El
coso de Pardaleras
ha presenciado un ardiente y apasionado
festejo. A pesar de las altas temperaturas que había en la ciudad pacense, la plaza
registró una gran entrada para disfrutar del cartel estrella de la Feria de San
Juan.
La
rotundidad de El Juli en Badajoz ha sido prodigiosa. Paseó tres orejas
envueltas en toreo caro, poder absoluto y una raza inconmensurable. Los
tendidos cayeron bajo el embrujo de Julián. Obtuvo un trofeo del segundo de la
tarde, que de no caer trasera la espada, hubieran sido dos. El madrileño dibujó
lances con mucha suavidad por el pitón derecho, por donde llegaron los mejores
pasajes de la faena. Al quinto le propinó un soberbio quite por cordobinas. El
de Garcigrande fue un toro noble al que Juli toreó con mucha despaciosidad y
profundidad al natural. Con la diestra, firmó muletazos de mano baja y con
ligazón. Sentenció su actuación con circulares invertidos y una buena estocada,
que terminaron de enloquecer al graderío. Las dos orejas cayeron en el esportón
de Julián.
Roca
Rey derrochó entrega total toda la tarde. Le cortó la oreja al sexto tras
pegarse un gran arrimón. El peruano recibió a su oponente a la verónica, para
después instrumentarle un quite ajustadísimo por gaoneras. Al de Justo
Hernández le faltó casta y tras intentarlo y exigirle al natural, se vino abajo
y optó por meterse entre los pitones. El tercero no ayudó a Roca Rey, que tuvo
que poner todo de su parte pero sin poder brillar.
Morante
pasó por Badajoz de puntillas, pero no inadvertido. El que abrió plaza fue un
inválido con el que el sevillano armó un mitin con la espada que enfureció a
los tendidos. El desrazado cuarto tampoco le dio muchas opciones a José
Antonio, que volvió a fallar con la suerte suprema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario