que le dará la alternativa Roca Rey. El cartel de auténtico lujo para esta efeméride lo
completa Tomás Rufo. Los astados
llevarán la divisa de Garcigrande.
Tras la temporada 2021 en la que se alzó como novillero triunfador
en Francia, el pasado año lo cerró sumando un total de 23 novilladas en las que
cortó 24 orejas y dos rabos. Esos triunfos los cosechó en cosos como la de
Arles, Parentis, Roquefort, Bayona o Mont de Marsan. En España, también ha
dejado la impronta de esa personalidad que lo diferencia del resto. Quedó cuarto en el Circuito de Novilladas de
Madrid y rodó gran nivel en el
Zapato de Oro de Arnedo. Se presentó en Las Ventas en la Feria de Otoño firmando
una seria actuación frente a un lote complicado de Valdellán.
Diego García
El madrileño acabó la temporada siendo el líder del escalafón
novilleril con 39 festejos y 52 orejas. Aunque lo avalan sus innumerables
triunfos, la tarde más importante de su temporada llegó el 1 de mayo, día de su
presentación, cuando abrió la Puerta
Grande de Las Ventas al desorejar a “Desbrozador”, un excelente novillo de Casa de los Toreros. Diego García conquistó la plaza más
importante del mundo gracias a solvencia y frescura. Volverá a pisar el mismo
albero el 17 de mayo frente a los utreros de Los Maños. Cabe resaltar en su currículum el tercer puesto en el
último Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid.
Jorge Martínez
El novillero de Totana bebe de la fuente del toreo caro y en sus
muñecas está el don del temple. Cada una de sus faenas es para paladear. Ese
germen es el que ha plantado en plazas como Madrid, Sevilla, El Puerto Santa
María, Bilbao o Zaragoza. Más allá de los números, ha salido en volandas en
Almería o Murcia, entre otras. Esa semilla ya la había cultivado en 2021,
siendo declarado triunfador del Circuito
de Novilladas de Andalucía, del ciclo de Peralta, así como los galardones
de mejor faena en el Circuito del Norte
y en el Alfarero de Oro.
Víctor Hernández
Hernández realizó una temporada arrolladora el pasado año en la que incluso
toreó en varias ocasiones con el muslo abierto. La presente, que recién se
inicia, ya ha cortado una oreja de peso en Valdemorillo gracias a su entrega,
su valor y a la madurez de su toreo. Valencia y Madrid son sus siguientes
paradas. En un mes se cumplirá un año desde que atravesó la Puerta de los sueños de Las Ventas frente a un complejo lote de Los Chospes. El novillero de Los Santos
de la Humosa ha mostrado esa rotundidad en cosos de la importancia de los de
Santander, Almería, Bilbao, Albacete, Villaseca, o Zaragoza, además de alzarse
con el Zapato de Oro de Arnedo.
Rafael Reyes
El novillero de Córdoba, apoderado por José María Lázaro, tiene por delante un año ilusionante, ya que
está prevista su alternativa a finales del mismo. El clasicismo de su concepto, siempre buscando la profundidad, ha
marcado su larga trayectoria. Reyes se presentó el pasado año en Madrid dejando
una buena imagen. Hace unas semanas, abría la primera Puerta Grande de la
temporada en España en la plaza de Lucena del Puerto tras plantarle cara un
duro lote de Hato Blanco.
LOS
QUE VAN A LLEGAR
Manuel Román
El
cordobés, apoderado por Juan Ruiz
Palomares y Juan Collado,
debutará con los del castoreño el próximo 28 de febrero, Día de Andalucía, en
Linares. Su clasicismo y su intuición
innata han marcado su meteórica carrera. El novillero del barrio de Santa Marina,
el mismo del que provenía Manolete,
promete ser el nombre que vuelva a encumbrar el toreo en la capital de los
Califas. La pasada temporada quedó tercer
finalista del Certamen de Escuelas Taurinas de Andalucía y cortó una oreja
en La Maestranza en el ciclo de julio.
Sergio Sánchez
La Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz continúa dando sus
frutos. Uno de ellos es Sergio Sánchez,
que debutará con picadores la próxima Feria de Olivenza con los utreros de Alejandro Talavante. Como colofón a su
trayectoria como novillero sin caballos participará en el Certamen Kilómetro 0 de Vistalegre el último fin de semana de febrero.
El pasado año se alzó como ganador
de la “Piña de Oro” de Hoyo de Pinares, fue el segundo clasificado en el Ciclo de Novilladas del Patronato de Tauromaquia
de Badajoz y finalista en el de Andalucía. En su esportón también cuenta
con numerosos triunfos como en Mérida, La Algaba o Montoro gracias a su valor y capacidad de resolución.
Tristán Barroso
El novillero de origen francés es el otro rostro de la Escuela de
Badajoz que llegará al escalafón con picadores el 3 de marzo en Olivenza.
Después de esta cita, ya tiene cerrada otra para el 10 de abril en Mugron,
donde se enfrentará a los de Baltasar
Ibán.
Apoderado
por Carlos Zúñiga padre, en 2022
alcanzó la cifra de 40 novilladas. Sus triunfos se cuentan por doquier gracias
su temple y a una fácil conexión con los tendidos. En 2021, se alzó como ganador del Certamen de novilladas del
Patronato de Tauromaquia de Badajoz y recibió el premio al “Mejor novilleros sin picadores en Mont de
Marsan”. En la última temporada, sumó a su palmarés el del Bolsín “Villa de Candeleda” y el del I Certamen del Suroeste de la Comunidad de
Madrid.
Cristiano Torres
Desde
que debutara de luces el pasado mes de febrero en Arzacq, el salmantino ha sorprendido
por su valor combinado con un concepto clásico. En sus 30 paseíllos el año pasado,
cortó 62 oreja y 11 rabos, saliendo en hombros en Arlés, Valencia y proclamándose
triunfador del Ciclo de Novilladas de
Andalucía y del Certamen de Salamanca.
PUNTEROS
Sergio Rodríguez
El
de Navas de Marqués es uno de los novilleros que más ilusión despierta entre
los aficionados, ya que desde que toma el percal se percibe que tiene algo
especial. Por ese motivo ha sido poseedor de los galardones de “Mejor Faena” tanto en el Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra
como en el Zapato de Oro de Arnedo.
También se alzó como ganador del
Certamen de San Agustín de Guadalix y fue finalista en el Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid. Esa misma estela es la que sigue este
año, con un inicio vibrante en Valdemorillo. Ya tiene firmada su presentación
en Madrid. Será el próximo 23 de mayo con la divisa de Montealto.
Jorge Molina
En la misma fecha que su compañero, Molina hará también su primer
paseíllo en el coso venteño. Aquella tarde de septiembre en Villaseca de la
Sagra, el novillero toledano dio un golpe sobre la mesa al cortarle tres orejas
a su lote de utreros de Cebada Gago.
Actuación que lo encumbró al ansiado trofeo del “Alfarero de Oro 2022”. Este hecho lo convertía además en el primer
novillero en tener el Alfarero de Plata
y de Oro en su poder. Esa impronta también la dejó en el Circuito de
Novilladas de la Comunidad de Madrid, Calasparra o Zaragoza.
José Rojo
De Adolfo Martín a José Escolar pasando por Baltasar Ibán o Fuente Ymbro, son algunos de los hierros a los que se ha enfrentado
el novillero cacereño en los últimos doce meses. No ha vuelto la cara frente a
ningún tipo de encaste, demostrando un total
dominio de lidia. En el mes de abril, se presentó en Las Ventas sufriendo
una aparatosa cogida. Repitió en el mismo escenario en el mes de agosto
imprimiendo nuevamente una buena imagen. La misma que reflejó en los certámenes
de novilladas de Arnedo, Calasparra o Peralta.
Guillermo García
Pulido
El ganador del Circuito de
Novilladas de la Comunidad de Madrid ha iniciado el
año con un gran triunfo en el coso de Valdemorillo, al pasear tres orejas de un
encierro de Conde de Mayalde. El
novillero de Toledo revolucionó el escalafón novilleril desde su debut con
caballos en el mes de abril, durante su primera comparecencia en el ciclo organizado
por la Fundación Toro de Lidia. Tras ese día, ha dejado un reguero de Puertas Grandes
y una seria presentación en Madrid. A esta plaza volverá el próximo primero de mayo
con una novillada concurso.
A
LOS QUE SEGUIR LA PISTA
Christian Parejo
El
chiclanero hizo historia la temporada pasada al convertirse en el primer novillero triunfador tanto del
sureste y suroeste del país galo, premio que otorga la prestigiosa Unión de
los Clubes Taurinos de Francia. Parejo tiene una especial vinculación con el mencionado
país, ya que hace años dejó la localidad gaditana para poner rumbo a Beziérs
para apuntarse a su Escuela Taurina. Con su personal concepto ha convencido con
rotundidad a los aficionados de Bayona, Mont de Marsan, Nimes, Beziérs, Arnedo
o Arganda del Rey.
Marcos Linares
Desde
su debut con los del castoreño en el mes de marzo en Morón de la Frontera, el novillero
jienense se ha hecho un hueco por méritos propios en plazas de la importancia de
Córdoba o Santander. En ambas cita dio cuenta de sus buenas maneras y de su crecimiento,
al igual que en el Zapato de Oro
donde el acaparó el premio al mejor
toreo de capa. No es el único trofeo que ha cosechado en el año pasado, ya
que la “Espiga de Oro” de Calasparra
acabó en sus manos.
Álvaro Burdiel
El de Sevilla afincado en Pozuelo de Alarcón no olvida sus
orígenes cuando coge los tratos de torear ya que su clasicismo es propio de la
escuela sevillana. Con esas armas gustó tanto en su paso por La Maestranza como
por Las Ventas, repitiendo un mes después en esta en la novillada de triunfadores. Volverá a hacer el paseíllo durante
el próximo San Isidro, pasando primero por Valencia.
Víctor Cerrato
Aunque el novillero madrileño no se ha prodigado por las ferias
más importantes en su primer año de alternativa, ha hecho frente a hierros de
diferentes encastes y ha salido en hombros de plazas como Tudela, Cortegana,
Los Molinos, Pedrajas de San Esteban, Boadilla del Monte o Roa de Duero.
Cerrato reivindica su sitio porque cada tarde causa sensación con su alegría y variedad.
El Melli
Las dos tardes que marcaron la campaña pasada de Germán Vidal
fueron la de Sanlúcar de la Barrameda y la de Sevilla. En la primera, en su
ciudad natal, las tres orejas que cortó le valieron moralmente. En la segunda,
el trofeo que paseó le dio rédito para su presentación Madrid en julio. El
gaditano es novillero poderoso, con gran
ambición y valor que no deja indiferente a nadie.
Lalo de María
El francés está aún por descubrir, pero es un valor seguro por el
que ha apostado en la labores de apoderamiento José Antonio Campuzano. Olivenza fue el escenario de su debut y en
el que ya se pudo vislumbrar la pureza de su toreo. Lalo de María dio un toque de atención en plazas como Beziérs o
Nimes. En las próximas fechas se enfrentará a dos novilladas de Fuente Ymbro en
Fallas y San Isidro, donde se verá su evolución.
Daniel Medina
El corte estético y arrebatado de Medina ha despertado la ilusión
del toreo vallisoletano. Ha creado muy buen ambiente en su tierra con triunfos
en ruedos como Olmedo, Laguna de Duero o en La Granja, donde se impuso
obteniendo el cotizado “Judión de Oro”.
En su calendario tiene marcada la fecha del 14 de marzo, cuando hará el
paseíllo en la Feria de la Magdalena con utreros de la divisa de El Freixo.
Clemente Jaume
Completa la baraja de novilleros franceses Clemente Jaume, que con
su entrega y su conexión con los tendidos se ha ganado un sitio. Sus triunfos
se cuentan de norte a sur, desde Istres, pasando por El Soto hasta Nerva.
2022: Un año de pérdidas irreparables
Se
va 2022. Un año en el que el mundo del toro ha llorado la muerte de demasiados
profesionales y aficionados. Las vidas de reconocidas figuras del toreo de las
décadas entre los 50 y 70 se apagaban. Ganaderías de la cabaña brava se
quedaban huérfanas de sus propietarios. Esos que lucharon durante años para
sacarlas adelante. Miembros legendarios de cuadrillas de arte hacían su último
paseíllo. Y las voces inconfundibles de algunos periodistas se quebraban.
Cuando
la Navidad pasada llegaba a su fin, fallecía Jaime Ostos en Bogotá. Ciudad a la que había ido a pasar esas fechas.
El 8 de enero se paraba su “corazón de león”. Fue un torero de raza, que miró
de frente en muchas ocasiones a la muerte. Como aquella tarde de 1963 en
Tarazona de Aragón. Su carrera también estuvo marcada por su poder y su
contundencia con la espada, desde que tomara la alternativa el 13 de octubre de
1956 en Zaragoza de manos de Miguel Báez
“Litri” y Antonio Ordóñez.
Precisamente
su padrino de alternativa también nos dejaba en la primavera a los 91 años. Miguel Báez “Litri” era nieto, hijo,
hermano y padre de toreros. Tuvo una trayectoria meteórica de novillero, que
hizo que se doctorara con tan solo 20 años. El acontecimiento tuvo lugar el día
de la Hispanidad de 1950 en Valencia junto a Cagancho y Julio Aparicio.
Su quietud y valor lo llevaron a ser considerado un matador tremendista,
llegando a salir hasta en siete ocasiones por la Puerta Grande de Madrid.
El
dolor de la familia Báez-Spínola se
perpetuó dos semanas después, cuando la esposa del diestro onubense, Concha Spínola fallecía a causa de un
infarto.
El
21 de febrero partía a los 86 años Joaquín
Bernadó, el torero catalán más importante. Hizo hasta 243 paseíllos en
Barcelona. Tomó la alternativa en Castellón, el 4 de marzo de 1956 actuando
como padrino Antonio Bienvenida y como testigo Julio Aparicio con toros de Manuel
Arranz. Destacó por su técnica depurada y su elegancia. Dejó para la eternidad
su pase de la “bernadina”, tan popular ahora para firmar las faenas. Además, fue
profesor de la Escuela Taurina “Marcial Lalanda” y narró multitud de festejos
frente a las cámaras de Telemadrid.
Pocas
semanas después, moría Gabriel de la
Casa. Llegó al escalafón de matadores el 9de agosto de 1965 en la plaza
ciudadrealeña de Manzanares. El Cordobés
y Víctor Manuel Martín fueron
testigos de aquella tarde en la que cortó cuatro orejas y un rabo. Consiguió un
gran éxito en América, especialmente en Colombia, Venezuela y Ecuador. Tras retirarse,
se dedicó a las labores tanto de apoderamiento como de empresarial
Un
día después, la muerte volvía asolar al mundo del toro. En esta ocasión perecía
Manuel Amador, el primer torero
gitano de Albacete, quien fue un regio defensor del toreo de su etnia. Su hijo
del mismo nombre, continuó con la dinastía. En La Maestranza comenzó su
andadura como matador de toros. Curro Romero actuó como padrino y como testigo
lo hizo Carlos Corbacho. Aquella
tarde también se anunció el rejoneador Álvaro
Domecq, que mataron un encierro de Joaquín Buendía. Impartió su doctrina en
la Escuela Taurina de Albacete y en las narraciones de las corridas de
Castilla-La Mancha TV.
El
17 de junio se marchaba Andrés Vázquez.
El diestro de Villalpando, que se forjó en las capeas de los pueblos, formó un
binomio con Victorino Martín. De
hecho, con 80 años mató un novillo del hierro de los cárdenos al que le cortó
un rabo. Tomó la alternativa en Las Ventas en pleno San Isidro de 1956. Día en
el que cortó dos orejas y salió en hombros. Fue una de las diez veces que lo
hizo en Madrid en una carrera plagada de cornadas. Fuera de los ruedos, además
de ser profesor de la Escuela Taurina “Marcial Lalanda”, protagonizó tres
películas.
En
marzo decía adiós a los 90 años José
Manuel Pereira Lupi, percusor del toreo portugués. Junto a Álvaro Domecq, Ángel y Rafael Peralta fueron denominados como “los
cuatro jinetes del apocalipsis”.
En
el ruedo celestial se unieron los matadores de toros José Ruiz Baos “Calatraveño”; Clemente Castro “Luguillano Grande”; Antonio
Vázquez Garcés, hermano de Pepe Luis
y Manolo Vázquez; Antonio Rojas, también profesor de la
Escuela Taurina de Albacete; Juan
Antonio Navarro “El Andujano”; Pedro
Santamaría; Luis Alfonso Garcés; y el portugués José Trincheira.
El
campo bravo se tiñó de luto en varias ocasiones este año. A inicios del mes de
enero, Huelva lloraba la pérdida del ganadero y empresario José Luis Pereda, uno de los últimos románticos del toreo. Haciendo
uso de su afición desmedida, consiguió devolverle el brillo a La Merced, así
como de crear una ganadería importante de encaste Núñez.
A
penas 72 horas después, fallecía Javier
Araúz de Robles a los 87 años tras una larga enfermedad. El ganadero logró
imprimir su personalidad en su divisa. Era aficionado práctico, además de
Abogado del Estado.
A
principios de diciembre, moría Jaime
Guardiola Domínguez por culpa de un ictus. Proveniente de una estirpe
ganadera, era el propietario del hierro de Salvador
Guardiola Fantoni, de procedencia Villamarta.
A todas
estas pérdidas se sumaron Ana María
Gavira Martín, hija de Don Salvador Gavira; José Luis Montes, ganadero de Montealto; Rafael Miranda, propietario de Miranda y Moreno; y Alicia Chico, la última ganadera
trashumante de ganado bravo.
El
magnate mexicano, además de criador de toros y empresario, Alberto Bailleres nos dejaba a inicios de febrero. A su cargo
estaban los hierros de San Miguel de Mimiahupam, Begoña, San Martín, San Teresa
en México y Zalduendo en España. Su pasión por la Tauromaquia también le llevó
a ser uno de los impulsores de La Plaza México.
El
sector empresarial decía adiós hace un mes a Pedro Pérez “Chicote”. Durante su juventud, fue un novillero de
éxito en su tierra, llegando a torear hasta siete domingos seguidos en la plaza
de Granada. Su amor por su profesión se lo inculcó a sus hijos. Pedro, también torero y empresario, y Carlos, banderillero. Por otra parte,
era el director de la Escuela Taurina de Atarfe.
Otro
empresario y reconocido apoderado,
Roberto Espinosa, se iba a los 84 años el pasado mes de junio. Dirigió con
éxito las carreras de matadores como Emilio
Muñoz, Dámaso González, Luis Francisco Esplá, Dávila Miura, Rafaelillo, Rubén
Pinar o López Chaves. Junto a Simón Casas, sacó adelante proyectos en
las plazas de Valencia, Castellón y Nîmes.
Con
respecto a los hombres de cuadrilla, se marchaban dos legendarios picadores. Benito Quinta Infante, patriarca de “Los
Quinta” y mayoral de Concha y Sierra y de Marqués de Albaserrada, y Agustín Ladrón de Guevara, miembro de
otra dinastía. Otros dos varilargueros que perecieron son Enrique Silvestre Salitas y Juan
Gautico, además del banderillero sevillano Guillermo de Alba. En noviembre el toro de la carretera acababa con
la vida de Manuel Vázquez, el que
fuera chófer y mozo de espadas de Pablo
y Guillermo Hermoso de Mendoza.
Las
letras se emborronaron al conocer la muerte de Santi Ortíz, que además de periodista y escritor, fue matador de
toros. Un día antes, “el loco de la colina” Jesús Quintero expiraba. Periodista y aficionado, entrevistó a
numerosos toreros con su peculiar estilo. En abril, se apagaba la voz de Paco Romera, narrador de los encierros
de San Fermín en Radio Nacional de España. También nos despedíamos de José Manuel Albendea, político y
crítico taurino, que firmaba sus artículos bajo el seudónimo de Gonzalo Argote. Del mismo modo, impulsó
la creación de la Asociación Taurina Parlamentaria. Dominique Lapierre, autor de la famosa novela O llevarás luto por mí, escribía sus últimas letras.
La
muerte tampoco ha entendido de edad. Sobrecogedoras fueron las pérdidas de Miguel Alfonso, forcado de 25 años, que
moría en un accidente con un quads. El recortador Enzo Robert de 20 años recibió una cornada mortal en Saintes Maries
de la Mer. Con tan solo 18 años nos dejaba el ganadero Ignacio López Chaves, hijo del primo hermano de Domingo López Chaves. El torero
mexicano Manolo Guevara sufrió un
paro respiratorio con 32 años. Y Emilio
Miranda hijo se marchaba a los 43 años tras no superar una grave enfermedad
con la que luchaba desde hacía varios años. Hijo del apoderado de mismo nombre,
dirigió las carreras de diestros como Antonio
Nazaré y en esos momentos lo hacía con la del novillero Marcos Linares.
Mención
aparte merecen Antonio Sánchez y Rafael Morante, padres de Cristina Sánchez y Morante de la Puebla, y Mari
Carmen García Cobaleda y Carmen Díaz,
esposas de El Viti y Pablo Lozano hijo.
Publicado en Toreteate el 30 de diciembre de 2022
La nostalgia de la Barcelona Taurina
Caminando
por las modernistas calles de Barcelona encuentras los resquicios de lo que un
día fue una de las ciudades bastión de la Tauromaquia. Aunque algunos han
intentado borrar el legado, sus raíces son mucho más profundas y persisten con
el paso de los años.
Las
corridas de toros forman parte de la historia, la cultura y la vida de la
Ciudad Condal. En la capital de Cataluña convivieron a principios del siglo XX tres plazas de toros: El Torín, Las Arenas y La Monumental. La primera, se asentó en la
Barceloneta sobre 1834. Su existencia se prolongó hasta las primeras décadas de
la centuria pasada en medio del auge de Las Arenas y la inauguración de La
Monumental. El Torín dejó de dar toros en 1923 para ser demolida en 1944.
En
la actualidad, Barcelona se divide entre la
soledad y el silencio que habita en
La Monumental que contrasta con el
color y la vida que rodea a Las
Arenas, aunque ninguna de ellas albergue espectáculos taurinos.
2011 fue un año clave que
marcó un antes y después en la Tauromaquia de Barcelona. El 25 de septiembre se celebraba la última
corrida de toros en La Monumental. José
Tomás, el ídolo de masas, y Serafín
Marín, el torero que tenía el cetro del toreo catalán, salían en hombros
entre gritos de libertad. A sus espaldas, se ponía el colofón a una larga
trayectoria taurina. En el verano del año anterior, el Parlamento de Cataluña
por medio de una votación popular, había prohibido las corridas de toros.
La
soledad de La Monumental
Entre
la confluencia de la Gran Vía y la calle de La Marina sobresale la belleza
neomudéjar y bizantina de La Monumental. La Puerta Grande llama la atención en
su espectacular arquitectura. La misma por la que cruzaron desde Joselito e Ignacio Sánchez Mejías, pasando por Paco Camino y Joaquín Bernadó
hasta llegar a El Juli y José Tomás, ahora se encuentra con el
cerrojo echado. Sus taquillas están vacías. Ya no hay colas esperando entrar
para vivir una gran tarde de toros. Hay solo un silencio que se enturbia con el
sonido de los coches.
En
su interior, aún se mantiene viva la llama de la historia taurina de la ciudad.
El museo continúa abierto, pero el cartel que lo anuncia está lleno de pintadas
y han escrito con tinta negra la palabra “asesino”.
En sus paredes ya no están colgados los carteles impresos con los
nombres de las máximas figuras o de los toreros que se abren paso. Ahora están
pegados otros, con colores desgastados que publicitan conciertos. Aunque su
divinidad es inquebrantable, duele verla en este estado.
La Monumental de Barcelona. Fotos: Sandra Carbonero |
La
“alegría” de Las Arenas
Aquel
mismo año en el que La Monumental cerraba, Las
Arenas abría sus puertas de nuevo. Esta vez, algo diferente. Ya no existe
el ruedo. Queda su circunferencia coronada con un suelo interactivo donde los
niños se divierten. El destello de los trajes de luces se ha tornado en focos
de colores y en los rótulos de las marcas más conocidas. No se escuchan
pasodobles. Solo el típico hilo musical de los centros comerciales que te
invitan a consumir. Desde lo que antes eran sus andanadas ahora hay un mirador
con vistas a la Plaza de España.
No
cabe duda que es un gran atractivo
para los centenares de personas que cada día pasan por Las Arenas. Algunas de
ellas pasearán por sus paseíllos rememorando viejos tiempos. Aquellos en los
que de pequeños vieron triunfar a sus ídolos y, tal vez, les cuenten esas
historias a sus hijos o nietos porque así se ha transmitido siempre la pasión por
la Tauromaquia.
Las Arenas de Barcelona. Fotos: Sandra Carbonero |
Hay
lugar para la esperanza
No consiguieron "abolir la Tauromaquia", como era el lema de los políticos antitaurinos .Barcelona no ha vuelto a dar toros en 11 años, a pesar de que la prohibición fue declarada el 20 de octubre de 2016 como inconstitucional por el Tribunal Constitucional. Dato fundamental para pensar que cuando la valentía tome a la libertad por bandera, La Monumental reabrirá para albergar la que entonces será llamada “la Corrida del Siglo XXI”.
Publicado en Toreteate el 11 de diciembre de 2022
Pepe Luis Vázquez, el garbo y la clase sevillana, cebra 80 años de alternativa
Corría el año 1921. La temporada había finalizado con Manuel Granero como líder del escalafón. Sería la última antes de la tragedia de Madrid. El invierno caía sobre una Sevilla que continuaba con el corazón roto por la muerte de Joselito. En las vísperas de la navidad, nacía en un hogar humilde y torero del barrio de San Bernardo, Pepe Luis Vázquez.
Por su sangre corría la tradición taurina. Su abuelo Francisco Vázquez “Vázquez Chico” fue banderillero y su padre José Vázquez Roldán quiso ser torero. Pero la saga de los Vázquez se perpetuaría en la historia con Pepe Luis y su hermano Manolo.
El matadero sevillano, lugar de trabajo de su padre, fue el epicentro de su vocación. Este enclave resultó primordial y necesario para los toreros de aquella época. En una entrevista de 2002 para el periódico ABC, Pepe Luis aseguró al respecto que “era una especie de escuela taurina, pero sin ser permitida. Toreábamos a escondidas a las reses que iban a parar allí”. Y así comenzó todo.
No tardó mucho en manifestar su valía en público. Su meritoria demostración en la finca “El Quintillo” le otorgó la posibilidad de matar dos becerros en una encerrona en la Maestranza frente a la intimidad de unos buenos aficionados como espectadores. El sevillano los cautivó.
Era el comienzo de la Guerra Civil. Escaseaban los festejos en esas fechas. El 18 de julio de 1937, Pepe Luis Vázquez se viste de luces por primera vez en Algeciras. Lo hace alternando con Antonio Bienvenida y becerros de Gallardo. Un mes después, se acarteló en Sevilla con Paquito Casado pero la suerte no lo acompañó en su debut en su plaza. El 29 de mayo del siguiente año volvió a hacer el paseíllo en la Maestranza junto con Titi y Mariano Méndez. Fue el día que lo cambió todo. Cossío dice de aquella tarde que “Pepe Luis realiza una extraordinaria labor; labor de torero cuajado que aviva viejos entusiasmos y enciende la llama de la discusión en la calle”. Juan María Vázquez en su crónica de ABC lo describe como “clase, salero, arrojo, sangre fría, armonizaron en cuanto hizo, torero y garboso, ese rubillo adolescente que se llama José Luis Vázquez, y viene de la collación de Cúchares”.
Una semana después, el 5 de junio, repite debutando con picadores en un cartel de relumbrón ya que lo acompañaron Manolete y Calderón con novillos de Gallardo. Vuelve a escribir Juan María Vázquez para ABC sobre él que “todo lo que hizo fue de torero, y en todo presidió el ademán castizo. Nada rebuscado, de quien es artista antes por el merecimiento que por la enseñanza”. Pepe Luis ratificó aquellas impresiones en todas las plazas en las que pone un pie. Desde Córdoba, Huelva, pasando por Salamanca hasta Zaragoza y sin olvidar el rabo y la pata que cortó el 3 de julio en el coso del Baratillo a un animal de Benítez Cubero.
La temporadas de 1939, que concluyó con 57 novilladas, fue la de su presentación en Madrid. Este hecho se produjo el 13 de julio con novillos de Domingo Ortega junto con Mariano García y Félix Almagro. Un día trágico pues Capirote le infringió una cornada a este último espada que le causó la muerte. Las pinceladas de color de las crónicas de aquel día se las llevó Pepe Luis. “Giraldillo” en ABC lo calificó como “as de la baraja de novilleros y esperanza de la fiesta” y prosigue afirmando que “a Pepe Luis Vázquez hay que medirlo de cejas arriba; es torero de cabeza, entre José y Chicuelo”.
El 15 de agosto de 1940, festividad de la Virgen de los Reyes, Pepe Luis Vázquez se doctoró en la Maestranza con un traje celeste y oro. Tuvo como padrino a Pepe Bienvenida y como testigo a Rafael Ortega “Gitanillo de Triana”. Sabiondo, número 99, negro, del hierro de Francisco Chica fue su compañero en este capítulo de su historia. El flamante diestro sevillano rodó a gran altura, pero la espada le traicionó el día en el que cumplía su sueño. Juan María Vázquez en su crónica del festejo para ABC manifestó que “erigido en la primera categoría, es Pepe Luis Vázquez, del barrio nuestro de San Bernardo, el torero íntegro desde la montera a las zapatillas, que columbramos en la becerrada inolvidable del 29 de mayo de 1937”.
El 20 de octubre se produjo la confirmación en Madrid envuelta en peculiaridades. La situación política de aquel momento llevó a torear a Pepe Luis junto con Marcial Lalanda y Rafael Ortega “Gallito” una corrida celebrada con motivo de la visita de Heinrich Himmler, oficial de la Alemania Nazi. Carmoneño, número 21, negro de Bernardo Escudero fue el toro que le tocó en suerte al diestro sevillano. Pero la lluvia otoñal comenzó a arreciar sobre la capital española y tras la muerte del tercer astado tuvo que suspenderse.
Pepe
Luis forma un trío de ases junto con Antonio Bienvenida y Manuel Rodríguez “Manolete”. Tres toreros con cualidades distintas que entusiasmaban a un
país que debía afrontar las penurias de la posguerra y el comienzo de una
dictadura. En las dos temporadas siguientes, el diestro sevillano encabezó el
escalafón con 68 y 83 festejos respectivamente. En el epílogo de esta última,
obtuvo un importante triunfo en Madrid el día de la retirada de Marcial
Lalanda. Las crónicas reflejaron la memorable tarde señalando a ambos
como protagonistas. Pero el destino les aguardaba el inicio de una nueva etapa en
la que el madrileño se convertiría en el apoderado de Pepe
Luis Vázquez.
En 1943, con cerca de 40 corridas, recibió una cornada en la cara en la plaza de Santander que lo mantuvo en el dique seco hasta 1944. En los años venideros redujo el número de festejos en el que participó. Muchos pensaron que tuvo algo que ver que en la temporada del 44 sufriera una lesión ósea de la que tardó en recuperarse. En una de sus últimas entrevistas concedidas a Luis Nieto para Diario de Sevilla en 2011, aclaró que fue un acuerdo al que llegó con Lalanda de “que había que torear menos corridas y a mayor dinero”.
El nivel de Pepe Luis se mantuvo intacto año tras año, tanto en la campaña española como al otro lado del charco. Al final de la década de los 40 firmó en oro una de la hojas más importantes de su trayectoria. Llegó a Aranjuez un día de San Fernando junto con Conchita Citrón, Pepín Martín Vázquez y José María Martorell para estoquear toros de Carlos Núñez. Se trababa de un cartel con tintes polémicas y a la vez de expectación. Ninguno de ellos se había anunciado en San Isidro. El “concierto de Aranjuez” tuvo como instrumento a Manchonero. “Giraldillo” para ABC lo narró así: “fue el maestro insuperable, fundador, creador y recreador de una escuela, en la que la gente ve nada más que lo externo, la gracia que entra por los ojos profanos, sin llegar al fondo inmenso que este torero tiene, cabeza privilegiada, figura de época, en torno a la cual ha girado todo un modo de torear, que no diré que ha creado escuela porque lo que Pepe Luís hace es personal, con él nació y con él concluirá cuando felizmente para él se retire del toreo”.
En 1950 planeó el rumor de una posible retirada, acentuado después de que únicamente torease nueve festejos y dos de ellos fueron en Venezuela. Pero 1951 se convirtió en una de sus más gloriosas temporadas. Su paso por Madrid transcurrió triunfal y su faena a Misionero de Castilleja Higares quedaría para el recuerdo. Más tarde llegó Valladolid y se transformó en el escenario de la mejor faena de su trayectoria a ojos del propio Pepe Luis. En la entrevista antes de referida para ABC de 2002, contó que, con el toro de Marqués de Villagodio al que toreó muy despacio ese 17 de septiembre, sintió “una cosa muy especial. Estaba como en el limbo. Mejor dicho: no sabía dónde estaba”. Y como colofón, el 6 de octubre le dio la alternativa a su hermano Manolo en Sevilla. Un nuevo Vázquez llegaba y otro se iba, pues en los dos siguientes años solo toreó un festejo cada uno diciendo adiós el 29 de marzo de 1953 en Toledo.
En 1959 tomó la decisión de volver a los ruedos un 1 de mayo en Barcelona junto con Manolo Vázquez y Antonio Ordóñez. Pepe Luis estuvo a punto de cortar una oreja pero le faltó rematar con la espada. G. de Córdoba, que firmó la crónica de la revista El Ruedo, escribió que “el maestro toreó con esa gracia, ese duende y ese arte que Dios le ha dado, lo mismo con el capote que con la muleta; pero la espada en última instancia aminoró el éxito”. Sumó 19 festejos poniendo el broche a su carrera el 20 de septiembre en Madrid.
El mundo del toro se quedaba huérfano con la despedida de un toreo extraordinario que poseía una inteligencia suprema por la que se ganó el sobrenombre del “Sócrates de San Bernardo”, una técnica depurada y una prodigiosa naturalidad y estética. Era el máximo exponente de la escuela sevillana, aunque a él no creía en este concepto. Y un gran conocedor de la ganadería de Miura de las que lidió un total de 586 corridas y fue el matador que más toros de este hierro estoqueó en la Maestranza.
Posteriormente, se sucedieron numerosos reconocimientos por su trayectoria y su aportación a la Tauromaquia. En 1998 le concedieron la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes porque como rezaba en su justificación “ha sido un torero excepcional, y en su línea sevillana de garbo, gracia e inteligencia, acaso el más sobresaliente que ha conocido la afición española de los toros en cualquier tiempo”. El 11 de mayo de 2002 la Comunidad de Madrid colocó un azulejo en Las Ventas en su nombre con la inscripción de “la armonía, la belleza y la gloria en la historia de la tauromaquia”. Y en 2005 el más significativo. Con su popular “cartucho de pescao” se erigió su monumento frente a la Puerta del Príncipe y, desde 2006 está a la vera de la de su hermano Manolo. El legado de Pepe Luis sigue presente de la mano de su hijo Pepe Luis Vázquez y de su sobrino nieto Manolo.
El 19 de mayo de 2013 se apagó su llama pero la luz que desprendió sobre la Tauromaquia continúa viva.
Sandra Carbonero
Ignacio Sánchez Mejías, un torero irrepetible
La figura de Ignacio Sánchez Mejías es aún desconocida para muchos aficionados. Matador de toros, periodista, dramaturgo, jugador de polo, aviador, Presidente del Real Betis o de la Cruz Roja son algunas de las profesiones o actividades que llevó a cabo a lo largo de su vida. Un hombre carismático, polifacético y de una gran inteligencia lo han convertido en un personaje único en la historia taurina.
Ignacio nació el 6 de junio de 1891 dentro del seno de una familia sevillana de clase media. Desde muy temprana edad se sintió atraído por el arte de Cúchares. Esta pasión se vio reforzada porque era vecino de una de las dinastías taurinas más importantes: los Gallos. Eso posibilitó que se fraguara una intensa amistad entre Ignacio y Joselito. La Alameda de Hércules fue testigo de sus correrías y sus juegos con el toro.
Su padre era un reputado médico cirujano y quería que su hijo siguiera sus pasos. Pero él no era el mejor de los estudiantes y además tenía un corazón torero. De hecho, aún sin haber acabado el bachillerato, engañó a su progenitor diciéndole que se había matriculado en la carrera de Medicina. No se llegó a sacar el bachiller hasta 1929, a la edad de 38 años en el Instituto de Educación Secundaria de la “La Rábida” (Huelva). Cuando su familia se enteró de la mentira les causó una gran decepción. En medio de ese ambiente de crispación en casa, Ignacio inició una aventura inesperada. A escondidas de sus padres, en 1908, con 17 años, se embarcó hacia México como polizón junto con Enrique Ortega “El Cuco”. Pero avatares del destino hicieron que por una confusión a la hora de montarse en el navío acabaran en Nueva York y sin papeles.
Instalado ya en tierras aztecas, debutó como banderillero en la plaza de Jicaltepec en Veracruz, el 6 de agosto de 1909. Dos años después, regresó a nuestro país junto con el diestro cordobés Fermín Muñoz “Corchaíto” para actuar a sus órdenes. Será ya en 1914 cuando vuelva para quedarse a España como un cotizado banderillero y novillero. Esa temporada ingresa en la cuadrilla de su buen amigo Joselito. La relación entre ambos se estrecharía aún más el año siguiente, cuando Ignacio se casó con su hermana, Dolores Gómez Ortega.
Su doctorado llegó también de la mano de Joselito junto con Juan Belmonte. La Monumental de Barcelona fue testigo de este acontecimiento un 16 de marzo de 1919, día en el que había una huelga general en el país. Rezan las crónicas de la época que a Buñolero de la ganadería de Hijos de Vicente Martínez, astado de la alternativa, le realizó una faena completa, por la que fue premiado con una oreja. Otra obtuvo del sexto de la tarde y fue alzado en hombros.
El 5 de abril de 1920 confirma la alternativa en Madrid durante la Corrida de la Beneficencia. El cartel lo completaban Joselito, Belmonte y Varelito. Con Presumido de Vicente Martínez estuvo decidido y valiente, pero fue la espada la que le privó pasear trofeo. Su otro oponente no le dio opciones en una tarde en la que brilló el Gallo. La prensa taurina de la época somete a Sánchez Mejías a un serio cuestionamiento, ya que tuvo la ocurrencia de escribir las crónicas de las corridas en las que actuaba.
Ignacio era un torero valiente incluso temerario. Gregorio Corrochano decía de él que “tiene muchos defectos, pero los disimula con el valor” y Cossío destacaba de él su “personalidad acusadísima”.
La fatalidad hizo que actuase con Joselito la tarde en la que perdió la vida en Talavera la Real. La desdicha se cebó, más si cabe, ya que fue el propio Ignacio el que dio muerte a Bailaor. No hay estampa más reconocida en el orbe taurino que la que está Ignacio sosteniéndose la cabeza con una mano y acariciando el pelo del cuerpo yacente de Joselito. Esta fecha marcó su vida y su profesión. Perdió un amigo y un referente. La tristeza se le clavó en la mirada y lo acompañó el resto de sus días.
Aunque continúa toreando, comienza a adentrarse en la esfera intelectual. Será en 1924 cuando decida poner punto y aparte en su carrera. Ese mismo año, para conmemorar el 300 aniversario de la muerte de Góngora, tiene la iniciativa de hacerle un homenaje en el Ateneo de Sevilla. Allí se reunieron Federico García Lorca, José Bergamín, Rafael Alberti, Gerardo Diego o Dámaso Alonso. Aquel fue el germen de la Generación del 27. Su cortijo de Pino Montano, que se había convertido en su refugio, fue testigo de multitud de visitas de escritores, pintores, escultores o periodistas, de creaciones literarias y artísticas y de tertulias únicas. Además, Ignacio fue mecenas de numerosas obras de esta Generación.
El nombre de Sánchez Mejías empieza a hacerse un exitoso hueco en la producción teatral: Sinrazón se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid el 24 de marzo de 1928 con una gran acogida; Zaya, una comedia que vio la luz en el Teatro Pereda de Santander el 8 de agosto de 1928; y Ni más ni menos y Soledad que no fueron ni publicadas ni representadas en vida.
En el verano de 1929 viaja a Nueva York para dar un conferencia sobre temática taurina en la Universidad de Columbia. Lorca fue quien le abrió esta puerta. Ignacio enamoró a los presentes ante una disertación sobre la crueldad de la Fiesta. Con un público atónito ante semejante coloquio, seguro que logró que muchos de ellos sintieran admiración por la Tauromaquia.
En 1934 toma la decisión de reaparecer ávido de sentir la emoción de ponerse delante del toro. Lo hace el 16 de julio junto con Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma” y Pepe Gallardo con astados de Domecq. El 11 de agosto, cuando su temporada iba rodada, coge la sustitución de Domingo Ortega en Manzanares (Ciudad Real). Aquella mañana, Ignacio deambula por la ciudad. Se hospedará en la habitación número 13 del Parador, que tenía reservada Ortega. Dicen que también estuvo revisando los equipos médicos, ¿premonición? Esa tarde, la de su último paseíllo, se acarteló con el rejoneador Simâo de Veiga, Armillita y Alfredo Corrochano con reses de Ayala. Granadino se cebó con él. Le infirió una cornada en el muslo derecho cuando iba a iniciar la faena sentado en el estribo. A pesar de las indicaciones médicas, Ignacio pide ser trasladado a Madrid. Allí se le gangrena la pierna y fallece el día 13. Su muerte inspiró poemas como el famoso Llanto a Ignacio Sánchez Mejías de Lorca. Murió el torero, pero nació el mito.
Publicado en la revista "El Temple" en 2019
Corría el año 1921. La temporada había finalizado con Manuel Granero como líder del escalafón. Sería la última antes de la tragedia de Madrid. El invierno caía sobre una Sevilla que continuaba con el corazón roto por la muerte de Joselito. En las vísperas de la navidad, nacía en un hogar humilde y torero del barrio de San Bernardo, Pepe Luis Vázquez.
Por su sangre corría la tradición taurina. Su abuelo Francisco Vázquez “Vázquez Chico” fue banderillero y su padre José Vázquez Roldán quiso ser torero. Pero la saga de los Vázquez se perpetuaría en la historia con Pepe Luis y su hermano Manolo.
El matadero sevillano, lugar de trabajo de su padre, fue el epicentro de su vocación. Este enclave resultó primordial y necesario para los toreros de aquella época. En una entrevista de 2002 para el periódico ABC, Pepe Luis aseguró al respecto que “era una especie de escuela taurina, pero sin ser permitida. Toreábamos a escondidas a las reses que iban a parar allí”. Y así comenzó todo.
No tardó mucho en manifestar su valía en público. Su meritoria demostración en la finca “El Quintillo” le otorgó la posibilidad de matar dos becerros en una encerrona en la Maestranza frente a la intimidad de unos buenos aficionados como espectadores. El sevillano los cautivó.
Era el comienzo de la Guerra Civil. Escaseaban los festejos en esas fechas. El 18 de julio de 1937, Pepe Luis Vázquez se viste de luces por primera vez en Algeciras. Lo hace alternando con Antonio Bienvenida y becerros de Gallardo. Un mes después, se acarteló en Sevilla con Paquito Casado pero la suerte no lo acompañó en su debut en su plaza. El 29 de mayo del siguiente año volvió a hacer el paseíllo en la Maestranza junto con Titi y Mariano Méndez. Fue el día que lo cambió todo. Cossío dice de aquella tarde que “Pepe Luis realiza una extraordinaria labor; labor de torero cuajado que aviva viejos entusiasmos y enciende la llama de la discusión en la calle”. Juan María Vázquez en su crónica de ABC lo describe como “clase, salero, arrojo, sangre fría, armonizaron en cuanto hizo, torero y garboso, ese rubillo adolescente que se llama José Luis Vázquez, y viene de la collación de Cúchares”.
Una semana después, el 5 de junio, repite debutando con picadores en un cartel de relumbrón ya que lo acompañaron Manolete y Calderón con novillos de Gallardo. Vuelve a escribir Juan María Vázquez para ABC sobre él que “todo lo que hizo fue de torero, y en todo presidió el ademán castizo. Nada rebuscado, de quien es artista antes por el merecimiento que por la enseñanza”. Pepe Luis ratificó aquellas impresiones en todas las plazas en las que pone un pie. Desde Córdoba, Huelva, pasando por Salamanca hasta Zaragoza y sin olvidar el rabo y la pata que cortó el 3 de julio en el coso del Baratillo a un animal de Benítez Cubero.
La temporadas de 1939, que concluyó con 57 novilladas, fue la de su presentación en Madrid. Este hecho se produjo el 13 de julio con novillos de Domingo Ortega junto con Mariano García y Félix Almagro. Un día trágico pues Capirote le infringió una cornada a este último espada que le causó la muerte. Las pinceladas de color de las crónicas de aquel día se las llevó Pepe Luis. “Giraldillo” en ABC lo calificó como “as de la baraja de novilleros y esperanza de la fiesta” y prosigue afirmando que “a Pepe Luis Vázquez hay que medirlo de cejas arriba; es torero de cabeza, entre José y Chicuelo”.
El 15 de agosto de 1940, festividad de la Virgen de los Reyes, Pepe Luis Vázquez se doctoró en la Maestranza con un traje celeste y oro. Tuvo como padrino a Pepe Bienvenida y como testigo a Rafael Ortega “Gitanillo de Triana”. Sabiondo, número 99, negro, del hierro de Francisco Chica fue su compañero en este capítulo de su historia. El flamante diestro sevillano rodó a gran altura, pero la espada le traicionó el día en el que cumplía su sueño. Juan María Vázquez en su crónica del festejo para ABC manifestó que “erigido en la primera categoría, es Pepe Luis Vázquez, del barrio nuestro de San Bernardo, el torero íntegro desde la montera a las zapatillas, que columbramos en la becerrada inolvidable del 29 de mayo de 1937”.
El 20 de octubre se produjo la confirmación en Madrid envuelta en peculiaridades. La situación política de aquel momento llevó a torear a Pepe Luis junto con Marcial Lalanda y Rafael Ortega “Gallito” una corrida celebrada con motivo de la visita de Heinrich Himmler, oficial de la Alemania Nazi. Carmoneño, número 21, negro de Bernardo Escudero fue el toro que le tocó en suerte al diestro sevillano. Pero la lluvia otoñal comenzó a arreciar sobre la capital española y tras la muerte del tercer astado tuvo que suspenderse.
Pepe
Luis forma un trío de ases junto con Antonio Bienvenida y Manuel Rodríguez “Manolete”. Tres toreros con cualidades distintas que entusiasmaban a un
país que debía afrontar las penurias de la posguerra y el comienzo de una
dictadura. En las dos temporadas siguientes, el diestro sevillano encabezó el
escalafón con 68 y 83 festejos respectivamente. En el epílogo de esta última,
obtuvo un importante triunfo en Madrid el día de la retirada de Marcial
Lalanda. Las crónicas reflejaron la memorable tarde señalando a ambos
como protagonistas. Pero el destino les aguardaba el inicio de una nueva etapa en
la que el madrileño se convertiría en el apoderado de Pepe
Luis Vázquez.
En 1943, con cerca de 40 corridas, recibió una cornada en la cara en la plaza de Santander que lo mantuvo en el dique seco hasta 1944. En los años venideros redujo el número de festejos en el que participó. Muchos pensaron que tuvo algo que ver que en la temporada del 44 sufriera una lesión ósea de la que tardó en recuperarse. En una de sus últimas entrevistas concedidas a Luis Nieto para Diario de Sevilla en 2011, aclaró que fue un acuerdo al que llegó con Lalanda de “que había que torear menos corridas y a mayor dinero”.
El nivel de Pepe Luis se mantuvo intacto año tras año, tanto en la campaña española como al otro lado del charco. Al final de la década de los 40 firmó en oro una de la hojas más importantes de su trayectoria. Llegó a Aranjuez un día de San Fernando junto con Conchita Citrón, Pepín Martín Vázquez y José María Martorell para estoquear toros de Carlos Núñez. Se trababa de un cartel con tintes polémicas y a la vez de expectación. Ninguno de ellos se había anunciado en San Isidro. El “concierto de Aranjuez” tuvo como instrumento a Manchonero. “Giraldillo” para ABC lo narró así: “fue el maestro insuperable, fundador, creador y recreador de una escuela, en la que la gente ve nada más que lo externo, la gracia que entra por los ojos profanos, sin llegar al fondo inmenso que este torero tiene, cabeza privilegiada, figura de época, en torno a la cual ha girado todo un modo de torear, que no diré que ha creado escuela porque lo que Pepe Luís hace es personal, con él nació y con él concluirá cuando felizmente para él se retire del toreo”.
En 1950 planeó el rumor de una posible retirada, acentuado después de que únicamente torease nueve festejos y dos de ellos fueron en Venezuela. Pero 1951 se convirtió en una de sus más gloriosas temporadas. Su paso por Madrid transcurrió triunfal y su faena a Misionero de Castilleja Higares quedaría para el recuerdo. Más tarde llegó Valladolid y se transformó en el escenario de la mejor faena de su trayectoria a ojos del propio Pepe Luis. En la entrevista antes de referida para ABC de 2002, contó que, con el toro de Marqués de Villagodio al que toreó muy despacio ese 17 de septiembre, sintió “una cosa muy especial. Estaba como en el limbo. Mejor dicho: no sabía dónde estaba”. Y como colofón, el 6 de octubre le dio la alternativa a su hermano Manolo en Sevilla. Un nuevo Vázquez llegaba y otro se iba, pues en los dos siguientes años solo toreó un festejo cada uno diciendo adiós el 29 de marzo de 1953 en Toledo.
En 1959 tomó la decisión de volver a los ruedos un 1 de mayo en Barcelona junto con Manolo Vázquez y Antonio Ordóñez. Pepe Luis estuvo a punto de cortar una oreja pero le faltó rematar con la espada. G. de Córdoba, que firmó la crónica de la revista El Ruedo, escribió que “el maestro toreó con esa gracia, ese duende y ese arte que Dios le ha dado, lo mismo con el capote que con la muleta; pero la espada en última instancia aminoró el éxito”. Sumó 19 festejos poniendo el broche a su carrera el 20 de septiembre en Madrid.
El mundo del toro se quedaba huérfano con la despedida de un toreo extraordinario que poseía una inteligencia suprema por la que se ganó el sobrenombre del “Sócrates de San Bernardo”, una técnica depurada y una prodigiosa naturalidad y estética. Era el máximo exponente de la escuela sevillana, aunque a él no creía en este concepto. Y un gran conocedor de la ganadería de Miura de las que lidió un total de 586 corridas y fue el matador que más toros de este hierro estoqueó en la Maestranza.
Posteriormente, se sucedieron numerosos reconocimientos por su trayectoria y su aportación a la Tauromaquia. En 1998 le concedieron la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes porque como rezaba en su justificación “ha sido un torero excepcional, y en su línea sevillana de garbo, gracia e inteligencia, acaso el más sobresaliente que ha conocido la afición española de los toros en cualquier tiempo”. El 11 de mayo de 2002 la Comunidad de Madrid colocó un azulejo en Las Ventas en su nombre con la inscripción de “la armonía, la belleza y la gloria en la historia de la tauromaquia”. Y en 2005 el más significativo. Con su popular “cartucho de pescao” se erigió su monumento frente a la Puerta del Príncipe y, desde 2006 está a la vera de la de su hermano Manolo. El legado de Pepe Luis sigue presente de la mano de su hijo Pepe Luis Vázquez y de su sobrino nieto Manolo.
El 19 de mayo de 2013 se apagó su llama pero la luz que desprendió sobre la Tauromaquia continúa viva.
Ignacio Sánchez Mejías, un torero irrepetible
La Asociación Cultural Taurina "Conde de la Corte" rinde homenaje a Jesús Macarro "Manolín"
La Asociación Cultural Taurina “Conde de la Corte” ha celebrado con gran éxito la VI “Comida de Convivencia” en la plaza de toros de Jerez de los Caballeros. La jornada comenzó con una exhibición de Doma Vaquera y de toreo de salón por parte de los alumnos del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Luis Reinosa “El Cartujano”, profesor de la Escuela, fue el encargado de dirigir y explicar la demostración que desarrollaron las futuras promesas del toreo extremeño.
En esta ocasión, la Asociación quiso rendir un emotivo homenaje al jerezano Jesús Macarro “Manolín”, por toda una vida dedicada a la Tauromaquia. Jesús ha llegado a desempeñar las labores de novillero, taquillero, empresario, monosabio, asesor taurino y mozo de espadas.
Como es tradicional, los aficionados degustaron una rica paella preparada por las mujeres de la peña, además de productos típicos de la tierra. Ya por la tarde, la nota flamenca la pusieron el grupo de baile “Raíces Jerezanas” y el cantaor Francisco Narciso Guisado “El Chorrera” junto con el guitarrista Castor de Paco.
La Asociación Cultural Taurina “Conde de la Corte” ha celebrado con gran éxito la VI “Comida de Convivencia” en la plaza de toros de Jerez de los Caballeros. La jornada comenzó con una exhibición de Doma Vaquera y de toreo de salón por parte de los alumnos del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Luis Reinosa “El Cartujano”, profesor de la Escuela, fue el encargado de dirigir y explicar la demostración que desarrollaron las futuras promesas del toreo extremeño.
En esta ocasión, la Asociación quiso rendir un emotivo homenaje al jerezano Jesús Macarro “Manolín”, por toda una vida dedicada a la Tauromaquia. Jesús ha llegado a desempeñar las labores de novillero, taquillero, empresario, monosabio, asesor taurino y mozo de espadas.
Como es tradicional, los aficionados degustaron una rica paella preparada por las mujeres de la peña, además de productos típicos de la tierra. Ya por la tarde, la nota flamenca la pusieron el grupo de baile “Raíces Jerezanas” y el cantaor Francisco Narciso Guisado “El Chorrera” junto con el guitarrista Castor de Paco.
Homenaje a Jesús Macarro "Manolín"
El barrio cayonco vio nacer en 1946 a Jesús Macarro. El pequeño de los cuatro hijos de Manolín y Dolores. Se podría decir que incluso Jesuli nació con un capote bajo el brazo.
Jesús fue siempre valiente y con casta. Desde muy temprana edad, comenzó a labrarse su futuro. Eran tiempos convulsos, de penurias económicas y había que ayudar en casa para que cada día hubiera un plato de comida en la mesa. A los 13 años, cuando aún era un chaval, Montero le dio la oportunidad de poder trabajar como dependiente. Y así lo hizo durante quince años. Después, tras un breve periodo en la báscula de la Siderúrgica de Alfonso Gallardo, viajaría durante treinta y tres años como comercial de la empresa jerezana por toda Andalucía. Muchos kilómetros a la espalda. Muchas horas de viajes. Pero también guarda muchas anécdotas de la carretera.
Pero Jesús tenía presente cada día su verdadera pasión: la Tauromaquia. Es descendiente de una familia muy taurina. Su padre fue un buen aficionado que llegó a ejercer de empresario taurino junto con un grupo de amigos del pueblo. Creció admirando a Antonio Ordóñez y sus verónicas de ensueño, a Paco Camino y sus naturales que detenían el tiempo y a Curro Romero y su elegancia frente al toro. El veneno del toreo lo llevaba muy metido en la sangre y cuando se te mete sólo hay un antídoto posible para apaciguarlo. Y es torear.
A ello, le dedicaba todo su tiempo libre. En los años 60 participó en las famosas tientas que se organizaban en Los Bolsicos, gracias a su gran amigo Andrés Magallanes. En aquellos tiempos era habitual ver cómo los jóvenes que soñaban con ser figura del toreo saltaban al ruedo como espontáneos para poder pegar unos pases. O con suerte, si tal vez había por allí algún apoderado con buena vista, podía echarles una mano. Jesús lo intentó y se tiró de espontáneo en plazas como Zafra o Fuente de Cantos.
En 1965 hizo su primer paseíllo. Aquel año, la desgracia se había cebado con la Iglesia de Santa María que se tiñó en llamas. Había que recaudar fondos para arreglar el templo y los taurinos siempre arrimamos el hombro para cualquier causa. Juan Ignacio Carrasco confeccionó un cartel para esta bonita plaza compuesto por Arsenio Ramos, Antonio Barbosa y Jesús Macarro “Manolín”. Apodo con el que se anunciaría en homenaje a su padre.
El 26 de marzo 1967 llegó su ansiado debut de luces. Un Domingo de Resurrección. Un día muy taurino y especial para los toreros. Fue aquí. En su ciudad. En la misma plaza que lo vio crecer. Con erales de José González y González y compartiendo cartel con Antonio Donaire “El Sanluqueño”, Pepe Bizarro y Tino Coronado. Aquel día “Manolín” lució un precioso traje celeste y oro, que lo alquiló para tal acontecimiento en una tienda de Sevilla y que llegó hasta aquí en aquellas viejas Estellesas.
Jesús Macarro continuó su carrera actuando en localidades cercanas como Villanueva del Fresno. El 2 de julio de 1978 volvió a hacer el paseíllo en Jerez de los Caballeros. En esta ocasión, lo hizo junto con Juan Durán “El Chipi” y Emilio Díaz. Fue una novillada para ayudar a la cofradía del Ecce Homo, muy necesitada por aquel entonces.
La afición desmedida de Jesuli no se detiene ahí. Llegó a hacer las labores de taquillero y de monosabio. Además de ser asesor taurino de la plaza de Jerez desde el 15 de marzo de 1962, tras su nombramiento por el Gobernador Civil. En 1983 comienza su andadura como empresario de esta plaza durante cuatro años junto con sus buenos amigos Rafael Calzado y Emilio Díaz. Fue una época de esplendor taurino en este coso. En este ruedo torearon desde Gallito de Zafra pasando por José María Manzanares, José Luis Galloso o Ruiz Miguel. Y para rematar la faena, en el año 2000 comenzó de mozo de espadas de Emilio Martín.
Pero Jesús Macarro siente también fervor por la Semana Santa. En sus 35 años en la Junta de Gobierno del Señor Coronado, ha sido capataz de la Virgen de la Amargura guiándola los Jueves Santos por nuestras calles. Asimismo ha estado 25 años en la Junta Directiva de la Hermandad de nuestra patrona, la Virgen de Aguasantas. Y no es difícil verlo cada Viernes Santo con la túnica morada acompañando Nuestro Padre Jesús.
Jesús ahora vive dedicado plenamente a su familia: su mujer Bonifacia, sus dos hijos, Jesús y Belén, y sus cinco maravillosos nietos que ellos le han dado. Aún así, él nunca se ha retirado. Él sigue en activo. Porque un corazón torero nunca deja de latir al compás de una verónica.
La Asociación Cultural Taurina “Conde de la Corte” te rinde este homenaje porque el mundo del toro necesita mucha más personas como tú. Aficionados que aman de verdad la Tauromaquia. Que se dejan la piel. Que han vivido por y para el toreo. Hoy el mundo del toro te devuelve todo lo que has dado por él. Gracias, Jesús Macarro “Manolín”.
Publicado en el diario Hoy Jerez de los Caballeros el 23 de octubre de 2016
De Sevilla al cielo
Salida a hombros de Espartaco. Foto: Sandra Carbonero
Hay fechas marcadas en rojo en el calendario de nuestra vida. Días en los que las ilusiones rozan incluso la locura. En los que pones toda la pasión para cumplir tus sueños. Momentos que no olvidarás nunca, como le ocurrirá a Espartaco cuando piense en la tarde de su retirada en Sevilla.
La Maestranza relucía como hacía tiempo que no lo hacía. En sus tendidos no cabía ni un alfiler. Bella como todos los Domingo de Resurrección. Un cartel prometedor para esta efeméride. Y un público que anhelaba rememorar el toreo clásico del maestro de Espartinas. Con todos estos requisitos este día sólo podía tener un final feliz.
La emoción se respiraba en el ambiente desde que comenzó el paseíllo. La sensibilidad del público con Juan Antonio Ruiz “Espartaco” estuvo patente desde que lo obligó a saludar con una calurosa ovación. El resto ya fue cosa de su prodigioso toreo. De su capote de filigrana. De su toreo al natural de fantasía. De su técnica y su capacidad milagrosa. De su portentosa raza.
Los oles se transformaban en piedrecitas que construían el camino que lo llevaría a la gloria. Arrancó dos orejas, pero los trofeos son lo de menos en tardes como estas. Las lágrimas contenidas se derramaban cuando su hijo con la ayuda de su padre le cortaban simbólicamente la coleta. Su figura y su maestría se refrendaban en el instante en el que se tiraban multitud de profesionales del toreo al ruedo para alzarlo a hombros. Padilla, Víctor Puerto, Esaú Fernández, Salvador Cortés, Fermín Bohórquez, El Tato, Pepín Liria, Javier Jiménez, Emilio Muñoz o Javier Conde entre otros. Y en el tendido el Faraón de Camas, Curro Romero que tampoco podía faltar. Cayó la noche en Sevilla y Espartaco cruzaba la Puerta del Príncipe acariciando el cielo.
Hace muchos años ya. Cuando aún era una niña e iba a ir por primera vez a los toros, Espartaco estaba anunciado aquel día tan especial para mí. Una lesión del maestro hizo que no pudiera estar finalmente. Es cierto que no puedo decir que él estuvo en mi primera corrida, pero sí puedo decir que siempre recordaré que yo estuve en su última.
Publicado en la Revista digital TakeSevilla el 8 de abril de 2015
Espartinas toma Sevilla
Espartaco. Foto: Sandra Carbonero
Con el telón de fondo de la Resurrección de Cristo y con el eco de los tambores y las cornetas, suenan los clarines y timbales en la Maestranza anunciando el comienzo de la temporada en Sevilla. La plaza se viste de ilusión, esperanza, arte y emoción para un día grande y especial.
La juventud con la veteranía se entremezclan en un cartel que será para el recuerdo. Hace apenas diez meses, un chico rubio de Espartinas revolucionaba el coso del Baratillo atravesando la Puerta del Príncipe. Borja Jiménez cumplirá su sueño. Tomar la alternativa en su plaza. Esa en la que una tarde de junio pudo demostrar la esencia más profunda de su toreo. La misma en la que su hermano Javier la tomaba también la pasada Feria de Abril. Y teniendo como padrino a su paisano, su maestro, su espejo a seguir. El que tanto él como su padre, que ha sido su profesor en la escuela taurina, han estado a su lado desde sus comienzos. Espartaco doctorará a un nuevo matador espartinero. Será la última alternativa que conceda Juan Antonio Ruíz “Espartaco”. Su último paseíllo de luces. Su última tarde en Sevilla. Dice adiós en la plaza por la que ha atravesado hasta en cinco ocasiones la Puerta del Príncipe. Espartaco presume de tener una trayectoria impecable desde que “Facultades” de la ganadería de Manolo González lo encumbrara a lo más alto aquella tarde del 25 de abril de 1985. Desde ese año, alcanzó el número uno en el escalafón durante siete años consecutivos. Maestro de maestros. Torero de raza, poder y mando. Su constancia y lucha lo convirtieron en figura del toreo. Su hijo le cortará la coleta que pondrá fin a su carrera. Espartaco se va, pero puede que el pequeño Juan en unos años se convierta en el tercer Espartaco torero de la familia. Espartinas echará de menos a su matador por antonomasia, pero ahora tiene dos jóvenes valores en alza.
El cartel lo completa Manzanares, que vuelve tras un año de ausencia a la ciudad y a al coso donde adoraban a su padre. Sevilla y Jose Mari se reencontrarán en el recuerdo y la añoranza que queda del maestro Manzanares. Una tarde motivadora por distintas razones para los tres. Ojalá que los toros de Juan Pedro Domecq y Parlade les permitan alcanzar la gloria.
Publicado en la Revista digital TakeSevilla el 4 de abril de 2015
Salida a hombros de Espartaco. Foto: Sandra Carbonero |
Espartinas toma Sevilla
Espartaco. Foto: Sandra Carbonero |
De otra pasta
David Mora. Foto: Sandra Carbonero
No cabe duda que los toreros están hechos de una pasta especial. Sus recuperaciones son casi milagrosas y rápidas, incluso de cornadas muy graves. Pero a veces, la suerte no acompaña a todos por igual. Esas décimas de segundo en las que se produce el percance son como tirar una moneda al aire y ver hacia qué lado cae la cara de la fortuna y la de la tragedia.
Seis meses se acaban de cumplir de la brutal cogida que sufrió David Mora en Las Ventas. Aún se nos pone los bellos de punta al oírlo narrar cómo se le iban las fuerzas y acabó diciendo “Me voy a dormir y que sea lo que Dios quiera”. Mora se aferró a ese hilo de esperanza que le daba la vida, igual que lo sigue haciendo ahora. Este tiempo no ha sido un camino de rosas para el diestro, que continúa con su rehabilitación. David no sabe cuándo podrá volver a torear. Ni tan si quiera si podrá volver a hacerlo. Pero sus ganas de luchar por lo que tanto le costó conseguir no se agotan y sigue soñando con esas faenas que seguro le quedan por realizar.
Otra situación similar es la que está viviendo el joven novillero Posada de Maravillas desde su percance en San Fermín. Una recuperación que iba a ser de dos meses, lo dejó apartado toda la temporada. A pesar aún de los fuertes dolores que debe soportar y de las noches de insomnio, ya ha superado su primer reto. Poder coger la muleta. Cincos segundos que le han bastado para darle fuerza y aliento. Su ilusión está puesta ahora en una reaparición en el mes de marzo. Olivenza, aquella plaza que lo vio ascender a lo más alto, sería un gran escenario para este gran día.
Son de otra pasta. Eso seguro. Pero les ha tocado vivir la dureza del toreo cuando acariciaban con las yemas de sus dedos el éxito tan ansiado. Pero la vida, en ocasiones, siempre nos da una segunda oportunidad. Todos deseamos veros pronto en el ruedo. ¡Ánimo, toreros!
Artículo publicado en la Revista digital TakeSevilla el 26 de noviembre de 2014
David Mora. Foto: Sandra Carbonero |
No cabe duda que los toreros están hechos de una pasta especial. Sus recuperaciones son casi milagrosas y rápidas, incluso de cornadas muy graves. Pero a veces, la suerte no acompaña a todos por igual. Esas décimas de segundo en las que se produce el percance son como tirar una moneda al aire y ver hacia qué lado cae la cara de la fortuna y la de la tragedia.
Seis meses se acaban de cumplir de la brutal cogida que sufrió David Mora en Las Ventas. Aún se nos pone los bellos de punta al oírlo narrar cómo se le iban las fuerzas y acabó diciendo “Me voy a dormir y que sea lo que Dios quiera”. Mora se aferró a ese hilo de esperanza que le daba la vida, igual que lo sigue haciendo ahora. Este tiempo no ha sido un camino de rosas para el diestro, que continúa con su rehabilitación. David no sabe cuándo podrá volver a torear. Ni tan si quiera si podrá volver a hacerlo. Pero sus ganas de luchar por lo que tanto le costó conseguir no se agotan y sigue soñando con esas faenas que seguro le quedan por realizar.
Otra situación similar es la que está viviendo el joven novillero Posada de Maravillas desde su percance en San Fermín. Una recuperación que iba a ser de dos meses, lo dejó apartado toda la temporada. A pesar aún de los fuertes dolores que debe soportar y de las noches de insomnio, ya ha superado su primer reto. Poder coger la muleta. Cincos segundos que le han bastado para darle fuerza y aliento. Su ilusión está puesta ahora en una reaparición en el mes de marzo. Olivenza, aquella plaza que lo vio ascender a lo más alto, sería un gran escenario para este gran día.
Son de otra pasta. Eso seguro. Pero les ha tocado vivir la dureza del toreo cuando acariciaban con las yemas de sus dedos el éxito tan ansiado. Pero la vida, en ocasiones, siempre nos da una segunda oportunidad. Todos deseamos veros pronto en el ruedo. ¡Ánimo, toreros!
Se acerca el invierno
Foto: Sandra Carbonero
Caen las últimas hojas de los árboles otoñales anunciando la proximidad del invierno. Jaén ha puesto ya el broche a la temporada y ahora se suceden los últimos festivales que rematan el año. Las últimas oportunidades para resarcir el gusanillo que comenzamos a tener. Ya quedan atrás, pero nunca en el olvido, las faenas que nos dejaron los diestros. Aquellas que nos desgarraron nuestros sentimientos haciéndonos estremecer en los tendidos. La valentía y el arte que desplegaron cada tarde. La raza y la lucha constante de todos ellos sin dejarse ganar la pelea.
Llega el largo invierno. Unos meses que no serán nada fáciles. En este periodo deben de asentarse las bases que ayudarán a reforzar la Tauromaquia. Un trabajo en equipo y no sólo de unos u otros. Todas las partes deben hablar. De llegar a la conciliación. De ser capaces de ceder. ¿Es tan grave la situación como la pinta ANOET? ¿Qué ocurrirá con Sevilla? ¿Qué se puede hacer y qué se debe hacer para que no estemos abocados al fracaso? Hay que comenzar a dar pasos firmes, todos juntos de la mano antes de que sea demasiado tarde. La Fiesta necesita la ayuda de todos sin mirar los intereses propios de cada uno.
Pero el invierno también tiene otra cara. Nosotros no hibernamos. No descansamos en estos meses de letargo taurino. Llegan las noches de insomnio y de largas tertulias nocturnas viendo los festejos de México para reavivar la llama de la afición que nunca se apaga. De compartir inquietudes. De encontrar nuevos amigos afines, que son capaces de apenas dormir por ver a su torero. De invadir las redes sociales de mensajes a horas introspectivas de lo que ocurre a cientos de kilómetros de aquí. Pero así somos, por culpa de ese gran veneno que llevamos dentro y que nos hace amar el toreo.
De esta forma, pasarán las semanas hasta que por “San Blas las primeras corridas verás”. Valdemorillo dará el pistoletazo de salida una vez más a la temporada y entonces, será cuando comience la cuenta atrás para que veamos los primeros festejos en Olivenza, Valencia, Castellón… Y vuelta a empezar. Ya falta menos, pero ojalá para entonces hayamos empezado a sembrar lo que serán las claves para el futuro de la Tauromaquia.
Artículo publicado en la Revista digital TakeSevilla el 11 de noviembre de 2014
Foto: Sandra Carbonero |
Caen las últimas hojas de los árboles otoñales anunciando la proximidad del invierno. Jaén ha puesto ya el broche a la temporada y ahora se suceden los últimos festivales que rematan el año. Las últimas oportunidades para resarcir el gusanillo que comenzamos a tener. Ya quedan atrás, pero nunca en el olvido, las faenas que nos dejaron los diestros. Aquellas que nos desgarraron nuestros sentimientos haciéndonos estremecer en los tendidos. La valentía y el arte que desplegaron cada tarde. La raza y la lucha constante de todos ellos sin dejarse ganar la pelea.
Llega el largo invierno. Unos meses que no serán nada fáciles. En este periodo deben de asentarse las bases que ayudarán a reforzar la Tauromaquia. Un trabajo en equipo y no sólo de unos u otros. Todas las partes deben hablar. De llegar a la conciliación. De ser capaces de ceder. ¿Es tan grave la situación como la pinta ANOET? ¿Qué ocurrirá con Sevilla? ¿Qué se puede hacer y qué se debe hacer para que no estemos abocados al fracaso? Hay que comenzar a dar pasos firmes, todos juntos de la mano antes de que sea demasiado tarde. La Fiesta necesita la ayuda de todos sin mirar los intereses propios de cada uno.
Pero el invierno también tiene otra cara. Nosotros no hibernamos. No descansamos en estos meses de letargo taurino. Llegan las noches de insomnio y de largas tertulias nocturnas viendo los festejos de México para reavivar la llama de la afición que nunca se apaga. De compartir inquietudes. De encontrar nuevos amigos afines, que son capaces de apenas dormir por ver a su torero. De invadir las redes sociales de mensajes a horas introspectivas de lo que ocurre a cientos de kilómetros de aquí. Pero así somos, por culpa de ese gran veneno que llevamos dentro y que nos hace amar el toreo.
De esta forma, pasarán las semanas hasta que por “San Blas las primeras corridas verás”. Valdemorillo dará el pistoletazo de salida una vez más a la temporada y entonces, será cuando comience la cuenta atrás para que veamos los primeros festejos en Olivenza, Valencia, Castellón… Y vuelta a empezar. Ya falta menos, pero ojalá para entonces hayamos empezado a sembrar lo que serán las claves para el futuro de la Tauromaquia.
Adiós, Maestro
José María Manzanares |
El mundo del toro está roto de dolor tras sufrir un fuerte golpe. Conmoción por la muerte de uno de los toreros más importantes del siglo pasado. José María Manzanares padre nos ha dejado un hueco imposible de llenar.
Su tauromaquia se ha quedado grabada a fuego en nuestros corazones. Su elegancia sin igual al mecer los vuelos del capote. Su temple toreando con la mano baja. Su clase, dentro y fuera de los ruedos. Su toreo clásico heredero de Ordóñez y Camino. Su magisterio transmitido a sus hijos, José María y Manuel. Respetado y admirado por todos los profesionales y aficionados.
Alicantino de nacimiento pero sevillano de adopción y de sentimiento. Perpetua esencia a azahar y a romero en cada faena que firmaba en la Maestranza. Aquella tarde del 1 de mayo de 2006. Lágrimas de emoción a raudales. Su hijo Jose Mari le corta la coleta. Es el adiós a una gran figura que se consagró desde que se doctoró en la década de los 70 de manos de Dominguín y El Viti. En volandas atravesó la Puerta del Príncipe arropado por diestros como Ponce, Padilla, El Cid, Litri o Barrera.
Hoy en cambio ha atravesado la puerta del Cielo a compás de su amigo Turronero. Ahora está en la placita del Olimpo junto a otros grandes del toreo. Allí dejará chicuelinas eternas y manoletinas imborrables. A nosotros nos queda su impronta y seguiremos reviviendo a través de las imágenes sus excelsas faenas.
Descanse en Paz, Maestro.
Hasta luego, señora
Foto: Sandra Carbonero
Suena el último clarinazo. Es el anuncio de que la Maestranza comienza a echar sus cerrojos hasta la llegada de la primavera. Un invierno sin ti. Sin saborear las tardes de gloria en tu albero. Sin escuchar tus oles que suenan a compás. Sin tu silencio que nos congela el alma. Sin tu Puerta del Príncipe que nos hace soñar con faenas de fantasía.
Pero en el en cajón de recuerdos de 2014 guardamos con emoción el cierre de la Feria de Abril. Aquellos instantes que nos consolaron tras días de ausencia de triunfo con Ferrera y Victorino en una conjunción perfecta. O con David Mora y “Niñito” días antes de su terrible cogida en Madrid. Ventura y Romero se convirtieron en los reyes a caballo de Sevilla. Diego estuvo a punto de conquistar su décima Puerta y Andrés llamó a ella con fuerza. Al igual que lo hizo Javier Jiménez el día de su doctorado.
Comenzamos junio con una tarde histórica para el coso de Baratillo. Dos jóvenes novilleros, Borja Jiménez y José Garrido cruzaban la Puerta del Príncipe junto con Ricardo Gallardo en una tarde perfecta. En el Corpus afloró el toreo al natural de Pepe Moral, así como su despaciosidad y su grandeza, que ratificó en San Miguel. Y en las noches de julio tres chicos con muchas ilusiones nos encandilaron: Pablo Aguado, Rafael Serna y Juan Carlos Carballo. Pero no nos olvidamos de Esaú Fernández, Padilla, Adame, Rui Fernandes, Miguel León o Corradini que nos cautivaron también. Y la gesta de Lama de Góngora de encerrarse con seis novillos de cara a su futura alternativa.
No ha sido el año más brillante que ha vivido la Maestranza, que se vio envuelta en un extraño ambiente. En 2015 debes recobrar tu plenitud. Tus tendidos deben volver a llenarse. Pero para ello deben cuidarte como tú te mereces. Deben mirar por ti y por la Fiesta, que es lo que verdaderamente importa. Contamos ya los días para volver a pisarte. Fantaseamos ya con volver a verte. Hasta luego, Señora.
Publicado en la Revista Digital TakeSevilla el 15 de octubre de 2014
Foto: Sandra Carbonero |
Suena el último clarinazo. Es el anuncio de que la Maestranza comienza a echar sus cerrojos hasta la llegada de la primavera. Un invierno sin ti. Sin saborear las tardes de gloria en tu albero. Sin escuchar tus oles que suenan a compás. Sin tu silencio que nos congela el alma. Sin tu Puerta del Príncipe que nos hace soñar con faenas de fantasía.
Pero en el en cajón de recuerdos de 2014 guardamos con emoción el cierre de la Feria de Abril. Aquellos instantes que nos consolaron tras días de ausencia de triunfo con Ferrera y Victorino en una conjunción perfecta. O con David Mora y “Niñito” días antes de su terrible cogida en Madrid. Ventura y Romero se convirtieron en los reyes a caballo de Sevilla. Diego estuvo a punto de conquistar su décima Puerta y Andrés llamó a ella con fuerza. Al igual que lo hizo Javier Jiménez el día de su doctorado.
Comenzamos junio con una tarde histórica para el coso de Baratillo. Dos jóvenes novilleros, Borja Jiménez y José Garrido cruzaban la Puerta del Príncipe junto con Ricardo Gallardo en una tarde perfecta. En el Corpus afloró el toreo al natural de Pepe Moral, así como su despaciosidad y su grandeza, que ratificó en San Miguel. Y en las noches de julio tres chicos con muchas ilusiones nos encandilaron: Pablo Aguado, Rafael Serna y Juan Carlos Carballo. Pero no nos olvidamos de Esaú Fernández, Padilla, Adame, Rui Fernandes, Miguel León o Corradini que nos cautivaron también. Y la gesta de Lama de Góngora de encerrarse con seis novillos de cara a su futura alternativa.
No ha sido el año más brillante que ha vivido la Maestranza, que se vio envuelta en un extraño ambiente. En 2015 debes recobrar tu plenitud. Tus tendidos deben volver a llenarse. Pero para ello deben cuidarte como tú te mereces. Deben mirar por ti y por la Fiesta, que es lo que verdaderamente importa. Contamos ya los días para volver a pisarte. Fantaseamos ya con volver a verte. Hasta luego, Señora.
A un paso del final
Las puertas de la Maestranza están ya casi encajadas. San Miguel ha sido la antesala al remate final de la temporada sevillana. Un ciclo que ha seguido la tónica general de la Feria de Abril. Los deshabitados tendidos y el pobre resultado artístico han vuelto a ser los protagonistas.
Pepe Moral puso la sinfonía toreando despacio al natural. Muletazos que brotaron de la magia de sus muñecas, donde reside la capacidad de ralentizar el tiempo. Naturales que se te clavan en el corazón y lo aceleran al mismo compás. Instantes de ensueños que te acarician el alma. Así es su toreo y así lo muestra. Ojalá en 2015 podamos disfrutar muchas tardes de él.
Manuel Escribano fue la emoción. Banderillas de locura. Pares arriesgado. La Maestranza se agitó en cada embroque. En cada cercanía a terrenos impensables. En la soledad frente al toro. Escribano siempre da la cara frente a cualquier enemigo y más en la plaza que le dio la oportunidad de vivir estos dulces momentos.
Y la valentía de David Galván. El temple de un capote que abanica el calor que desprende el silencio maestrante. El cara o cruz de una misma moneda. Es el entusiasmo y la garra junto a la juventud y ansias de triunfo. Unas bazas que juega sin trampa y con la autentica verdad del toreo.
Por lo demás, sólo escasos detalles. Pero falta el broche de oro que pondrá Lama de Góngora este año en Sevilla. Una encerrona en la que están puestas todas las miradas. Paco tiene en sus manos repetir la hazaña de atravesar la Puerta del Príncipe, como lo hiciera ya sin caballos. Un éxito que lo encumbraría al pódium que consiguieron por el mes de junio Borja Jiménez y José Garrido. Un triunvirato de novilleros que están preparándose para estar dentro de poco en otros escenarios de mayor altura, donde se medirán cuando tomen la alternativa.
¡Suerte, Lama de de Góngora!
Publicado en la Revista digital TakeSevilla el 2 de octubre de 2014
El toro de la Vida
Foto: Sandra Carbonero
Agosto se dibuja de muchos colores y triunfos. Estamos en los días más taurinos del año, antes de que llegue el taciturno otoño. Pero estas líneas se escriben en tonos grisáceos. No vamos a contar las bellas tardes que nos están dejando este mes los toreros. Toca contar la otra cara. Tristes realidades, ya que a veces, las cornadas más fuertes las da la vida.
Hace unos días, unas palabras del maestro Pepe Luis Vargas en Twitter nos teñían de melancolía e inquietud. "Me han comunicado los médicos hoy que tengo un cáncer y que tengo un año de vida y yo os quiero comunicar que no pasa nada, Dios me ha dado muchos años de felicidad, gracias por vuestra amistad y cariño. ¿Qué hago ahora?". La muerte tan ligada a la verdad del toreo y tan cruel que nos persigue siempre. Los toreros se reponen con valentía a las dificultades que le presenta el toro. Pero el Toro de Vida lo ha atacado duramente. “Fantasmón” en aquella tarde del 23 de abril de 1987 en su plaza de Sevilla fue feroz en su encontronazo con usted a portagayola. Pero luchó hasta el final, como lo hará ahora. Saque el capote y lanceé los momentos que le brinda aún la vida.
La casta y el coraje deben aflorar, como están demostrando tener sobradamente los novilleros colombianos. Dieciséis días llevan ya en huelga de hambre. Batallan contra la injusticia del Señor Petro, Alcalde de Bogotá, al querer coartar sus libertades y truncar sus sueños. Jóvenes que han sabido ponerse el mundo por montera y no desvanecer ante la injusticia de ver prohibidas las corridas en la capital de su país. La Tauromaquia forma parte de nuestras raíces. De nuestra forma de vivir y de sentir. Todos tenemos el derecho a elegir y no que elijan por nosotros. Tenéis toda nuestra admiración y respeto. Desde el otro lado del charco os apoyamos como la gran familia que somos y alzamos juntos la voz al unísono: “Fuerza Novilleros”.
El toro de la carretera tampoco se ha quedado atrás. El pasado fin de semana la cuadrilla de El Fandi tenía un grave percance cuando iba camino de El Burgo de Osma. Pero un milagroso capote les envolvió para que todo quedara en susto. Ya se recuperan en casa de las diferentes lesiones y fracturas y pronto reaparecerán todos con más fortaleza e ilusión. Hay unas personas detrás de los matadores que son artistas en mayúsculas. No se visten de oro, ni de plata, ni de azabache. Tampoco hacen el paseíllo ni se enfrentan al burel. Su labor queda en el silencio. Pero son igual de importantes. Qué harían los diestros y sus cuadrillas sin sus chóferes. Ellos son las alas que impulsan al torero a la plaza para alzarse con el triunfo.
Estas líneas comenzaron con unos tintes no muy coloridos, pero ojalá se tornen de color verde Esperanza para todos ellos.
Publicado en la Revista digital TakeSevilla el 20 de agosto de 2014
El ecuador de la temporada
Julio marca el ecuador de la temporada. Falta poco para que llegue el intenso agosto cargado de festejos a lo largo de toda la piel de toro. El mes más taurino por excelencia. Pero es hora de hacer un primer balance de esta temporada. Las primeras ferias ya arrojan los primeros números, los primeros triunfadores y las primeras revelaciones.
La desdibujada Feria de Abril de Sevilla desilusionó a muchos. La apuesta por el futuro de la Empresa Pagés, tras la famosa polémica del G5, no tuvo el resultado esperado. Tampoco el ganado respondió a las expectativas. Queda en nuestra memoria la faena de Ferrera a un buen Victorino Martín. El extremeño junto con el toro “Niñito” de El Pilar se alzaron con todos los diferentes premios que se otorgan. Y Ventura volvió a cruzar la Puerta del Príncipe y a poco se quedó de hacerlo por décima vez en su carrera. Aún así el rejoneador está cosechando triunfo tras triunfó allí donde hace el paseíllo.
La apoteosis en Sevilla llegó de la mano de Borja Jiménez y José Garrido. Dos novilleros que junto con el ganado de Fuente Ymbro escribieron en oro una fecha que pasará a los anales de la historia. Jiménez, Garrido y Ricardo Gallardo atravesaron la puerta de los sueños.
Madrid y Las Ventas se rindieron ante Miguel Ángel Perera. Dos puertas grandes en un mismo San Isidro. Perera está en un momento cumbre. En un nivel superior y que rubrica cada tarde. Esa fue la cara de Madrid, que también sufrió la cruz. Una tarde gafada en la que Antonio Nazaré, Jiménez Fortes y David Mora acabaron en la enfermería. Imposible borrar de la mente esas imágenes de Mora a portagayola y su brutal cogida que aún lo mantiene en el dique seco.
La recién finalizada Feria de San Fermín volvió a repetir el nombre de Perera en su podio. Al suyo se sumó el de Fandiño, triunfador numérico de Pamplona. No podemos olvidar al pirata Padilla, ídolo en la plaza pamplonica, ni tampoco el buen toreo de Pepe Moral. Ese mismo torero olvidado que llegó a Sevilla el día del Corpus y toreó al natural como hacía mucho que no se había toreado en la Maestranza. También El Juli sumó un triunfo más en San Fermín, uno de tantos que lleva este año. Julián sigue imparable. Y Pablo Hermoso de Mendoza cumplió con total maestría su 25 aniversario de alternativa. La nota triste la puso Posada de Maravillas y el corte que sufrió y que lo dejará apartado de los ruedos lo que resta de año. Primer puerto de montaña superado.
Pero debemos de sumar otros nombres y faenas. Como la de Ponce en Valencia en una de sus mejores temporadas. O Morante de la Puebla que sigue enamorando con su toreo. O Manzanares y Talavante que siguen mostrando también su toreo estético. O José Tomás que reapareció en Granada conquistando la Monumental de Frascuelo. U otros consagrados como Cid, Luque, Abellán o Finito.
Y la importancia que tienen diestros como Javier Jiménez, Adame, Galván, Urdiales, Ureña, Rafaelillo, Escribano o Del Álamo. Novilleros como Lama de Góngora, Francisco José Espada, David de Miranda, Miguel Ángel León, Miguel Ángel Silva o Ginés Marín. O rejoneadores como Andrés Romero o Armendáriz. Todos ellos en su lucha constante por conseguir su sueño. Llegar a lo más alto.
Ahora llega agosto y cientos de kilómetros que recorrer desde las Colombinas de Huelva a la Semana Grande de Bilbao, pasando por Málaga, Almería, Cuenca, Ciudad Real o El Puerto. Pero también multitud de pueblitos que celebran sus fiestas de verano.
Aún queda ese otoñal septiembre entre Ronda, Salamanca, Valladolid y San Miguel en Sevilla. Y al final todo concluirá en Zaragoza y Jaén. Seguro que lo mejor, aún está por llegar.
Editorial para el programa "El Paseíllo" de la Radio del Sevilla F.C. 25 de julio 2014
Un San Fermín triunfal
Cuando las calles de Pamplona caen en el silencio es hora de comenzar la cuenta atrás de nuevo para el próximo San Fermín. Pero este nos ha dejado grandes faenas y momentos para el recuerdo. El día previo al chupinazo los tres novilleros dieron una lección de torería con suerte desigual. Borja Jiménez ratificó su triunfo en la Maestranza. El de Espartinas, derrochando valor cada tarde, cortó tres orejas y abrió la puerta grande en el prólogo de la Feria. La nota negra la puso Posada de Maravillas. Tras una faena de elegancia y pureza no pudo desorejar al animal porque sufrió un corte con la espada en la mano derecha. Y Francisco José Espadas demostró porqué es uno de los novilleros revelación.
Y con la alegría desatada tras lanzar el cohete que anunciaba sus Fiestas, fue un navarro el que cruzó el umbral del triunfo. El rejoneador Roberto Armendáriz dejó muy buenas sensaciones ante sus paisanos. Pero el de Estella, Pablo Hermoso de Mendoza, expuso su maestría y que llevar 25 años en esto, no es casualidad. Galán remató la tarde con un apéndice más.
El día del Patrón, Abellán sacó la raza y con una lesión de abductores que arrastraba, se creció e hizo lo mejor del festejo. Fandiño ha sido declarado el triunfador de San Fermín, aunque no exento de polémica. Numéricamente lo es. Tres orejas cortó el miércoles y una el viernes. Pero en lo artístico, fue Perera el que conquistó Pamplona con su toreo asentado. Se llevó dos apéndices uno a cada oponente, que no hacen justicia al nivel que estuvo.
El toreo de poder y capacidad de una arrollador Julián López “El Juli” hicieron que saliera en volandas el jueves, por décima vez en su carrera en esta plaza. Día en el que Talavante dejó muchos detalles sin llegar a redondear. El “pirata” no podía quedarse atrás. Padilla, ídolo de masas en esta ciudad, cortó dos orejas en su segundo compromiso. Tarde en la que el toreo al natural de más pureza llegó de manos de Pepe Moral. Y el último trofeo de la Feria lo obtuvo Luis Bolívar por su tesón frente a un Miura.
Publicado en TakeSevilla el 16 de julio de 2014
El embrujo de Pamplona
Foto: Sandra Carbonero |
El ecuador de la temporada
Un San Fermín triunfal
Cuando las calles de Pamplona caen en el silencio es hora de comenzar la cuenta atrás de nuevo para el próximo San Fermín. Pero este nos ha dejado grandes faenas y momentos para el recuerdo. El día previo al chupinazo los tres novilleros dieron una lección de torería con suerte desigual. Borja Jiménez ratificó su triunfo en la Maestranza. El de Espartinas, derrochando valor cada tarde, cortó tres orejas y abrió la puerta grande en el prólogo de la Feria. La nota negra la puso Posada de Maravillas. Tras una faena de elegancia y pureza no pudo desorejar al animal porque sufrió un corte con la espada en la mano derecha. Y Francisco José Espadas demostró porqué es uno de los novilleros revelación.
Y con la alegría desatada tras lanzar el cohete que anunciaba sus Fiestas, fue un navarro el que cruzó el umbral del triunfo. El rejoneador Roberto Armendáriz dejó muy buenas sensaciones ante sus paisanos. Pero el de Estella, Pablo Hermoso de Mendoza, expuso su maestría y que llevar 25 años en esto, no es casualidad. Galán remató la tarde con un apéndice más.
El embrujo de Pamplona
Toca alcanzar el último peldaño. El último para encender la mecha y escuchar el chupinazo que dará comienzo a San Fermín. Pamplona está ya preparada para teñirse de blanco y rojo. Rojo como el amor que siente hacia el toro y blanco como la pureza con la que vive su fiesta.
Sus balcones poblados de pamplonenes ansían que el reloj marque las ocho. Instantes para las oraciones. Los corazones se aceleran. San Fermín despliega su capote y lancea al aire la salvación de sus mozos. Suena el cohete y seis toros bravos recorren las calles. Tensión en Santo Domingo. Incertidumbre en el Ayuntamiento. Miedo en Mercaderes y Estefeta. Angustia en Telefónica. Y suspiros de tranquilidad ya en la plaza de toros.
Es el momento de las peñas. De bailar el tradicional baile de la alpargata. De visitar los corralillos del gas. De divertirse. De ver los gigantes y pasear entre el bullicio de la gente y de los miles de visitantes. Hemingway con su pluma contagió por el mundo su pasión por San Fermín.
Por la tarde espera el albero de la plaza de toros que por él pasen los más valientes diestros. Un ruedo cargado de historia y exaltación. Una plaza cosmopolita y única. Faenas a compás de La Chica Ye-Yé y Sigo siendo el Rey. Pero el verdadero Rey aquí es el Toro. Pañoladas empapadas de placer y arte. La puerta grande se abre. En Pamplona siempre gana la Fiesta.
Y las gargantas quebradas cantan el Pobre de mí. Un quejido roto de emoción contenida. Un sentimiento de soledad que reviste los rostros de los pamploneses. Corazones al unísono que palpitan con pena. Un sentir que envenena el alma. Una lágrima se escapa mientras que el pañuelo rojo se desprende del cuello. El tiempo se detiene en esa última nota esperando el próximos 7 de julio.
¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!
El regreso anhelado
José Tomás. Foto: Sandra Carbonero |
Faltan siete días. Ya ha comenzado la cuenta atrás. La ciudad de la Alhambra lo espera ya. Un año y nueve meses han pasado desde su última actuación antes de su lesión. Aquella mañana inolvidable en el coliseo de Nîmes, donde surgió la conjunción perfecta entre José Tomás e “Ingrato”. Donde la plenitud del toreo llegó de sus muñecas. Donde desplegó todo su magisterio. Allí, donde en otros tiempos los gladiadores combatían, José Tomás catapultó su tauromaquia a los anales de la historia. Y después de eso, nos dejó huérfanos sin su presencia todo este tiempo.
La capital Nazarí aguarda con nerviosismo la vuelta del diestro de Galapagar. Hasta el punto, que el mismo día que pusieron las entradas a la venta, colgaron el cartel de “No hay billetes”. Muchos fantasean ya con pasear a hombros a José Tomás por el Albaicín. Con deleitarse con la pureza de su toreo. Con paladear sus verónicas. Con estremecerse con su quietud.
León también está impaciente. Tres días después de reaparecer en Granada, José Tomás hará el paseíllo en el coso de León Arena. Dos fechas claves marcadas en rojo en el calendario. La Malagueta hasta el momento es el templo elegido el matador para estar dos tardes en agosto. Su tierra de acogida no podía merecer menos honores. El resto de plazas esperan colgar en sus fachadas un cartel donde se anuncie el nombre de José Tomás. Y sus alberos vibrar con la emoción de su lida clásica.
Y Joselito este domingo en Istres… ¡Quién pudiera verlos juntos!
Dolor en la arena
Foto: Sandra Carbonero |
Se abre la puerta de chiqueros. Un torero espera de rodillas al burel. Silencio y aflicción. El miedo palpita en los tendidos. El toro arremete contra el diestro. El albero se tiñe de rojo y las luces del traje se apagan con angustia. Las Ventas está abatida tras la cogida de David Mora. Dos luchadores, Nazaré y Fortes, se quedan frente a seis oponentes. La tragedia se ceba con ellos y los rostros enmudecen. Madrid vivió hace una semana esta cruel realidad. Tres diestros que ansiaban salir a hombros. Tres diestros que derramaron su sangre. Tres diestros que engrandecieron su profesión.
Mora rozó la desdicha. Horas de inquietud, nerviosismo y preocupación dieron paso al optimismo. David se recupera en casa, como ya lo hacían Antonio y Saúl. El malagueño reaparece hoy en la tierra de los Califas. El sevillano tiene el anhelo de estar en su plaza, en su tierra, el día del Corpus. Y el madrileño mira con entusiasmo la fecha aún borrosa pero cercana de su vuelta a los ruedos.
“De Madrid al cielo y de Sevilla a la gloria”. Un joven novillero debutaba con picadores el domingo en el coso del Baratillo. De verde esperanza y oro hizo el paseíllo. El mismo color que emanaba en su corazón pensando en triunfar. El mismo traje que se ganó con su muleta y su capote al ser proclamado el verano pasado triunfador de las novilladas nocturnas de la Maestranza. La ilusión desbordada de Juan Solís “El Manriqueño” frente a un novillo que truncó su sueño. Lo volteó de fea manera cuando apenas comenzaba su faena de muleta. La Puerta del Príncipe permanecía en soledad, mientras que la de la enfermería lloraba.
La vida siempre pendiente de un hilo. De la éxito al drama en un suspiro. Pasión rota por la ambición de un toro. Momentos en los que nos llega a crujir el alma. Podemos pensar en lo injusto que puede ser esto. Pero no es injusticia. Es la auténtica verdad del toreo.
Recuerdos de una tarde de mayo
La dueña por antonomasia del mes de abril (aunque este año haya sido la Feria en mayo) eres tú. Tan bella y tan coqueta como ninguna. Eres nuestro templo. Nuestra reina a la orilla del Guadalquivir. La que nos da vida cada tarde que te visitamos. Pero ahora, muchos se preguntan, ¿qué te han hecho? Tú no te mereces esto. Deben de volver a recuperar la alegría que nos da verte repleta. Como ha sido siglo tras siglo. Deben de rescatar tu silencio. Ese silencio mágico que te cala en los huesos mientras el matador realiza su obra de arte. Y esos oles, ¡cómo suenan dentro de ti! Los que te queremos y respetamos no nos olvidamos de lo que significas para todos.
Y al final tuvimos que esperar al último día para verte recuperar un poco de tu brillo. Ferrera estuvo cumbre con un Victorino. Aún está presente en nuestras retinas aquellos muletazos larguísimos con la zurda. De esos que detienen el tiempo. Sin duda, la faena de la Feria, abalada ya por múltiples premios.
Y “Niñito”. El fue nuestro rayo de esperanza en un jueves de farolillo, cuando estaba ya el ánimo muy bajo. Ese toro colorado de El Pilar que nos hizo volver a creer que todo es posible en ti. Y David Mora y su toreo desmayado con el animal del ciclo.
Y Ventura el gran triunfador del serial. El único que atravesó tu puerta a hombros. Cinco orejas. Le faltó una para volver a repetir hazaña. Hubiera sido la décima de su carrera.
Pero no nos olvidamos de Ponce. De su lección magistral de capacidad y toreo que nos dio el viernes. Y de su esfuerzo por reaparecer el sábado de prefería y dar la cara ante la afición sevillana. Pero sobre todo, por no dejar solo a su ahijado taurino, Javier Jiménez, en el día más importante de su carrera. Porque el de Espartinas soñó tanto con ese día, con ese cartel, con ese triunfo. Y lo consiguió. Los sueños se cumplen cuando se lucha por ellos.El Ciclón Padilla arrasó también en Sevilla. Esa oreja que cortó le supo a gloria. Adame te impregnó de aroma mexicano. Quiere llegar lejos y con sus ansias de triunfo seguro que lo conseguirá. Fue Esaú Fernández el que abrió ese escueto marcador del serial. Imposible no acordarnos de Escribano y Del Álamo. La suerte no les alcanzó de pleno, pero dejaron el listón muy alto. Andrés Romero también conquistó al público en su alternativa cortando dos orejas y otro apéndice Rui Fernandes. Ellos te hicieron revivir en cada verónica, en cada muletazo. Ellos, a los que les robas el sueño. Pero, ¡qué fácil es soñar contigo! Y cómo evitar no hacerlo, Maestranza.
Publicado en la revista digital de TakeSevilla el 14 de mayo de 2014
Recuerdos de una tarde de mayo
La dueña por antonomasia del mes de abril (aunque este año haya sido la Feria en mayo) eres tú. Tan bella y tan coqueta como ninguna. Eres nuestro templo. Nuestra reina a la orilla del Guadalquivir. La que nos da vida cada tarde que te visitamos. Pero ahora, muchos se preguntan, ¿qué te han hecho? Tú no te mereces esto. Deben de volver a recuperar la alegría que nos da verte repleta. Como ha sido siglo tras siglo. Deben de rescatar tu silencio. Ese silencio mágico que te cala en los huesos mientras el matador realiza su obra de arte. Y esos oles, ¡cómo suenan dentro de ti! Los que te queremos y respetamos no nos olvidamos de lo que significas para todos.
El Ciclón Padilla arrasó también en Sevilla. Esa oreja que cortó le supo a gloria. Adame te impregnó de aroma mexicano. Quiere llegar lejos y con sus ansias de triunfo seguro que lo conseguirá. Fue Esaú Fernández el que abrió ese escueto marcador del serial. Imposible no acordarnos de Escribano y Del Álamo. La suerte no les alcanzó de pleno, pero dejaron el listón muy alto. Andrés Romero también conquistó al público en su alternativa cortando dos orejas y otro apéndice Rui Fernandes. Ellos te hicieron revivir en cada verónica, en cada muletazo. Ellos, a los que les robas el sueño. Pero, ¡qué fácil es soñar contigo! Y cómo evitar no hacerlo, Maestranza.
La Feria de Mayo
No es abril. Es mayo, pero Sevilla huele a ya a Feria. Una Feria que se ha hecho de rogar, pero que ya está aquí y para abrir boca, ayer comenzó la prefería taurina. Un ciclo muy comentado, con la participación de muchas jóvenes promesas que ya desde el primer festejo han demostrado que necesitan un hueco en los carteles. Es el caso de Juan del Álamo, que su firmeza y aplomo nos sorprendió a muchos. Y la profundidad del toreo de Nazaré, tampoco defraudó.
Hay mucha expectación para la corrida de este sábado en la que Javier Jiménez se va a doctorar. Un futuro torero con muchas cualidades, muy cuajado y sobre todo con unas ganas de lucha tremenda. Lo va a hacer en la plaza donde siempre soñó, con un diestro muy cercano a él como testigo, Manuel Jesús “El Cid”, y con un padrino de lujo, Enrique Ponce, que reaparecerá tras su fuerte cogida en Fallas. Un auténtico gesto de figura del toreo, dado la responsabilidad que conlleva hacer el paseíllo en la Maestranza. Pero Ponce tenía claro que no podía dejar tirado ni a Javier ni al público de Sevilla, que lo espera con mucha ilusión. El domingo se vivirá otra alternativa, pero en esta ocasión la de un rejoneador, Andrés Romero. El onubense se ha ganado a pulso en las dos últimas temporadas, triunfo tras triunfo, este honor. Actuará junto con Cartagena y Ventura, siendo uno de los festejos estrellas que no dejará indiferente a los amantes del caballo.
Paco Ureña, Esaú Fernández, Joselito Adame, David Galván y Arturo Saldívar completan la nómina de los jóvenes aspirantes que necesitan una oportunidad o demostrar lo conseguido ya el año pasado. Pero por el coso del Baratillo también pasarán Castella buscando su sitio en esta plaza; Abellán en su vuelta a Sevilla; David Mora para rubricar sus buenas actuaciones pasadas; Escribano intentando tener mejor suerte que en Resurrección; Cordobés, Padilla y Fandi en el tradicional cartel del sábado de Feria; Rui Fernándes y Luis Valdenebro en el ascenso del toreo a caballo; y como guinda la de Victorino con tres guerreros como son Ferrera, Cid y Fandiño.
Ya llegó “la Feria de Mayo”. Qué Dios reparta suerte y grandes triunfos.
Publicado en la revista digital de TakeSevilla el 2 de mayo de 2014
La ilusión de la juventud
La Maestranza vive en estos días unas jornadas únicas. Cientos de escolares han pisado el albero de la plaza para participar en Los Talleres de Tauromaquia bajo la dirección del diestro Eduardo Dávila Miura y con la colaboración del equipo del Club de Aficionados Prácticos. Los niños han podido jugar al toro de primera mano. Han cogido los capotes y muletas, han simulado poner banderillas e incluso se han subido a un caballo de picar.
Los futuros aficionados taurinos están asegurados, y quién sabe, tal vez alguno de ellos de esto, cuando vaya a dormir imagine que está haciendo el paseíllo en este hermoso coso. Porque siempre hay que mantener viva la ilusión, como si fuéramos niños, al igual que las ganas de luchar por lo que queremos. De eso saben mucho los matadores. Esa constancia tiene su recompensa tarde o temprano. Manuel Escribano es un ejemplo de ello. Sus años de anhelo por estar anunciados en todas las ferias importantes se ha hecho realidad. Un largo camino con futuro esperanzador.
El mismo futuro que tienen en sus manos Gonzalo Caballero, Lama de Góngora y José Ruiz Muñoz, que actuarán el domingo en el coso del Baratillo. Caballero es la valentía y la tenacidad sin fin. Lama es la templanza y la plasticidad. A José Ruiz lo conocemos poco. Debuta con picadores este día, pero siendo sobrino nieto de Curro Romero, ha debido de beber de su esencia. Tres estilo diferentes. Tres novilleros prometedores que no dejan a nadie indiferente y que nos harán ilusionarnos con su frescura y nueva savia.
Artículo para la Revista digital de TakeSevilla
Sueños de Resurrección
Cuando aún resuenan las últimas marchas procesionales, empiezan repicar los clarines en la plaza. Del olor a incienso y azahar al de albero y romero. Del “guapa y guapa” a la Macarena, al olé de los toreros. Es Domingo de Resurrección. Día grande en Sevilla y de gran tradición taurina. La Maestranza se engalana como cada año para tal acontecimiento y abre sus puertas para acoger su primer festejo de la temporada.
Este año es diferente. Tras la polémica del G5, el coso del Baratillo no contará con las primeras figuras del toreo en su abono. Sevilla ha sido siempre el primer foco de atención este día y esta vez, queda un poco empañada por el mano a mano entre Morante y El Juli que tendrá lugar en Málaga, donde dicen que queda muy poco papel por vender. Son muchas las miradas puestas en la Maestranza y si logrará poner el cartel de “No hay Billetes”, como es habitual en Resurrección.
Pero en una fecha tan especial, en el ruedo maestrante estarán presentes sus toros de Lora del Río. Los de la finca del miedo de Zahariche. Miura quiere repetir el éxito del año pasado. Y contará con los toreros de Gerena en un duelo cara a cara. Escribano y Luque. Manuel desea ratificar su triunfo del año pasado con “Datilero” y Daniel justificar las dos orejas que cortó la pasada Feria de Fallas y demostrar que hay que seguir apostando por él. Una pugna interesante y de gran relevancia para ambos y para sus planteamientos del resto de temporada.
Y cuando el atardecer caiga por Triana, Belmonte estará esperando a la otra orilla del río mirando expectante la Puerta del Príncipe. La puerta de los sueños. La que te cambia la vida en unos instantes. Y Manolo y Pepe Luis, frente a frente, lo vivirán de cerca. Y Curro empapará de esencia ese momento. Sevilla es única y su Maestranza sublime.
Artículo para La Revista digital TakeSevilla
Sueños de Resurrección
Por siempre, maestro
Julián López "El Juli". Foto: Sandra Carbonero
Quince años de han pasado ya. Quince años
de como las quince primaveras con las que contaba aquel entonces. Nîmes, viejas
piedras romanas con Siglos de Historia, fue testigo del devenir incipiente del
Niño torero. Sueños en blanco y oro bordados estafa ilusión. Cual César del
toreo, "Endiosado" lo encumbró a lo más alto del Olimpo de la
Tauromaquia.
Suenan los clarines. El niño ya creció. El
joven matador pasea verdad sobre la arena. Al atardecer susurra su capote que
revoletea sobre su figura quieta. Lopecinas de locura. Chicuelinas de emoción.
El público se rinde ante su pasión.
Su muleta acaricia tanto el albero como el
alma. Entrega y raza. Inteligencia y belleza. Conjunciones perfectas en sus faenas.
Armonía en sus manos y frescura en sus pasos. Se perfila ante el toro que lo lleva
a la gloria suprema. Pañolada de arrebato. La plaza sucumbe a su poder entre palmas
y alborotos.
Feligrés, Desván, Cantapájaros, fantasías
de una tarde que reviviríamos cada día. Sevilla lo espera, Bilbao lo siente,
Madrid lo anhela y México lo consiente.
Quince Años en figura. Quince Años torero.
Quince Años viviendo con el toro en el ruedo. Del pequeño Juli al enorme Don
Julián. Aunque tu esencia es imborrable, déjanos disfrutar de tu magisterio al menos,
quince años más.
Dedicado al maestro
Julián López "El Juli"
Por el aniversario de sus
15 años de alternativa
Sandra Carbonero
Don José
Quince años de han pasado ya. Quince años de como las quince primaveras con las que contaba aquel entonces. Nîmes, viejas piedras romanas con Siglos de Historia, fue testigo del devenir incipiente del Niño torero. Sueños en blanco y oro bordados estafa ilusión. Cual César del toreo, "Endiosado" lo encumbró a lo más alto del Olimpo de la Tauromaquia.
Suenan los clarines. El niño ya creció. El joven matador pasea verdad sobre la arena. Al atardecer susurra su capote que revoletea sobre su figura quieta. Lopecinas de locura. Chicuelinas de emoción. El público se rinde ante su pasión.
Su muleta acaricia tanto el albero como el alma. Entrega y raza. Inteligencia y belleza. Conjunciones perfectas en sus faenas. Armonía en sus manos y frescura en sus pasos. Se perfila ante el toro que lo lleva a la gloria suprema. Pañolada de arrebato. La plaza sucumbe a su poder entre palmas y alborotos.
Feligrés, Desván, Cantapájaros, fantasías de una tarde que reviviríamos cada día. Sevilla lo espera, Bilbao lo siente, Madrid lo anhela y México lo consiente.
Quince Años en figura. Quince Años torero.
Quince Años viviendo con el toro en el ruedo. Del pequeño Juli al enorme Don
Julián. Aunque tu esencia es imborrable, déjanos disfrutar de tu magisterio al menos,
quince años más.
Dedicado al maestro
Julián López "El Juli"
Por el aniversario de sus 15 años de alternativa
Sandra Carbonero
Don José
José Gómez Ortega "Joselito El Gallo" |
En pleno apogeo de la Feria de San Isidro, las letras hablan de José Antonio, José Mari o del Joven Saúl. Cuando caiga la noche, escribirán sobre sus proezas en el coso venteño. Pero Nada más salir el alba, los recuerdos se nos agolpaban para rememorarte, Joselito.
Mira José del hasta dónde llega tu grandeza, que hoy 16 de mayo, 93 años después, hablan de todos de ti. Tal fue el vacío que dejaste que es imposible olvidarte. Un vacío, incluso que llegó a lo más hondo de tu "rival" Juan.
Talavera fue el último escenario que te contempló en plenitud. Aquella plaza que tu padre Fernando inauguró. Esa misma en la que por última vez hiciste el paseíllo junto a tu amigo y cuñado, Ignacio Sánchez Mejías. “Bailaor” ninguna clemencia tuvo y te llevo al ruedo celestial donde torean eternamente todos los grandes matadores.
Sevilla cayó en el silencio. El rostro de La Macarena en sí entristeció. Ella lloró tu muerte. El negro impregnó el mundo del toro. La Alameda, donde creciste jugando a ser torero, sí quedo huérfana.
Alberti del te dedicó uno de sus geniales poemas. Corrachano firmó con su pluma la crónica de tu muerte. Artistas como tú, plasmaron la nostalgia por tu perdida. Ahora somos muchos los que intentamos dedicarte unas líneas. Puede que jamás logremos tener la genialidad de ellos escribiendo, pero de todos te escribimos con el corazón. Es imposible no rendir homenaje al inmortal revolucionario de la tauromaquia. Asómate por ahí arriba en el aniversario de tu muerte y mira Don José lo que significaste y significarás siempre para el toreo
Yiyo, el príncipe del toreo
Hay momentos en la vida en los que no podemos luchar contra
los acontecimientos que nos sobrevienen sin previo aviso. Momentos que se
quedan grabados con sangre en el albero y dejan huella en los corazones de los
aficionados. La fecha del 30 de agosto de 1985 sigue presente en la retina de
muchos. Hoy, 27 años después, nadie ha podido olvidar lo que ocurrió en la plaza
de Colmenar Viejo, Cuando “Burlero” de la ganadería de Marcos Núñez, le infirió una cornada mortal a José Cubero Yiyo".
El destino fue cruel con él, ya que aquella tarde Yiyo no debía haber hecho el paseíllo. Entró
en sustitución de Curro Romero. Las
cosas pasan por algún motivo. Se continúa hablando de la maldición del cartel
de Pozoblanco del 26 de septiembre de 1984. Yiyo no eludió do compromiso aquella tarde en el pueblo de Madrid,
lidiando la que sería su última feria.
Todos los que hablan de él, dicen que era una gran
persona y un gran torero. Yiyo se
fue y nos dejo un todos con el corazón partido.
Por siempre, Manolete
el tiempo se para en tus manos
cuando lanceas al toro en el ruedo.
Un extraño abril
Ya se echó el cerrojo a la Feria de Abril de Sevilla.
Una Feria con un sabor agridulce en la que el balance no ha sido todo lo
positivo que deseábamos. El mal juego, en general del ganado, no ha
posibilitado ver grandes tardes de toros este año. Ya comenzaba el ciclo con el
presagio de ser una feria atípica por el gran número de ausentes en los
carteles. Tras finalizar la Feria, no es una locura decir que hemos echado de
menos principalmente a El Juli.
El que sí ha estado invitado cada tarde a La
Maestranza ha sido Eolo, que no ha abandonado su asiento
ningún día y nos ha acompañado desde el Domingo de Resurrección.
Pero otra serie de acontecimientos no habituales se
han producido este año en Sevilla. Desde siempre, ha sido famoso el albero de
La Maestranza, incluso vendido en pequeños botes, pero después de esta Feria no
sabemos si habrá descendido estas ventas por su mal estado.
Tampoco ha sido el año de la Banda de Tejera. No cabe
duda, que sus sones resuenan en la plaza como en ninguna otra. Pero Tristán no
ha estado muy acertado. Se dice que este era su último año en ella, pero
desgraciadamente no se despedirá por la puerta grande, como en su día hizo su
padre. Algo que contrasta esto, fue la tarde en la que se despedía El
Fundi de Sevilla y el matador la hizo callar. Hecho que jamás hemos
observado antes, al menos aquí.
A pesar de ello, en Sevilla este año, en pocas
ocasiones hemos tenido el silencio tan característico de esta plaza. Un
silencio muy distinto al del resto de cosos, porque es un silencio cálido,
lleno de esperanza y sentimiento. Es un silencio sonoro que te cala dentro.
Hemos tenido un público distinto, un poco ruidoso en
muchas ocasiones. Ejemplo de ello es el tendido 8, que tiene complejo del
tendido 7 de Madrid y aspira a convertirse en su gran rival. Cada tarde desde
él, ha salido gritos, protestas y la palabra más escuchada en él ha sido
“rateros”. Aún así, el misterio más grande que aún rodea a la Feria, fue cuando
una señora, durante la prefería, gritó sin explicación alguna. Un grito que se
escuchó en toda la plaza y asustó al resto.
Puede que haya sido un serial bastante extraño, pero
La Maestranza es mágica y aunque nos quedan aún San Miguel y alguna novillada
más, ella sueña ya con el próximo abril.
Publicado en Burladero el 29 de abril de 2012
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