Calerito. Foto: Toromedia |
Calerito, Manuel Diosleguarde y Jorge Martínez fue la terna designada
como triunfadora de la temporada para actuar hoy en la Maestranza. Tres jóvenes
novilleros que tienen tres conceptos diferentes del toreo pero en común guardan
la ilusión y las ganas por llegar lejos. El hándicap con el que se toparon es
una novillada imposible de Rocío de la
Cámara.
Abrió
plaza Alba, un novillo sardo de
grandes hechuras. Ya en el capote se observó que Calerito no lo iba a tener nada fácil. Tomó la muleta de forma
irregular, saltando, donde cabezazos y echando la cara arriba al final del
muletazo. Por el izquierdo, en cambio no tenía recorrido. El novillero estuvo
firme e intentando justificarse ante un animal carente de casta y sin
transmisión.
A
portagayola se fue Calerito en el
cuarto calentando a los tendidos con un recibo emocionante. Se dolió en varas Atónito y huyó corriendo hasta la puerta
de chiqueros. En los preámbulos de la faena de muleta, Juan Pedro fue cogido feamente. Se repuso pronto del susto y
consiguió que la música sonara por primera (y última) vez en la tarde. Extrajo
los muletazos más lucidos con la embestida más rítmica que hubo a media altura.
Al natural plasmó naturales con despaciosidad rematados con una trincherilla
gustándose. La espada, pese a la petición, fue quien le robó la oreja.
Con
un ramillete de verónicas saludó Diosleguarde
al segundo de la tarde. Hasta en dos ocasiones volteó en el quite a Jorge Martínez. Manuel se templó en las dos primeras series en las que su oponente
embistió bien. Luego fue otra historia. Brasileño
empezó a querer huir a tablas pero, en su buen hacer, el salmantino le tapó
siempre la salida. Con la izquierda embestía andando y echando la cara arriba.
Lo mejor fue su entrega y el oficio que mostró al saber estructurar una faena
intentando solventar las dificultades que le planteó el de Rocío de la Cámara.
Diosleguarde lo
puso todo con el quinto. Es un novillero inteligente y con grandes cualidades.
A media altura lo condujo con la diestra las pocas medias embestidas que le
regaló en dos series. Al natural se quedaba corto y pasaba caminando. El astado
se vino a menos y poco pudo hacer pese a su superioridad.
Al
igual que sus hermanos anteriores, Patatero
dejó entrever su falta de bravura desde que salió. Jorge Martínez, además tuvo que hacer frente a más complicaciones.
Estuvo muy valiente aguantando miradas y parones. Tenía una embestida irregular
y se le coló en varias ocasiones por dentro hasta que levantó al novillero por
el pecho. Se vivieron momentos de mucha angustia. Al final acabó rajándose
El
sexto fue a la postre el peor de todos. En banderillas, hirió al banderillero Juan Rojas. Jorge le plantó cara a una auténtica alimaña que lo único que
quería era cogerlo. Tuvo que irse a por la espada sin poder hacer nada.
Ficha del festejo:
Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novena de abono. Feria de San
Miguel.
Novillos
de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra (3° y 4°) bien
presentados pero faltos de casta.
Calerito
(berenjena y oro): palmas y vuelta tras petición.
Manuel Diosleguarde
(verde hoja y oro): ovación con saludos y silencio.
Jorge Martínez
(azul marino y oro): ovación y silencio.
Juan Rojas fue cogido
al banderillear al sexto. El parte médico señala un “varetazo corrido en la
región inguinal derecha”.
Jorge Martínez fue atendido
en la enfermería de “una contusión en la cara interna del muslo derecho y
varetazo corrido en la cara anterior del muslo izquierdo”.
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