Ginés Marín. Foto: Sandra Carbonero |
Había
pasado apenas una hora desde que Ginés Marín había cruzado la puerta grande de
la plaza de toros de Olivenza. Lo hizo arropado por sus amigos y paisanos. Estos
lo ven como un auténtico héroe al que admiran y respetan. Cada bar, restaurante
o pequeña tienda de este coqueto pueblo tienen dedicado un rinconcito a su
torero.
La
corrida de Daniel Ruiz fue, tal vez de toda la feria, la que presentó más
complicaciones para la terna. Aún así, Ginés hizo un gran esfuerzo y estuvo muy
firme con su lote. El diestro extremeño afirma al respecto que “por una parte
estoy contento por la actuación que he tenido, pero sí es verdad que ha sido
una pena no haber rematado mejor con la espada porque hubiera sido una tarde
más rotunda”.
Este
solo ha sido el comienzo de una temporada muy interesante que tiene por delante
y que afronta “con la máxima ilusión de que salga todo como espero y muy
preparado para que lo que deseo salga en la plaza”. Su siguiente compromiso será
en una semana en la Feria de Fallas de Valencia de la que dice que “es la
primera feria de primera en la que hago el paseíllo este año. Estoy muy
ilusionado, pero con más responsabilidad al ser una plaza de primera categoría”.
Su
nombre también está impreso en los carteles que cuelgan junto a la Puerta del
Príncipe de la Maestranza. La corrida de Juan Pedro Domecq no le dio el año
pasado la oportunidad de mostrar la
plenitud de su toreo, a pesar de dejar gratas sensaciones. “Es una plaza
especial para todos los toreros y ojalá que pueda ayudar la corrida y pueda
haber un triunfo”.
Un
éxito que puede ratificar semanas después en el coso que lo ha visto triunfar
con rotundidad. “Madrid es una plaza especial para mí, por ser la más
importante del mundo, pero sobre todo por todo lo que me ha dado. Es una plaza
en la que me siento especialmente a gusto y querido. Este año tenemos la
peculiaridad del bombo y además, luego estaré otras dos tardes más. Estoy muy
ilusionado con San Isidro”.
Pero
Ginés Marín no solo triunfa en el ruedo sino que también lo hace fuera de él. Hace
unas semanas organizó el II Encuentro joven que resultó ser un gran resultado. “La
experiencia fue muy bonita. Es algo que nunca antes se había hecho y ver
reunidos a tantos jóvenes aficionados en un encuentro, y también con todo lo
que conlleva ser miembro del Club, es bonito, gratificante y esperanzador para
el toreo”. Para el torero extremeño el futuro de la Fiesta está asegurado. “Creo
que hay muchos jóvenes que le gusta el toreo. Lo que hay es que apartar los
complejos y ser taurino sin ellos”.
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