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Daniel Luque. Foto: Arjona / Pagés |
Como
en un bucle, pero del que no quisiéramos salir, Daniel Luque lo volvió a hacer. Un jueves de preferia en Sevilla
con toros de El Parralejo. Parecía
que la historia se repetía. Aquel 28 de abril de pasado año, el de Gerena abría
la Puerta del Príncipe. Casi 365 no ha repetido este hito porque su primer
oponente no le acompañó, pero ha firmado una faena prodigiosa. Digna de las
muñecas de unos pocos con un toro de gran calidad.
Y es
que hasta salida del quinto, la tarde transcurría entre el sopor y el enfado. Fue
entonces cando Luque recibió a pies
juntos y con temple a “Príncipe”. Un toro bravo en el caballo, aunque fue
medido. Tras él, se pegó una fuerte costalada. Quitó Francisco de Manuel con garbosidad por chicuelinas. Aunque el
ambiente estaba grisáceo, el sevillano se fue a los medios a brindar. Sin
pestañear se puso a torear desde el primer minuto a un astado con calidad y
clase. Una naturalidad pasmosa le acompaño en una primera tanda. La segunda a
media altura y en redondo hizo sonar la música. La tercera excepcional con un
pase de pecho eterno. Al natural lo llevó largo, arrastrando las bambas de la muleta.
El epílogo, toreando al natural con la diestra, gozó de gran trazo. El
sevillano enterró la espada y La Maestranza fue todo un clamor. Dos orejas y
vuelta al ruedo a un gran ejemplar de El
Parralejo.
"Barbacén"
ya cantó la gallina de salida. Cuando se fijó en el capote de Luque, se pegó una fuerte voltereta en
el primer envite. En el tercio de varas hubo algo de caos. Tras la salida del
primer puyazo, el toro se derrumbó causando un gran enfado en el público. El
palco se mantuvo en su decisión de no devolverlo. El estado de gracia del
sevillano se notó desde el primer muletazo. De frente, con dominio y templanza,
le plasmó dos series por el pitón derecho. Sólo fueron esas porque en una
fuente donde no hay agua, no se puede sacar más. Puso fin con una estocada
tendida efectiva.
Francisco de Manuel
dejó como carta de presentación un ramillete de verónicas ganándole terreno que
remató con una chicuelina y una media. "Tremendo" metió bien la cara
y se desplazó, pero estaba cogido con pinzas por lo que lo midieron mucho en el
caballo. Hasta los medios se fue para citarlo en la distancia. Se arrancó con
prontitud a la muleta del madrileño. En la siguiente serie, también con la mano
diestra, lo llevó largo, pero ya le costó más al de El Parralejo. Al natural, siempre componiendo la figura, al astado vino
con menos inercia. Fue entonces cuando Francisco
de Manuel se metió en los terreros de oponente. Los pitones le acariciaban
la taleguilla en los naturales de uno en uno. Una faena meritoria que ha dejado
con ganas de ver más la joven torero.
“Gaditano”,
más escurrido que sus hermanos, remató con fuerza en las tablas en una salida
muy brusca en la que estuvo a punto de partirse el pitón. De Manuel lo esperó para recetarle un saludo por verónicas. El
astado que todo lo que tenía de noble, le faltaba de fuerzas. En una tarde de
compromiso del madrileño, le fue buscando las vueltas hasta encontrar la
colocación correcta. Estuvo muy seguro, pero le faltó entrega en cada una de
sus embestidas al burel para terminar por rajarse.
"Jurista",
un cinqueño castaño bien hecho y armado, abrió la tarde. Miguel Ángel Perera, que volvía a Sevilla de inmaculado y oro, no
pudo lucirse en el recibo. Tomó el percal frenándose y colándose hasta en dos
ocasiones. La colocación de los puyazos tampoco ayudaron al comportamiento del
animal. Con más brío fue el quite por chicuelinas ceñidas del extremeño. Curro Javier y Javier Ambel estuvieron torerísimos con los rehiletes y en la
brega. Inmóvil, comenzó la labor por alto y hacia dentro, pero sin continuidad
en la embestida de su oponente. Perera, voluntarioso
y queriendo agradar, sin embargo con el marmolillo que tenía frente a él, optó
por abreviar.
"Brevito",
armónico de presencia, se pegó una fuerte voltereta en el saludo capotero de Perera. Su sino no mejoró. Salió del
peto perdiendo las manos hasta que se cayó de nuevo. En la muleta, el extremeño
se encontró con la misma situación, sin poder plantearle faena.
Ficha
del festejo:
Plaza
de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de abono. Feria
de Abril. Media entrada.
Toros
de El Paralelo bien presentados y faltos de fuerza en líneas generales. El
quinto, fue premiado con la vuelta al ruedo.
Miguel Ángel Perera (de
blanco y oro), silencio y silencio.
Daniel Luque (de
rioja y oro), ovación con saludos y dos orejas.
Francisco de Manuel, (de
marino y oreo), ovación con saludos y palmas.
Incidencias: Curro Javier saludó
tras banderillear al segundo.
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