Foto: Arjona / Pagés |
Comenzaba
el ciclo continuado de la Feria de Abril con un encierro de Santiago Domecq. Una ganadería querida y esperada por los
aficionados. Y es que los toros provenientes de “Garcisobaco” han dado destacados
frutos en La Maestranza. Sin ir más lejos, “Chismoso” el pasado año, que cayó
en las manos de Alfonso Cadaval.
Esta vez, el sino ha sido algo diferente. A la corrida le faltó fondo en líneas
generales, destacando dos ejemplares, tercero y quinto, que fueron aplaudidos
en el arrastre. Sólo Álvaro Lorenzo
tocó pelo en este último.
Altote
y algo más feote, “Camorrista”, que hizo quinto. Lorenzo se estiró con el capote con él, pero sin llegar a calar en
los tendidos. Por el caballo, también pasó sin brío para llegar al último
tercio sin terminar de definirse. Algo le vio el toledano que decidió brindar
al respetable. Fuera de las rayas, comenzó por doblones con mucha torería.
Desde lejos lo citó con la diestra. El toro embistió con emoción mientras Álvaro lo condujo con largura e
intentando bajar la mano, ya que venía con la cara a media altura. Los
naturales tuvieron mayor profundidad. Volvió al pitón derecho para someterlo
con el toreo en redondo en una serie con la que alcanzó el punto álgido. Una
faena medida e inteligente con un toro importante. Concluyó con una estocada
algo caída. Los pañuelos poblaron los tendidos y paseó un apéndice.
El
segundo, mas escurrido de hechuras, tomó el percal de Álvaro Lorenzo echando las manos por delante. “Merecido” hizo una
pelea de bravo en el caballo, aunque no fue muy castigado. Curro Javier estuvo preciso en la brega, mientras que Raúl Ruiz clavó dos buenos pares de
banderillas. El toledano lo sacó hacia los medios para extraer naturales de uno
en uno. Estuvo muy asentado siempre bien colocado, echándole los vuelos en el
hocico y llevándolo largo. El hándicap con el que se encontró fue la
trasmisión. Certero también estuvo con la espada.
Abrió
plaza un precioso ejemplar salinero al que José
Garrido le instrumentó un ramillete de verónicas con mucho gusto. Personalísimo
fue también el quite por delantales. “Durillo”, que demostró tener mucha fijeza
en los primeros tercios, apretó en los dos encuentros con el caballo. El
extremeño apostó por él, brindando al público. Aunque en un inicio prometía
más, el de Santiago Domecq, pese a
la movilidad, le faltó más entrega en la embestida. Garrido siempre quiso echarle la muleta por bajo y torearlo
templado, pero su oponente se defendía. La espada cayó traserita y tuvo que
descabellar.
“Zahareño”,
que hizo cuarto, un colorado armónico al que recibió por verónicas Garrido. A diferencia de sus hermanos,
no quiso ver el caballo. Comenzó la labor el extremeño por bajo, con la pierna genuflexa.
Le apretó en la tercera serie con la mano diestra en la que el Domecq respondió. Con temple y
barroquismo, dibujó algunos naturales importantes. Pronto se sintió podido
dejando en evidencia la falta de fondo. José
se metió entonces entre los pitones. En el epílogo por circulares, estuvo a
punto de ser cogido. Dejó una media que precisó de un golpe de verduguillo.
“Condenado”
humilló en cada una de las verónicas que le recetó Alfonso Cadaval. Fue otro ejemplar que metió los riñones en el peto
y fue bien picado por Aurelio Cruz.
El sevillano le brindó a Miguel Báez “El
Litri”. Con suavidad, se lo llevó fuera de las rayas de picar. Más
desentendido, se le coló en la primera tanda. Cadaval optó por citarlo en corto por el pitón izquierdo,
llevándolo muy tapado y sometiéndolo por bajo. Lo miró y lo juzgó sin darle
tregua en una tercera serie en la que se la jugó. Un toro encastado y muy
exigente que requirió técnica con el que estuvo muy firme. Acertó con la espada
en el segundo envite.
“Argelino”,
burraco y bien hecho, echó el cierre a la tarde. Embistió con ritmo en los de recibo
de Cadaval. Por doblones se fajó con
él en el esbozo de la faena. El sevillano tomó las telas con la zurda,
llevándolo con suavidad, pero la falta de fuerza y fondo la acusó desde la
primera tanda. La voltereta que había sufrido con anterioridad tampoco le vino
bien. Mató de pinchazo y media.
Ficha
del festejo:
Plaza
de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Tercera de abono. Feria de Abril. Media
entrada
Toros
de Santiago Domecq bien presentados,
faltos de fondo en general. Primero con fijeza, pero de poca entrega; segundo, sosito
y noble; tercero, encastado y exigente; cuarto, sin entrega; quinto, con
emoción y bravura; sexto, deslucido.
José Garrido (de
crema y oro), ovación con saludos y tras aviso.
Álvaro Lorenzo (de pizarra
y oro), ovación con saludos y oreja.
Alfonso Cadaval (de verde
esperanza y oro), silencio y silencio.
Incidencias: Saludó Raúl Ruiz tras banderillear al segundo.
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