viernes, 21 de abril de 2023

Roca Rey cumple su sueño y conquista su último feudo

Foto: Arjona / Pagés


Sevilla colgó su segundo cartel de “no hay billetes”. Casualmente, en las dos tardes se anunciaba Roca Rey. El ambiente que tiene el peruano en el Coso del Baratillo es enorme, pero era un romance que por diferentes motivos no terminaba de alcanzar el punto álgido. Andrés ha conquistado en varias ocasiones todos los feudos de primera categoría. La Puerta del Príncipe le ha quitado el sueño muchas noches. Pero hoy era el día. Ni “Eolo”, que estuvo presente toda la tarde, quiso perderse esta fecha para enmarcar. Caía la noche sobre La Maestranza y Roca Rey, muy emocionado y en éxtasis, cruzaba el umbral de la Puerta Grande después de firmar dos faenas de poder.

"Asustado", largo aunque escaso de trapío, que hizo tercero, no se entregó en el capote de Roca Rey. El animal fue muy medido en el caballo. Viruta se desmonteró tras un buen tercio de banderillas en el que expuso mucho, sin dejar atrás el buen hacer con el percal de Antonio Chachón. El peruano le cogió el pulso pronto a un toro con muchas teclas. Tomó la diestra con firmeza, pese a que se le venía cruzadito y le faltaba continuidad en las embestidas. Los naturales fue sacándolos de uno en uno en series meritorias. La última tanda con la diestra le costó más, por lo que lo citó en corto. La estocada fue letal lo que provocó la pañolada, cayendo la primera oreja en su esportón.

Cerró la tarde “Halcón”. De nuevo salía por chiqueros el segundo toro de Núñez de Cuvillo con el mismo nombre que se lidiaba en La Maestranza en menos de dos semanas. En Resurrección, El Juli desorejó al primero y este viernes hizo lo propio Roca Rey. Sin entregarse pasó por el capote del limeño. Magistral fue el puyazo que le propinó José Manuel Quinta. No fue la única ovación que se llevó la cuadrilla. Antonio Chacón hizo sonar la música tras parear a este sexto. Brindó Andrés a sabiendas de que estaba a un paso de cumplir su sueño. Vibrante fue el inicio de rodillas con pases por la espalda de vértigo. Hasta los medios lo sacó citándolo a media distancia y llevándolo embebido en la muleta. Dibujó muletazos de mano baja y con profundidad al encastado toro. Una faena poderosa que remató con otro espadazo certero. Sevilla estaba rendida a Andrés Roca Rey y la presidencia no tuvo más opción que sacar los dos pañuelos.

"Dudosito" embistió en el capote de Manzanares echando las manos por delante y pegando gañafones. Empujó en el caballo de Paco de María, que recitó un gran tercio de varas. Ceñidísimas fueron las tres chicuelinas que instrumentó Roca Rey en el quite. En la última, estuvo a punto de ser arrollado, resolviendo el peruano con una revolera. El de Cuvillo metió bien la cara en los primeros compases del trasteo. Manzanares se puso de frente para ligar una serie de tres derechazos en la que el animal dejó ver la clase que tenía. Con largura y emoción fue la siguiente. Lo llevó tapado el alicantino ya que quería irse. Por el izquierdo le costó más, saliendo desentendido. Raramente en él, erró con los aceros.

“Rescoldito”, menos hecho que sus hermanos, recibió un buen puyazo de Óscar Bernal. Fuera del tercio sacó Manzanares al quinto para comenzar toreando al  natural,  por donde el alicantino cinceló una primera tanda de bello trazo. La segunda, en redondo y con cadencia. Cimentó la faena por ese pitón, que tuvo mayor calidad. Le apretó el Cuvillo hacia toriles a punto de cogerlo. No fue su día con la espada, porque de haber matado con una estocada marca de la casa, hubiera tocado pelo.

El peor lote del encierro le correspondió a Diego Urdiales. "Lanudo", un precioso jabonero, bien hecho abrió la tarde. Humilló en las telas del riojano, que quitó por chicuelinas rematando con una gran media. Con mucha suavidad, inició por bajo para sacarlo hacia fuera. El de Cuvillo, aunque tenía fijeza, se puso más violento por el derecho. Por el izquierdo lo probó, pero tampoco le dio opciones de triunfo por lo que optó por abreviar. La estocada fue fulminante.

Distraidito salió “Asturiano”, que le costó encelarse en el recibo. Urdiales dejó un par de verónicas de mano baja con temple para recordar. Frente al tendido seis, se puso a torear en una primera tanda en la que hubo muletazos con empaque. Se puso en las distancias cortas para recetar muletazos de uno en los que le soltó más de un gañafón. Diego estuvo siempre muy asentado con un oponente de embestida informal. 

 

Ficha del festejo:

Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Quinta de abono. Feria de abril. Cartel de “No hay billetes”.

Toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y juego.

Diego Urdiales (de caña y azabache), silencio y silencio.

José María Manzanares (de marino y oro),  palmas y silencio.

Roca Rey (de sangre de toro y oro), oreja y dos orejas.

Incidencias: Saludaron Viruta tras banderillear al tercero y Antonio Chacón en el sexto.

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